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La pentalogía de Luis Estrada: de lo peor a lo mejor

La pentalogía de Luis Estrada: de lo peor a lo mejor

Mientras el panorama cinematográfico nacional lucha por recobrar un lugar privilegiado en el gusto del público, existen pequeñas irregularidades, como en el caso de Luis Estrada, un cineasta que durante poco más de dos décadas se ha mantenido de manera indirecta en una alta estima entre espectadores casuales y fanáticos. Aunque comenzó su carrera con películas que se decantaban por un estilo más clásico como Largo Camino a Tijuana (1997), Bandidos (1991) o Ámbar (1994), logró hacerse de un nombre en el circuito internacional con sus sátiras políticas, que al margen de distintos mandatos, exploraron distintos valores intrínsecos de la vida mexicana.

Tras casi 10 años de ausencia, el director vuelve a la gran pantalla con ¡Que Viva México! Y con motivo de su estreno hemos preparado un ranking de la pentalogía que lo hizo saltar a la fama, asimismo, hacemos una breve crítica de cada título y te decimos dónde verlos.

5. ¡Que Viva México! (2023)

La pentalogía de Luis Estrada: de lo peor a lo mejor

Pancho, un clasemediero aspiracionista, se ve tentado a regresar a su pueblo natal al ser señalado como el posible benefactor de una jugosa herencia, tras la muerte de su abuelo. Su repudio hacia su pasado y su determinación por cambiar de clase social terminan por enfrentarlo con su familia, trayéndole también un destino funesto del que no podrá escapar.

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Más que una burla al gobierno en turno, ¡Que Viva México! pretende escarbar en los elementos que componen la idiosincrasia nacional. Sin embargo, su ambición temática, los estereotipos abundantes y la incapacidad de explicarlos y subvertirlos terminan arrastrando la película al fondo de la filmografía de Luis Estrada.

La crítica al poder es cansina, tan llena de lugares comunes que resta corrosividad al mensaje. En última instancia, se empecina en arremeter contra la clase baja, a quienes caricaturiza y mira con el mismo desdén con el que lo hace su protagonista; todo bajo el pretexto de analizar el arquetipo de la familia mexicana, arriesgando mucho por una revisión que no vale la pena.

¿Dónde verla? En cines comerciales y en la Cineteca Nacional

4. Un mundo maravilloso (2006)

La pentalogía de Luis Estrada: de lo peor a lo mejor

Una fábula citadina que en momentos sabe a distopía. Juan Pérez, un hombre sin hogar, queda en medio de un conflicto entre la opinión pública y el gobierno al protagonizar un accidente. El ministro de Economía, culpado por las acciones de Pérez, decide recompensarlo cambiando su vida, aunque está surreal modificación no parezca ser duradera.

Podemos pensar esta sátira como una anomalía dentro del compendio al que pertenece, ya que evita aludir en exceso a la realidad y aun así refleja el cambio ideológico que generó la llegada al poder de un nuevo partido político, que básicamente transformó —o potenció— una idea sobre la pobreza, a la cual la subestima como un problema de esfuerzo y no como un asunto sistémico.

Quizás el mayor de los problemas de Un mundo maravilloso radica en su inconsistente representación de la clase baja, que algunas veces los retrata de manera medianamente respetuosa y muchas otras con personajes terriblemente estigmatizados, cosa que llega a chocar con el discurso defensivo que propone.

3. La dictadura perfecta (2014)

la dictadura perfecta

Inspirada en diversos eventos sucedidos durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y en la polémica declaración de Mario Vargas Llosa sobre la relación entre la población y el poder en México. La película presenta la historia de Carmelo Vargas, un gobernador corrupto a quien exponen a nivel nacional como parte de una treta para desviar la atención de un desatino del presidente. De la mano de la televisora que lo exhibió, Vargas intentará mejorar su imagen a cualquier costo.

A pesar de la inverosimilitud de unas cuantas de sus situaciones y las similitudes de algunos puntos clave con La Ley de Herodes (que invitan a pensar esta película como remake muy tenue), La Dictadura Perfecta rescata su agudeza y la habilidad del director para retomar eventos reales y atarlos a un mismo conflicto. Su análisis a la influencia de los medios de comunicación en la ideología de la población, y de cómo resulta un arma para subyugar a la misma, le da esa cualidad atemporal que la mantiene como un filme relevante, especialmente en una época en la que los medios ocupan gran parte de nuestra atención.

¿Dónde verla? En Netflix 

2. La Ley de Herodes (1999)


Ley de Herodes pelicula

La primera entrega de la pentalogía tiene como protagonista a Juan Vargas, el encargado de un basurero que es comisionado por el Secretario de Gobernación para regir en San Pedro de los Saguaros, un pequeño pueblo descuidado en algún lugar de México. De ser un hombre recto, la necesidad de conservar su puesto lo corrompe, hasta transformarlo en un mandatario sin escrúpulos, capaz de hacer todo por tener el poder.

Sin demeritar sus trabajos posteriores, La ley de Herodes se mantiene como la mejor sátira de toda la filmografía de su director. La carrera de largo aliento del régimen priista le ayuda a conseguir esa universalidad que lo hace identificable con otros partidos hegemónicos alrededor del mundo, particularmente con sus homólogos latinoamericanos.

Víctima de censura en su estreno, cada escena de la película se supera en la eficacia, mordacidad y concisión de inquirir en la corrupción, demostrando las prácticas que han podrido a los sistemas políticos, así como las tergiversaciones a las leyes que sostienen desde hace décadas a gobiernos tan disfuncionales como autoritarios.

¿Dónde verla? En Netflix

1. El Infierno (2010)

El infierno pelicula

Tras ser deportado de Estados Unidos, Benjamín García regresa a su lugar de origen para encontrarse con un entorno destrozado por la guerra entre dos grupos criminales. Hambriento de poder, el personaje se involucra dentro del negocio del tráfico de drogas, pero pronto descubre que esa vida llena de lujos tiene un costo más alto del que imaginaba.  

Por segunda ocasión, Luis Estrada alcanza la excelencia, esta vez con un retrato crudo del mundo del narcotráfico. La película evita caer en el tratamiento glamoroso que otras producciones suelen imprimirle, concentrándose completamente en la crueldad del mismo y las circunstancias que empujan a un individuo a involucrarse  en él.

Las atmósferas de El infierno capturan un clima convulso que nos remite al miedo de vivir en un país donde la incertidumbre de ser víctima indirecta de las guerras entre carteles está siempre presente. Además de tener uno de los mejores trabajos de personajes del cine mexicano contemporáneo; antihéroes de moral cuestionable que por su desarrollo bien llevado pueden resultar empáticos e inclusive, entrañables.

¿Dónde verla? En Netflix

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