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El futuro del cine mexicano está en los espacios alternativos: Ambar Muñoz

El futuro del cine mexicano está en los espacios alternativos: Ambar Muñoz

«El futuro somos los espacios alternativos activos, somos los que van a hacer que la exhibición y las películas vivan, porque si no se ven, no existen», sostiene la exhibidora independiente Ambar Muñoz en entrevista. 

Cuando piensas en ir al cine a ver el último y más esperado estreno del año, es probable que vengan a tu mente alguna de las dos cadenas más importantes del país: Cinépolis y Cinemex, puesto que con la cantidad de salas que tienen en México es relativamente fácil acudir a alguno de estos complejos. Recordemos que la primera cadena, líder en exhibición en nuestro país, registró 4,090 pantallas, alrededor del 55% del total nacional, como lo apunta StatistaSin embrago, ¿qué pasa cuando quieres ver algo diferente a lo que ofrecen estos espacios? Es ahí cuando cobran importancia las salas alternativas, como Cinema Nubo, cine independiente ubicado en Aguascalientes, ciudad donde más del 90% de las familias no gasta en ir al cine

¿Cómo se sostiene una sala de dicha naturaleza? ¿Qué ofrece a su comunidad? Eso y más nos cuenta en entrevista Ambar Muñoz, directora y fundadora de Cinema Nubo, espacio creado en 2019 que entre sus prioridades destaca la formación de públicos que estén dispuestos a vivir la experiencia de ver cine en diferentes modalidades.

Entrevista con Ambar Muñoz, fundadora de Cinema Nubo

El futuro del cine mexicano está en los espacios alternativos: Ambar Muñoz
Ambar Muñoz. Foto: Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Cuéntanos un poco más de ti, ¿cuál fue tu primer gran encuentro con el cine?

Mi papá era cinéfilo, y recuerdo que íbamos al videoclub a rentar VHS. Nos hacíamos una camita en el piso y hacíamos ‘cotufas’, bueno, mi papá les decía así a las palomitas, no era venezolano ni nada, pero así les decía. A mis 10 años mi papá muere y me quedo sin mi compañero de ver pelis. Por mucho tiempo vi películas sola, hasta que un día en la prepa descubro que abren la carrera de cine en mi ciudad; dije “ah, se puede estudiar cine”, o sea, yo no sabía que se podía estudiar cine, pensaba “pues sí, alguien ha de hacer las películas”, pero no sabía que yo podía hacerlas.

Me meto a la carrera y en un viaje de estudios hacia el Festival de Cine de Morelia me encuentro con que estaba Audrey Tautou presentando dos películas, y aparte era el aniversario de Amélie, por lo que la proyectaron en la plaza principal del estado; yo ya la había visto en mi computadora, en mi cuarto yo sola. Viéndola en una plaza con muchísima gente empecé a tomar otras lecturas escuchando a las personas, para mí fue un parteaguas porque me hizo recordar cuando veía películas con mi papá. De repente ya no veía películas sola, sino con muchísima gente que me hacían sentir una experiencia colectiva. Entonces, dije «quiero hacer esto«.

Después de eso decidí organizar una muestra con los cortos que estábamos haciendo en la carrera, la hice en el marco del Festival cultural de Aguascalientes, yo decía: “si estoy estudiando cine para hacer cine, pero no hay gente que vea ese cine, pues qué chiste tiene”. Llegó gente aparte de nuestra familia, y pasó exactamente lo mismo que con Amélie: se empezaban a reír, y cuando se terminaban las funciones se acercaban a los directores para que les platicaran cómo habían hecho tal o cual cosa. Y así reafirmé que es lo que yo quería hacer. A partir de ahí decido hacer Cinema Nubo, porque quería hacer un espacio en el que la gente pudiera ir y disfrutar el cine y sentirse como yo me sentía cuando vivía feliz con mi papá. Yo quiero tener un lugar seguro en el que la gente pueda ir y ver cine.

