Cinco películas mexicanas gratis en Blim que merecen un vistazo

Blim no es precisamente el servicio de streaming más popular del mercado. Desde su inicio fue una fuente de inagotables memes debido a su oferta predominantemente constituida de telenovelas, sin embargo, esto no significa que la plataforma carezca de diversidad en su contenido; de hecho, su sección premium alberga célebres títulos clásicos como Macario (1960) o Los olvidados (1950).

Este servicio, además, cuenta con un amplio y destacado catálogo gratuito con títulos que parecen haber sido ignorados al pasar los años: series antológicas de Televisa que no pasaron de la primera temporada, concursos que seguro no recordabas que alguna vez existieron y una vasta cantidad de películas poco memorables.

Tras “pepenar” algunos días encontré un puñado de cinco joyas destacables por las que vale totalmente la pena hacerse de un usuario y verlas de forma legal, sin costo alguno.

Cinco películas mexicanas gratis en Blim

Ángel del barrio (1981)

La poco recordada película de Pepe ‘El perro’ Estrada es un sufridísimo melodrama situado en una vecindad de la colonia Los Portales; el enfoque principal de Ángel de Barrio es sobre la figura noble de su protagonista, el boxeador retirado ‘Patada’, quien a pesar de la precariedad está dispuesto a dar todo por quienes ama. Ciertamente es un arquetipo más que gastado, incluso en aquella época, pero la interpretación de Enrique Lucero le brinda cierta credibilidad en sus matizados deseos, lo cual se agradece.

También resulta interesante el uso de escenarios reales en una historia donde se cuela el tema de las desigualdades sociales: vemos a lo que son orillados los más vulnerables y cómo esto es aprovechado por quienes gozan de comodidades.

Elisa antes del fin del mundo (1997)

Película hija de la crisis del 95, con un valioso enfoque sobre la visión infantil en tiempos desoladores. Elisa antes del fin del mundo aborda la historia de una niña precoz que se esfuerza por ser tomada en cuenta en el resquebrajado mundo de sus padres.

Juan Antonio de la Riva fue merecedor de la Diosa de Plata por su dirección, que en esta ocasión destacó por la economización de planos; la guionista Paula Markovitch le brindó una esencia literaria a los diálogos, en los cuales encontramos sentencias brillantes y un tanto inquietantes en boca de inocentes pero perspicaces infantes.

Al igual que la mayoría de los títulos en el catálogo de Blim, sólo cuenta con la versión para la televisión, por lo que las groserías están cortadas con abruptos silencios y, aparentemente, faltan fragmentos de escenas.

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Amorosos fantasmas (1994)

Sergio Goyri alguna vez tuvo cierta relevancia sin la necesidad de insultar el trabajo de una actriz oaxaqueña,;esto fue en los noventas, cuando encarnó en tres películas al detective privado Héctor Belascoarán Shayne, célebre personaje de la literatura mexicana creado por Paco Ignacio Taibo II.

Las adaptaciones del director Carlos García Agraz de la saga literaria del investigador tuerto resultan atractivas gracias al humorístico tono en el que se desarrollan, sin ignorar el peso emocional que envuelven los casos en un género como el policíaco.

La trilogía puede verse sin inconvenientes en el catálogo gratuito de Blim, aunque recomiendo principalmente Amorosos fantasmas, al abordar un espinoso tema como la trata de personas con un enfoque constituido por elementos valiosos. Cabe decir que la víctima por quien se inicia la investigación resulta un personaje con muchísima presencia (carecemos propiamente de una femme fatale, pero a cambio tenemos una valiente y simpática camarada).

Cero y van cuatro (2004)

Según declaraciones de uno de los cineastas involucrados, esta recopilación de cortos nació de Eckehardt Von Damm, por entonces director de Televisa Cine, quien buscaba que los cuatro directores más taquilleros del momento desarrollaran historias; es así como Alejandro Gamboa, Antonio Serrano, Carlos Carrera y Fernando Sariñana dirigieron cada quien una historia interconectada, directamente relacionadas con el crimen y salpicadas (por no decir empapadas) de humor negro.

Desde los primeros segundos del primer corto, se hacen evidentes las influencias de Pulp Fiction y Amores perros que reinaban en las producciones cinematográficas nacionales de la época; sin embargo, su salvaje cinismo y el particular desarrollo de sus conflictos le dan una personalidad bastante seductora.

No todos los cortos mantienen el mismo nivel, pero el tercero de ellos, Barbacoa de chivo, destaca entre los demás por despegarse hasta cierto punto del eje temático y brindarnos una cruda crítica a la moral cristiana. Se nota que Carlos Carrera acababa de romperla con El crimen del padre Amaro (2002) y que estaba muy orgulloso de ello.

Curiosamente, este título no parece tener censura alguna, así que tanto las palabrotas como las escenas escabrosas o sexuales están presentes sin ningún freno.

Última llamada (1996)

De nueva cuenta una película de Carlos García Agraz, pero donde más que adaptar, hace un tributo a la obra teatral Bandera Negra de Horacio Ruiz de la Fuente; en su momento la cinta fue nominada a los Goya como Mejor Película Extranjera e injustamente olvidada en la memoria colectiva del cine nacional.

Es la historia de la relación entre un padre y su hijo enfrentándose a un peligroso trauma, cuyas secuelas, en cierto punto, cosechan violentos impulsos de justicia, mismos que provocan la tragedia dentro de un desequilibrado sistema. Vaya, se vuelve muy difícil describir la historia sin dar spoilers significativos.

Última llamada resulta en un doloroso pero catártico ensayo sobre la pena de muerte, la justicia y la venganza, todo ello abordado desde el amor paternal; el trabajo de los actores consigue que empaticemos con sus personajes, y que además sintamos genuino cariño por ellos y así potencializar el drama en sus secuencias. Al igual que la mayoría de las producciones de esta lista, es notorio que se contó con limitados recursos en su realización, sin embargo, se valió de elementos teatrales que sorprendentemente funcionaron magníficamente en el filme.