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Cinco películas imperdibles de ‘Tin Tan’, el mayor de la dinastía Valdés

tintan german valdes

Por: Erik León 

Pantalones holgados, saco largo, bigote, sombrero y un inigualable carisma. De esa manera, Germán Genaro Cipriano Valdés Castillo, mejor conocido como Tin Tan inmortalizaría la imagen del “pachuco” en nuestro país y se convertiría en uno de los cómicos más recordados y queridos. 

“En el barrio, las muchachas me dicen ‘El Griego’, por el perfil. Pero los muchachos a mí me dicen Tin Tan porque en mí todo es música”

Tin Tan en Músico, Poeta y Loco (1948)

Nada en esta vida es casualidad, y en la vida de Germán Valdés quedó demostrado. Antes de ser uno de los actores más recordados de la Época de Oro del Cine Mexicano, fue descubierto por accidente cuando trabajaba de limpieza en una estación de radio en Ciudad Juárez. El joven originario de la Ciudad de México tuvo que entrar a ayudar de emergencia a realizar las pruebas de audio en la cabina. El dueño de la estación quedó tan maravillado con su capacidad para improvisar e imitar a otros famosos, que le ofreció tener un programa, el cual sería su primer trabajo dentro de los medios de comunicación. 

“Wuachar”, “Guatjapen”, “Estrict”, entre muchas otras palabras en espanglish, se volverían muy características de su personaje de pachuco, que el mismo Tin Tan tomó de los chicanos, movimiento social originado en las comunidades mexico-americanas en Estados Unidos,. Germán Valdés tendría su primera aparición en el cine gracias a su gran amistad con el actor Marcelo Chávez en la película Hotel de verano (René Cardona, 1944), en la cual hizo una pequeña aparición musical. 

Sería un año después, en 1945, cuando tendría su primer papel protagónico en la película El hijo desobediente. Revolucionó la manera de hacer reír en el cine con técnicas que nunca se habían visto en nuestro país, como por ejemplo romper la cuarta pared, es decir, hablar mirando hacia la cámara para comentarle algo al público. La versatilidad de Tin Tan lo llevó a ser la leyenda que es hoy en día: cantaba, actuaba y hasta doblaba películas. Y en cualquier medio que estuviera Germán Valdés, ya sea televisión o radio, destacaba por su excelencia. 

La música siempre fue parte importante de sus películas, una de sus características principales (y más elogiadas) fue su capacidad para fusionar géneros musicales, así como su habilidad para hacer improvisación, estilo que sacó del jazz estadounidense y que usó con su particular modo para interpretar piezas de swing y boogie boogie en varias de sus primeras películas.

Todo esto hizo que sus éxitos en taquilla llamaran la atención, convirtiéndolo en uno de los comediantes más cotizados del país junto a Cantinflas. Existen algunas películas imperdibles de Tin Tan que debes ver para poder entender su legado, este es un listado ordenadas por año de sus mejores éxitos.

No es de extrañarse que las cinco películas aquí mencionadas son dirigidas por Gilberto Martínez Solares, pues la mayoría de críticos coinciden que fue él quien sacó lo mejor de Germán Valdés, artísticamente hablando, sin embargo, hay otras películas que merecen ser mencionadas como Las aventuras de Pito Pérez (Juan Bustillo Oro, 1957) o También de dolor se canta (René Cardona, 1950) con quien participo a lado de Pedro Infante.

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Calabacitas tiernas, ¡ay que bonitas piernas! (Gilberto Martínez Solares, 1949)

Esta película sería la primera en una larga lista de colaboraciones entre Tin Tan y director Martínez Solares. En ella se le ve usar todo su potencial como humorista musical, en gran medida debido a la libertad de improvisación que le permitió el director, dando como resultado una comedia muy entretenida. Un trabajo que marcó el debut de su hermano Ramón Valdés, y en la cual también participó su otro hermano Manuel ‘El Loco’ Valdés. 

En la historia, Tin Tan se relaciona con un empresario arruinado que lo hace pasar por sí mismo para evitar dar la cara ante sus acreedores. En su nueva personalidad, Tin Tan monta un espectáculo musical con varias mujeres que terminan peleándose por su amor y por el crédito principal del espectáculo. 