Cuéntanos más sobre el objetivo de este espacio que creaste

Cinema Nubo es una promotora de cine latinoamericano que busca generar un diálogo, un encuentro, un acercamiento y un intercambio cultural entre países de América Latina. Me baso mucho en lo latino porque fui niña Disney y veía High School Musical, pero después llegaba a mi escuela y decía: “¿por qué yo no tengo casilleros?” “¿por qué no puedo ser porrista?” y “¿por qué no cae nieve en Navidad?”, entonces, siento que el mexicano es consumidor de lo ajeno, y yo quiero presentar películas en las que nos podamos sentir identificados y representados. 

De repente está bien padre, por ejemplo, darte cuenta que en Argentina también juegan al bocho amarillo, pero con unos unos carritos italianos cuadrados en lugar de un bocho  y tú dices: “en América Latina como que compartimos historia”, pero desconocemos, por ejemplo, muchos no saben que la independencia de Centroamérica es el mismo día que la de México. Siento que a veces ver una película es como viajar sin tener que salir literalmente, agarrar un avión y todo eso.

Entonces, es lo que yo busco con Cinema Nubo, fomentar, formar y seguir fortaleciendo públicos para las historias y para el cine. Aunado a eso, crear experiencias; no nada más que sea el visionado de la película en sí, sino que también haya momentos de reflexión, de cuestionamientos, que haya actividades complementarias a la función que nos ayuden a entender mejor todo. Por ejemplo, si la película habla del espacio, tener un visionado con telescopios. Este tipo de de actividades un poco más didácticas.

¿Qué alcance tiene la plataforma y cómo la ha recibido el público?

Iniciamos como un proyecto itinerante: hacíamos funciones en mi universidad, porque, de hecho, yo era la encargada del cine club, entonces aprovechaba el espacio que me brindaban para ahí programar cositas. Después llega la pandemia, por lo cual nos vamos a digital; abrimos un Vimeo donde durante tres días se podía visionar la película, y al cuarto había un diálogo con el director en Facebook Live. Me impresionó mucho, porque llegamos a tener hasta 3000 reproducciones en 17 países…para mí fue como: “wow”. Nos empezó a conocer muchísima gente. Cuando la pandemia nos lo permitió, continuamos itinerante, hasta que ganamos el FOCINE (Fomento al Cine México) de acondicionamiento y equipamiento de salas de cine para abrir un espacio físico.

Fui acreedora en la primera edición FOCINE en 2021, cuando apoyaron a trece proyectos. Entre los requisitos pedían que estuvieras operando desde hace al menos un año, que el 40% de tu cartelera sea cine nacional y el 10% sea para públicos específicos: infancias, comunidades indígenas, LGBT, etc. Ya cuando quedas tienes que entregar reportes trimestrales con las funciones que tuviste, y también tienes que poner una cortinilla previa a la película mencionando que la función es gracias al apoyo de esta entidad. Lo más difícil de la convocatoria fueron los tiempos, porque postulamos en febrero, nos dieron el premio en mayo y tuvimos el dinero en septiembre; tuvimos que estar ajustando los precios, ya que lo que cotizamos en febrero ya no costaba lo mismo siete meses después. 

Somos el único proyecto en Aguascalientes, por lo menos, que exhibe constantemente. De repente hay otras muestras, pero son esporádicas. Ya nos hicimos de una una comunidad que gusta del cine que no puede encontrar en otros espacios. Por ejemplo, tuvimos una muestra de lenguas indígenas que creí que a nadie le interesaría, pero las funciones se llenaron: 70 personas por función, que en Aguascalientes es mucho la verdad. Trabajando en esto de la formación de públicos durante cuatro años puedo decir que sí depende mucho de la experiencia; no es tanto la película, sino poder tener un diálogo y compartir qué te pareció, lo cual da otra perspectiva. 

Las personas nos han recibido muy bien, incluso en Cinema Nubo se ha conocido gente que ahora son novios o que ya se hicieron tus amigos. Nos buscan en Internet y nos siguen, se llevan a sus perritos…es súper lindo, porque no nada más es ver la película y adiós; realmente tratamos de hacer una comunidad, después la comunidad te respalda y ahí es cuando ves indicios que vas por el buen camino. También, ahora que hacemos encuestas, por ejemplo, sobre las películas mexicanas favoritas, como tal nos dicen “tal, que la vi con ustedes”, lo cual está bien padre porque antes se percibían más respuestas como “el cine mexicano es malo y siempre salen estos actores, siempre son de estas temáticas”. Entonces, que te digan “mi película mexicana favorita es esta”, que quizá no tuvo mucha difusión o era medio complicada de ver, me hace decir: “sí estoy formando un público”.

