Saltar al contenido

CODA: el coming of age que ha conquistado a los premios | Crítica

CODA: el coming of age que conquistó a Sundance | Crítica

Por: Iván Guzmán

En Sundance 2021 una película logró lo que ninguna otra antes y rompió el récord como la más premiada del certamen tras llevarse el premio del público, el de dirección y del jurado. Se trata de CODAdirigida por Sian Heder y protagonizada por Emilia Jones, Marlee Matlin y Troy Kotsur. Lo anterior llama la atención porque, en primera instancia, CODA pareciera ser una feel-good movie de una chica cuyos padres no la comprenden, y quien después de sortear una serie de obstáculos, logra su bienestar y cumplir sus metas. Sin embargo, la directora logra, tras una ejecución bien pensada y una dirección de actores casi impecable, dotar a su filme de una narrativa visual y un ritmo que la convierten en una película que vale la pena ver.

CODA es un remake mejor logrado de La Famille Bélier (2014) del director parisino Éric Lartigau. En ella conocemos la historia de Ruby (Emilia Jones) una adolescente que crece en una familia en la cual todos sus integrantes son sordos; motivo que la lleva a autoimponerse el trabajo de ser su intérprete con el mundo sonoro. Además, la protagonista descubre de manera fortuita un amor por el canto y la música, al mismo tiempo que su familia —pesquera de oficio— está en una crisis derivada de regulaciones gubernamentales, cuyo trabajo precarizado no les permite cumplir. Así es como Ruby se encontrará ante la difícil decisión de permanecer con su familia para ayudarlos a sobrellevar la crisis o seguir su nueva pasión y alejarse de ellos.

La dependencia de la familia Rossi para con Ruby se construye a partir de pequeños indicios, desde la cita con el médico hasta su padre comunicándose con el gremio pesquero; aquí, la directora hace un juego interesante con la cámara, en el cual observamos siempre en primer plano a Ruby comunicándose con lengua de señas con su padre, mientras que de fondo y difuminados, observamos al resto del mundo hablando casi siempre a los gritos. Con esto se forma una especie de línea imaginaria que no permite a los Rossi ser parte del mundo.

Y es quizá en la fotografía donde está uno de los puntos más fuertes de CODA, pues todo el tiempo juega con las texturas y los colores, empatándolos con los sentires de sus personajes, además de que el diseño de arte hace que las locaciones hablen por las situaciones. Un ejemplo es la secuencia que abre la película, donde vemos un horizonte dividido entre el mar y el cielo tal como ese camino de dos vías que está por enfrentar el personaje principal; asimismo, el cielo presentado es uno lleno de nubes, quizá como un adelanto de la canción final. Por su parte, la discusión con su hermano sucede en un terreno seco y lleno de pequeñas embarcaciones encalladas, tal vez como los proyectos que no pudo emprender debido a su condición como una limitante.

Más allá de tratarse del camino de crecimiento de Ruby, también observamos el de su familia, sin embargo, este resulta más complicado. En cada secuencia donde Ruby se desprende de su familia, la vemos lograr algo para su crecimiento personal; en contraparte, cuando la familia trata de prescindir de la ayuda de la hija menor,  observamos a sus miembros fracasar a lo grande, desde la negociación de los precios del pescado hasta la pérdida de su licencia pesquera.

Respecto a la construcción de la relación con sus padres, también resulta interesante, pues mientras que el padre de la familia parece no entender, también se presta a apoyar. Pero, por el lado de la madre, es notorio que esta funge como una madre-jaula similar a lo observado en Las mujeres verdaderas tienen curvas (2002) de Patricia Cardoso o incluso en Lady Bird (2017) de Greta Gerwig. Este conflicto madre-hija parece tener su reconciliación cuando su madre admite que le hubiera gustado que Ruby naciese sorda. Y es que en este sentido el coming of age de Ruby no sólo es el del adolescente que no se siente entendido por sus padres, sino que además sus padres están de facto, imposibilitados para escucharla.

CODA: el coming of age que conquistó a Sundance | Crítica
CODA

No podemos dejar de mencionar la excepcional actuación que ofrece Emilia Jones, cuyo personaje presenta su evolución de menos a más a medida que se va desprendiendo del lenguaje de sus padres y adopta el suyo, que es el canto. Resulta cautivador verla contestar con lenguaje de señas ante la interrogante sobre qué le hace sentir la música, para después desprenderse de sus complejos y permitirse cantar sin ningún tapujo.

Finalmente, la secuencia de la audición es por demás excepcional, pues presenta a una protagonista que no sólo se ha apoderado de su propio lenguaje, sino que se permite presentarlo a su familia y ellos logran por fin comprenderlo. Al despedirse de ellos observamos a Ruby  realizar una seña con la mano la cual el en filme no tiene ya subtitulaje, pues ya no existe más la barrera entre ambos idiomas.

CODA, que compite por el Oscar 2022 a Mejor Película —entre otros—está disponible en Amazon Prime Video y para renta en Apple TV+

Ve aquí el trailer de CODA 

 

 

Categorías

Noticias

Etiquetas

,

Deja un comentario