 El rey del barrio (Gilberto Martínez Solares, 1950)

Considerada como la mejor película dentro de la filmografía de Germán Valdés, y no sólo eso, sino que forma parte importante del acervo fílmico nacional. Además de contar con un elenco de primera formado por Marcelo Chávez, René Ruíz ‘Tun Tún’, Ramón Valdés ‘Vitola’ y las bellezas Tongolele y Silvia Pinal. 

El rey del barrio cuenta con infinidad de escenas memorables: Valdés rompiendo la mencionada cuarta pared, cantándole  Contigo a Silvia Pinal, así como el baile con Tongolele. Un dato curioso es que la indicación del director era que la Silvia Pinal se mantuviera seria, sin embargo, no podía aguantar la risa ante los gestos de Tin Tan, y la escena quedó como la conocemos.

La trama tiene de protagonista al joven ferrocarrilero Tin Tan, quien se empeña en proteger a su joven vecina, a pesar de que ésta rechaza su ayuda. En realidad, Tin Tan es jefe de una banda de ladrones que se dedica a estafar a millonarias. Todo se complica cuando una de las millonarias conquistas quiere casarse con él.

La máscara del Zorrillo (Gilberto Martínez Solares, 1950)

Fue la primera de varias películas que hizo Tin Tan de manera paródica, inspiradas en obras clásicas de la literatura. Obviamente, el director se toma toda clases de libertades en cuanto a la historia original para ofrecer algo divertido y disparatado; tan disparatado como que Tin Tan usa una pomada que lo hace ser bueno con la espada y lo cambia de apariencia sin que nadie supuestamente lo reconozca. Todo lo absurdo y la comedia de “pastelazo” que puede llegar a tener esta película funciona de maravilla para pasar un buen rato y ver la capacidad del comediante mexicano que canta, baila y gesticula como pocos.   

En esta cinta, Tin regresa de Italia, donde estuvo estudiando esgrima. El joven resulta ser un cobarde que huye tras negarse a batirse en duelo con el capitán Gaspar. En su huida, Tin rescata a una bruja que estaba atada a un árbol. Agradecida, la bruja le regala un ungüento que lo hará invencible por una hora.

El revoltoso (Gilberto Martínez Solares, 1951)

Título que tenía que estar en la lista por una sencilla razón: es una cinta que iba en contra corriente con todo lo que se había estrenado en los años 40 sobre la pobreza. El éxito de Pedro Infante en esos momentos tenía al pueblo mexicano acostumbrado a dramas sensibles como Nosotros Los Pobres. El revoltoso fue una respuesta cómica a todo eso; el pobre ya no tenía por qué dar lastima ni era motivo para no poder disfrutar la vida.  Y como en la mayoría de sus películas, la música no podía faltar: la escena más memorable es cuando baila Dónde estabas tú de Beny More. 

Conocido entre sus vecinos como ‘El revoltoso’, por su tendencia a enredarlo todo, Tin Tan se mete en problemas a cada rato por tratar de ayudar a los demás. Una estafa lo lleva a la cárcel y su afición por meterse en lo que no le importa termina provocando que su novia sea acusada de traficante. 

El ceniciento (Gilberto Martínez Solares, 1952)

En su momento fue un éxito en taquilla que terminó por consagrar a Tin Tan como uno de los comediantes más queridos por el público; lamentablemente, la crítica más exigente no recibió del todo bien esta película. Con todo eso sigue siendo uno de sus trabajos más representativos gracias a las canciones de Gabilondo Soler y Juan Bruno Terraza, movidos números musicales interpretados por los Hermanos Zavala, como aquel que abre la secuencia de créditos. 

El chamula Valentín llega a la Ciudad de México a hospedarse con sus paisanos. Sus amigos se dan cuenta de que es pobre y lo echan de la casa. Uno de ellos decide emplear a Valentín como sirviente y lo explota sin piedad. Pero en algún momento la suerte de Valentín cobra un giro inesperado.

 

 

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