¿Cómo sobrevive una sala de cine independiente en Aguascalientes?

Abrimos nuestra sala hace dos años, de hecho abrimos el 2 de octubre e inauguramos con Olimpia. Seguía siendo pandemia…todo iba bien hasta que llegó enero, cuando todo empezó a medio bajar, después me embaracé, y de repente ya no era sostenible la sala. Teníamos que hacer ofertas (estudiantes $40 o 2X1 los jueves), además, la gente ya no compraba dulcería. Tenía funciones a las que iban dos personas, estudiantes, o sea estaba ganando $80 pesos, porque no compraban en dulcería…y yo tenía que pagar $300 del envío del Blu-ray. Ya me salía más caro el caldo que las albóndigas y tuve que cerrar.

Entre las cosas que nos hacía mucho paro era que enfrente había un un bar donde se juntaba la comunidad artística de Aguascalientes, sin embargo, también cerró y perdimos a mucha gente. Por ello, seguimos haciendo funciones como cuando empezamos, de manera itinerante; nos íbamos a restaurantes, bares, escuelas, municipios, a donde fuera, y estuvo bien, porque por ejemplo traje Pinocho, que fue muy difícil puesto que era DCP.

Nuestra sala estaba divina, hermosa, cabían 35 personas. En lugar de tener butacas decidí comprar sillones reclinables…yo quería que fuera muy hogareño, que se sintiera como estar viendo pelis en la sala de tu casa. A mí personalmente me molesta mucho ir a los cines comerciales, a este duopolio, y sentir que no me puedo mover, no puedo estirar las piernas, no me gusta. Tenía una zona de puffs, entonces, si no querías sillones, podías quedarte en el piso, acurrucarte todo bien. Era muy, muy cálida, era un club de amigos que se juntaban para ver cine, pero se cerró, así que continuamos itinerante. Se me hace muy extraño, porque de esa forma llegan más personas, llegué a tener cuatro funciones llenas de la misma película, cuando a veces en mi sala ponía una función y no tenía tanto aforo. 

En septiembre llegué a un acuerdo con el Instituto de  Cultura de Aguascalientes que me está prestando una sala audiovisual que está dentro de una biblioteca, donde hago las funciones. Es el acuerdo que tenemos, pero yo sigo con mis sillones en una bodega esperando el día en que vuelva a tener una sala propia.

 

Con todos estos cambios que ha tenido Cinema Nubo, ¿cómo ha evolucionado su oferta?

Ahora tenemos talleres, todos de manera online porque nuestro objetivo es llegar a esas personas que no tienen acceso tan fácil a algo presencial. Ha estado muy padre porque he colaborado con gente de, por ejemplo, Argentina, que ha estado interesada en dar sus talleres conmigo…y así es como nos unimos, estamos 50 personas de nueve países aprendiendo de festivales de cine, de guion, de cine de terror…es muy lindo porque incluso haces networking.  Además, tenemos precios muy accesibles, porque vuelvo a lo mismo: está pensado para las personas que no les es fácil estudiar o formarse en sus en sus latitudesTambién seguimos con nuestras actividades itinerantes, de repente recomendamos películas o a veces nos escriben personas que están haciendo un crowdfunding y los apoyamos; o sea, tratamos de promover, porque al final de cuentas somos una promotora.

Han participado con distintos espacios para ampliar la exhibición, ¿cómo has logrado esas colaboraciones?

Yo le agradezco mucho a Brenda Rodríguez, ella fue mi maestra en la universidad y es la fundadora de la Cineteca Zacatecas. Siempre nos llevamos bien en la carrera y vio que tenía interés por exhibir, por lo que me dijo que había algo llamado CEDECINE, que es la comunidad de exhibidores cinematográficos de México; y me metió. 

