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Luis Estrada: el ‘nepo baby’ que decidió quedarse en México a contar sus historias

Luis Estrada: el 'nepobaby' que decidió quedarse en México a contar sus historias

Fotografía destacada: GIFF

Luis Estrada ganó su primer Ariel a los 18 años. El premio a Mejor Cortometraje de Ficción por La divina Lola (1985) auguraba un futuro prometedor para el joven que decidió quedarse en México en vez de ir al extranjero; “oportunidades no me faltaron”, compartió en la conferencia magistral que dio en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), donde un día antes recibió la medalla de plata de la Filmoteca de la UNAM.

Yo estuve tentado en algún momento, como mis colegas, a irme de México a hacer otra carrera. Pero dije ‘no’, yo lo que quiero contar es este país. Porque con este país tengo una fijación de amor y odio, y en partes iguales.

Acompañado por la periodista Columba Vértiz, el mexicano reconoce que haber crecido en el mundo del cine gracias a la labor de su padre, el también cineasta José El Perro Estrada, fue el privilegio que le abrió las puertas para ser director de cine, profesión que anhelaba desde pequeño. “Mientras estudiaba la carrera de cine, también un poco por ‘nepobaby’, empecé a trabajar profesionalmente como asistente de dirección. La primera película que hice fue con mi padre, pero luego tuve la oportunidad de trabajar en México y en el extranjero…me tocó ser asistente de Felipe Cazals, de Arturo Ripstein”, expresó frente al público reunido en el Auditorio Mateo Herrara del Foro Cultural Guanajuato, en la ciudad de León.

Luis Estrada antes de La ley de Herodes

Si bien Luis Estrada es conocido por su pentalogia que critica al sistema político mexicano, inaugurada con La ley de Herodes (1999), previamente en su filmografía se encuentran tres largometrajes, Camino largo a Tijuana (1988), Bandidos (1991) y Ambar (1994), que representaron momentos fundamentales en su carrera. Cabe recordar que su primer largo como director sería Mariana, Mariana (basada en la novela Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco), el cual le ofrecieron cuando el director a cargo, su padre, falleció; sin embargo, el proyecto le fue asignado a Alberto Isaac, quien, rememora Estrada, “era muy amigo del entonces presidente, Miguel de la Madrid”.

Este cambio de planes derivó en la realización de Camino largo a Tijuana, una respuesta contraria al tipo de cine que, según él, el entonces Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) quería que sus alumnos hicieran. “En el CUEC había un ambiente muy politizado, donde estaba muy claro el cine que ellos creían que teníamos la obligación de hacer, que era un cine militante, de izquierda, marxista…“, recordó el director de 61 años.

Es así como en Camilo largo a Tijuana se inclinó por una propuesta alejada de las temáticas que proliferaban en su escuela. La ópera prima, en la cual participaron Emmanuel Lubezki y Alfonso Cuarón como productores, trata sobre cómo Juan (Pedro Armendáriz Jr.) busca rescatar a Lila (Patricia Pereyra), una chica rica, adicta a las drogas, a la que han secuestrado. “Fue un escándalo y literalmente me costó la expulsión”, compartió el mexicano. La película, hecha mediante un modelo de cooperativa, derivó de la cinefilia del joven Luis Estrada; un fanático de la edad de oro del cine norteamericano, del western, de cineastas como Sam Peckinpah.

Dije "tal vez no sirvo para esta carrera": Luis Estrada recuerda sus inicios
Rodaje ‘Camino largo a Tijuana’. Alfonso Cuarón, Emmanuel Lubezki y Luis Estrada

El debut de Luis Estrada no sólo fue una provocación al CUEC, sino que, en sus propias palabras “juntó a una generación que realmente le dio la vuelta al cine mexicano”. Tres años después, Bandidos, filme de acción protagonizada por niños, inauguró las producciones de Bandidos Films, compañía fundada por Luis Estrada. En su segundo largometraje figuran Emmanuel Lubezki a cargo de la fotografía y Guillermo del Toro como uno de los responsables del maquillaje.

Conforme pasaba el tiempo las ambiciones de Luis Estrada crecían, por lo que después de su segundo largometraje se aventuró a realizar un relato fantástico: Ambar (1994), en el que un famoso cazador y su aprendiz emprenden una expedición en busca del mítico mundo de Bogonsor, un lugar que promete riquezas a la par que temibles peligros. La sinopsis oficial nos dice que “es un viaje que va más allá de las certezas de la realidad para revelar un mundo asombroso regido únicamente por la imaginación”.

Ambar luis estrada

Era tan pretenciosa, tan ambiciosa…es una película que a mí me encanta, pero que probablemente sea mi mayor fracaso, de público, de crítica, de todo”, expresó Luis Estrada ante el público del GIFF. Aunque efectivamente Ambar fracasó en cines y a ojos de la crítica, obtuvo tres nominaciones en el Festival de Cine de Sitges, a Mejor Película, Mejor Fotografía (Emmanuel Lubezki) y Mejor Música (Santiago Ojeda), ganando los dos últimos. También triunfó en cuatro categorías del Ariel: Mejor Fotografía, Mejores Efectos Especiales, Mejor Maquillaje y Mejor Escenografía.

La cinta no está digitalizada, y aunque pertenece al IMCINE (por lo cual Estrada tiene derechos para distribuirla), el director asume como su responsabilidad darla a conocer. “Creo que parte de mi obligación, mi responsabilidad, es hacerla alguna vez accesible, que la gente se forme su propio criterio sobre ella“.

Ambar significó el primer punto de quiebre en la carrera de Luis Estrada. “La película me hizo decir: tal vez no sirvo para esta carrera, tal vez me tengo que retirar. Se dijeron cosas tan dolorosas, cosas mismas que de alguna manera también se dijeron de ¡Que viva México!, pero ya cuando te haces más viejo, te vuelves más cínico, la piel se te va poniendo más dura de elefante…”

Después de Ambar, el cineasta emergente encontró fuerza lejos del western y de la fantasía. Conversando con Jaime Sampietro, su coguionista y productor de cabecera, el amante de la historia y la política se dijo: “Es increíble que el PRI tiene tantos años en el poder y que nadie haya contado esa historia”. Fue así como vino su segundo punto de quiebre: La ley de Herodes, no sólo porque marcó el inicio de su famosa serie de películas sobre el poder en México, sino por el proceso de censura por el que atravesó. “No sólo cambió mi vida al darle un rumbo diferente a mi carrera, sino que lo que generó como un evento calificado de histórico, fue insólito…

Luis Estrada se muestra entusiasta de seguir haciendo cine, aun después de que el recibimiento de ¡Que viva México! no fue el esperado. “Lo que he querido siempre es hacer las mejores películas posibles, con el dinero que he logrado reunir, con el mucho o poco talento que tengo yo en mis colaboradores…”

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Lety Arredondo Ver todo

Cofundadora de Zoom F7.

Twitter: @LeetyAV

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