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Zurdo: cuando un juego de canicas exhibe la podredumbre social

Zurdo: cuando un juego de canicas exhibe la podredumbre social

Es común escuchar que el cine mexicano se encuentra encasillado en ciertos géneros como la comedia romántica, los remakes estadounidenses o la temática de narcotraficantes, sin embargo, hay cine mexicano que suele presentar elementos atípicos y cuyas temáticas suelen salirse de este tipo de narrativas. Tal es el caso de Carlos Salces, un director mexicano ampliamente reconocido por su trabajo en cuanto a cortometraje se refiere. Su obra ha recorrido más de 200 festivales. Zurdo (2003), su primer largometraje, fue nominado a siente Premios Ariel, de los cuales ganó cuatro: Mejor música compuesta para cine, Mejor sonido, Mejor diseño de arte y Mejor vestuario.

En Zurdo conocemos la historia de Alejandro, un niño habitante de Buenaventura; una localidad distópica en México donde es conocido por ser el mejor jugador de canicas. La secuencia inicial nos muestra a un grupo de niños enfrascados en una juego meramente infantil que termina en una trifulca porque Alejandro, de nueva cuenta, vence a su adversario.

Los adultos se mantienen al margen de esta disputa hasta que un forastero se presenta en el pueblo alardeando que en Santa María, su lugar de origen, tienen un mejor jugador de canicas que el Zurdo, y que lo apodan “El mago”. Este suceso desencadenará el interés de los adultos por el juego de canicas y los llevará a organizar un encuentro entre el Zurdo y el Mago, el cual rápidamente se corrompe. Los habitantes del pueblo comienzan a apostar por el Zurdo fuertes sumas de dinero a medida que comienzan a poner en él sus esperanzas y anhelos

La película cuenta con un elenco diverso, un Eugenio Derbez que demuestra que bien dirigido puede otorgar una actuación decente. Un elenco infantil en su mayoría nuevo, en el que destaca el debut de Regina Blandón; la siempre magistral Arcelia Ramírez, así como la interpretación de Alejandro Camacho, quien fácilmente podría considerarse como la mejor actuación de Zurdo.

El diseño de arte destaca por tener un aspecto futurista, pero decadente, con algunas animaciones que aunque no han envejecido de la mejor manera, para su tiempo fueron un recurso atrevido y bien logrado. Las secuencias del protagonista atrapado en una canica, o la canica volviéndose gigante como parte de una fantasía infantil, resultan sobre todo coherentes con la narrativa del filme; ninguna de ellas es gratuita.  A este aspecto hay que sumar la destacada banda sonora creada por Paul van Dyk, uno de los productores más importantes de música electrónica a nivel internacional.

Zurdo: cuando un juego de canicas exhibe la podredumbre social

Zurdo: reflejo de la creación artística latinoamericana

El arco narrativo del Zurdo sigue el modelo campbelliano del héroe, desde el llamado a la aventura, la negación, la ayuda del mentor —en este caso su tío—, el enfrentamiento consigo mismo, hasta el regreso con el elixir —personificado en su padre—. Buenaventura se presenta como un micro-México, en el cual se reflejan (ya sea en los personajes o en las situaciones que enfrentan) las problemáticas del país, desde la corrupción de las instituciones, la trata de blancas con el personaje de la prostituta, así como la enajenación colectiva y posterior perversión de lo que en un inicio se muestra como el juego infantil.

A su vez, Zurdo retoma algunos de los tópicos recurrentes en la creación artística latinoamericana, como el padre ausente, la lucha de clases; pues en contraposición, Zurdo es presentado como un niño de arrabal, mientras que el Mago denota (por sus posesiones y actitudes) pertenecer a una esfera social más alta. Otros temas abordados son la violencia e impunidad de las autoridades, la hipocresía de la iglesia e incluso de las instituciones educativas.

Los personajes se presentan casi siempre en pares, cuyas dicotomías se complementan o se contraponen. La madre de Zurdo, por momentos apresada en su papel de madre con Dora, la mujer joven e independiente que se vale por sí misma. Romo como el exponente del machismo y Tomás presentado como un aliado de Dora. Zurdo y Basilio como el pobre y el adinerado, uno sin talento y el otro colmado del mismo.

El mensaje político de Salces parece ser claro: todos los vicios y corrupciones anteriores sólo pueden ser vencidos por la izquierda, literalmente con la sangre de la izquierda. No es extraño rastrear la carrera del director posterior a su largometraje en algunas campañas políticas del actual presidente, y quizá esa sea la respuesta del porqué no hemos podido apreciar más películas del director.

Zurdo sigue siendo un producto extraño que no se ciñe a las narrativas clásicas de la producción nacional, y es sin duda una película que vale la pena ver y revisitar.

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