Ella me ha abierto muchísimas puertas, porque el estar en CEDECINE y conocer a mis colegas y amigos me ha permitido hacer todas estas colaboraciones. De hecho admiro mucho a Paula Astorga, quien me invitó al Seminario Público del Futuro que se hace en FICUNAM, donde conocí a muchísima gente, conocí a Fernanda Río, que estuvo un ratito en el IMCINE) y tiene un libro llamado Cómo hacer un cine club, el cual me ayudó muchísimo para poder abrir Cinema Nubo. De repente todas las personas o todos los proyectos que yo admiraba ya tenían cara.

¿Qué diferencias encuentras en el público que visita las salas de cine comerciales y aquellos que frecuentan las independientes?

Cuando tenía la sala, una vez entró una señora con sus hijas y dice: “ay mira, qué lindo un cinito, vamos”, pero luego se quejó porque no veía bien, ya que no teníamos niveles (todos los sillones estaban al raz) y había mucho ruido. Así nos dimos cuenta que una persona que está acostumbrada a ir al cine comercial no está acostumbrada a otro tipo de experiencias. Siento que las personas tienen muy romantizada la idea de ir al cine y que todo esté oscuro y que esté en silencio, que nadie hable… y yo les digo que si quieren hablar, hablen… por ejemplo, a mí sí gusta ver las reacciones de la gente. Pero también por eso trato de tener actividades complementarias, porque puede que no te haya gustado la peli, pero ¿qué tal ver las las estrellas con un telescopio?, y a lo mejor regresas para ver qué actividad voy a tener al día siguiente.

¿A qué te refieres con que programar es educar? 

En 2019 hice una programación a las afueras de la ciudad, porque Aguascalientes es la ciudad número uno en suicidios. Mucho tiene que ver con que tenemos empresas japonesas, cuyos trabajadores usualmente viven en la periferia, en el oriente de la ciudad, donde hay mucha delincuencia, muchos suicidios, muchas cosas así,  ¿por qué? Pues porque los papás nunca están porque dobletean turnos, entonces descuidan a los hijos, los hijos empiezan a delinquir o empiezan a sentirse con problemas y después mucha presión. 

Teniendo ese contexto de mi ciudad, dije: “hay que poner películas que tengan muy buena calidad, que tengan un mensaje positivo con el que ellos se puedan sentir identificados”, porque eso es lo que hace el cine…y a lo mejor te puede servir más ir a ver una peli que ir al psicólogo.

Me refiero a que programar es educar por cómo una película te está transmitiendo muchísimos mensajes de manera indirecta y tú no te das cuenta, pero cuando lo recibes es como: “ah, caray”. Nosotros como programadores tenemos una responsabilidad muy fuerte porque no se trata nada más de presentar lo que a nosotros nos gusta, sino de exhibir también cosas que incomodan, pero que es importante hablar de ellas. Programar ese educar;  debes tener esa responsabilidad social, además de estar bien consciente de las necesidades y el contexto que tienen las personas a las que se los vas a mostrar.

Has dicho que el cine es un lenguaje universal, sin embargo, no a todos les llega de la misma forma, ¿qué piensas que podríamos hacer para empujar esto? 

¿Como espectador, como exhibidor o como distribuidor? Es que siento que es una cadenita, definitivamente es el problema del cine mexicano: se hace mucho y se ve pocoahí se tienen que hacer, por ejemplo, legislaciones. Yo puedo decir: “dense chance de ver cine independiente, no romanticen tanto la idea de ver el cine en el cine común, investiguen sobre los festivales que están cerca de su comunidad, vean si hay universidades que ofrezcan cine clubes”, pero los exhibidores te van a decir otra cosa, porque dependen de las distribuidoras, y las distribuidoras te van a decir otra cosa porque dependen de agentes de ventas…y así.

Lo único que puedo hacer es invitarte a desromantizar la experiencia del cine, a que no te quedes con lo que te ofrecen normalmente o lo que tienes más fácil…busca un poquito más y valorar la chamba de quien exhibe, porque no nada más es ponerle play.

