‘Lux Aeterna’ de Gaspar Noé: brujas quemadas en el set

Por: Fan Valdés (@fan_nekobasu)

Todos sabemos que Gaspar Noé tiene un sello muy característico; el caos —él lo ha dicho en más de una ocasión— es lo que nutre su producción, su proceso creativo y básicamente su vida. 

A este mismo caos es al que recurre en su mediometraje Lux Aeterna, el cual llega a México en el contexto del anuncio de su nueva película a presentarse en Cannes 2021: Vortex, protagonizada por otro favorito de los cinefilos, Dario Argento.

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Mientras llega la oportunidad de ver Vortex, hablemos de Lux Aeterna, película en la cual usa el escenario y el detrás de cámaras como parte de la acción dentro de la historia, algo parecido a lo hecho en Clímax,  donde un ensayo se convierte en una fiesta sin control.  

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Al inicio, en una intención de rememorar películas de antaño, Lux Aeterna muestra imágenes en blanco y negro con un narrador que habla sobre la quema de las brujas en la edad media. Y, posteriormente, es mediante Beatrice Dalle y Charlotte Gainsbourg con quienes nos transporta a la actualidad, sin embargo, el director continúa anclando la historia contemporánea (o el cine contemporáneo)  con el cine de los años 20 y 30 a través de intertítulos en donde agrega citas de cineastas importantes en la historia del cine. 

Con ello, Noé lanza una critica al proceso de producción y a los cineastas, a quienes llama muertos vivientes debido a que la industria los ha presionado solamente para vender en vez de crear arte. 

En Lux Aeterna el caos reina y el descontrol toma las riendas de la película. Nadie está contento, todos están gritando, nadie tiene respuestas. Esto, sin duda, la convierte en  una película poco convencional que se acopla a las características del cine de Gaspar Noé: psicodélico, improvisado y visceral. 

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