Las viejas estrellas de la noche capitalina

Vuelve ahí/ Cabaretera / Vuelve a ser lo que antes eras / En aquel pobre rincón.
-La Sonora Santanera
María José Cuevas tardó nueve años en la realización de este documental que retoma los títulos del célebre filme de Luis Buñuel, Belle de Jour (1967) y de la sexicomedia Bellas de noche (Miguel M. Delgado, 1975) con la intención de dar a conocer la vida de algunas de las vedettes más espectaculares que se adueñaron de la vida nocturna de la Ciudad de México.
Pero más que un documental, Cuevas nos presenta un diario personal con figuras como Lyn May, Wanda Seux, Princesa Yamal, Rossy Mendoza y Olga Breeskin, vedettes que dominaron los escenarios durante las décadas de los sesenta y setenta, años tan lejanos.
Bellas de noche sigue a las cinco mujeres, de edades ya avanzadas pero que tienen una rutina de ejercicios y tratamientos cosméticos para detener el paso del tiempo, además de una serie de recuerdos de los años que las hicieron brillar. Además de confesiones interesantes, secretos muy íntimos y anécdotas que no quisieran recordar.
Tiene grandes aciertos en el aspecto de dirección, como la confianza que depositaron las mujeres en la directora, quien logra llegar a esa parte de confidencia que espectador siempre espera ver reflejada; María José logra entiende las situaciones en las que viven, siendo de bonanza o en las que no están tan favorecidas. La fotografía es genérica, por decirlo de algún modo, lo cual no molesta, ya que se compensa en otros aspectos como las anécdotas y los testimonios que se recogen.
La película ha sido galardonada en los festivales donde se ha presentado, debido a los tópicos que aborda: la soledad, el abandono y la búsqueda de una respuesta a todas las dudas que se tienen a lo largo de la vida (quizá de una manera muy superficial o limitada por parte de las estrellas del pasado), y los episodios más trágicos, como la estancia en la cárcel de Princesa Yamal, hasta la conversión al cristianismo por parte de Olga Breeskin.
A final de cuentas es una visión que nunca se quiso ver del mundo del espectáculo, ese que quedó sepultado tras los sismos del 85 y que dejó secuelas permanentes en estas cinco ex vedettes que buscan un revival, esa segunda oportunidad que todos los seres humanos queremos. Pero que en este giro tan injusto es difícil conseguirlo. Y llega a ese punto climático con Wanda Seux, quien hace un grito desesperado que va de la mano con el cáncer que la aqueja ante la gente del medio que puede contratarla.
Emotiva y reflexiva; una especie de desintoxicación al cine comercial que abunda tanto en las carteleras de todo el año. Al ritmo de la música tropical de la Sonora Santanera se escucha ese verso de Carlos Colorado que reza, al calor de las cubas pintaditas: Fue en un cabaret donde te encontré bailando…
Sebastián Ortiz
Comunicólogo que habala mucho y escribe (mal) sobre cine, música y ciencia ficción.
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