Como exhibidora independiente agregaría que quiero programar cine y que se vea, pero también tengo que comer, pagar la luz de la sala y todas estas cosas por lo que lamentablemente tengo que cobrar. Es decir, por más que yo quiera que se vea el cine y que haya cine en Aguascalientes, pues no se puede así solo…necesito dinero para hacer eso.

Desde el nacimiento de Cinema Nubo, ¿crees que ha habido algún cambio en la exhibición y distribución del cine mexicano?

No puedo hablar tanto generalmente, pero algo también que me llevó a iniciar Cinema Nubo fue que en el Anuario Estadístico del Cine Mexicano 2017 se había roto récord de 200 producciones nacionales, jamás se habían hecho tantas películas, se estrenaron 80 y de esas, 34 llegaron a Aguascalientes. Si ves el anuario del mismos año vienen 2 espacios que proyectan cine en Aguascalientes y si ves el del 2022 ya son 17 y ya se estrenaron 50 películas…de esos 17 espacios yo gestioné seis. No quiero decir que Cinema Nubo apoya al cine mexicano, no, yo lo noto más local, ha habido más cine en Aguascalientes y al final de cuentas esas estadísticas suman a nivel nacional. Ahí es cuando te das cuenta que tu proyecto sí aportó.

Y sí he notado un cambio. Antes cuando hacía funciones tenía tres personas y dos era mi mamá y mi hermana, y un profe. Ahora tengo funciones llenas y tengo que hacer funciones extras, porque la gente recomienda, además, ya tengo ciertos deals con distribuidoras que me dan primicias o que me dan exclusivas. A veces dicen: “cómo que la película está en otras partes de la República, está en Cinépolis y aquí no”. En esos casos Cinema Nubo tiene la película, y los demás dicen «si no la veo  aquí,  en un jardín con sillas plegables ya no la vi». No importa que sea un jardín, que haya ruido o que sean sillas plegables, la gente va a ver la película. Eso ha ido hablando bien de nuestro proyecto y acercándonos un poquito más a que haya más públicos. Entonces, pues sí, sí siento que ha ido mejorando la exhibición en Aguascalientes sobre todo, porque es lo que tengo más a mi vista. 

Y ahora por ejemplo en CEDECINE nos buscan productores o distribuidoras para que hagamos circuitos de exhibición con todos los cine clubes del país, que somos como 200, entonces, está bien padre, porque también las distribuidoras ya nos ven como una oportunidad de poder llegar realmente a más público. Y a veces está más padre estrenar en un circuito alternativo y cultural que estrenar directamente comercial.

Entonces, sin pensarlo y sin dudarlo, el futuro somos los espacios alternativos activos, somos los que van a hacer que la exhibición y las películas vivan, porque si no se ven, no existen. Somos muchos acá trabajando para que existan las películas.

¿Qué sigue para Cinema Nubo? ¿Qué qué planes tienes?

A mí me encantaría como no tienes una idea que haya una Cineteca Estatal y un poquito ya hemos estado trabajando hace un par de años con esto. Ahorita Aguascalientes es Capital Americana de la Cultura, entonces están apoyando mucho el arte y la cultura en la ciudad y eso me gusta porque siento que entonces hay un poquito más de chance de que se vuelva a realidad. 

También me gustaría conseguir un lugar ya fijo tal día a la semana haya funciones…ya no ser tan itinerante y que la gente empiece a ir para yo poder demostrar que hay un público y demanda para, entonces, poder proceder a meter el proyecto ya como tal de una Cineteca total. Eso es lo que yo quiero así, tal cual. Y otra es retomar la muestra, es algo que me gustaba mucho y quiero seguir con eso.

Finalmente, Ambar Muñoz invita a que la gente de Aguascalientes conozca las propuestas de Cinema Nubo y, si están fuera, disfrutar la cartelera de forma online totalmente gratis o también buscar los espacios en diferentes Estados de la República con los que colabora para llevar más cine al país.

Yetla_GM Ver todo

Periodista apasionada por el cine, marketera apasionada por el contenido de cine.

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