Saltar al contenido

Cómo Sean Connery cambió a James Bond para siempre

sean connery
miguel portal

Ante la triste noticia del fallecimiento de Sean Connery, el actor británico de origen escoces, se le ha recordado por algunos de sus emblemáticos papeles en la pantalla grande. Quizá para unos parezca injusto que sus memorables participaciones en películas como Marnie (1964) de Alfred Hitchcock o El nombre de la rosa (1986) de Jean-Jacques Annaud sean hasta cierto punto eclipsadas por su papel de James Bond en las películas de la compañía EON Productions. Pero lo cierto es que Sean Connery fue un parteaguas en la cultura pop gracias a las aportaciones que el agente 007 recibió de él.

El escritor londinense Ian Fleming, autor de las novelas originales de James Bond, quería ver a la superestrella del momento, Cary Grant, en la piel de su protagonista para la primera adaptación en la gran pantalla de una de sus novelas. Sin embargo, el corto presupuesto de la productora no permitiría contratar al galán de Hollywood, así como tampoco sería posible conseguir las otras propuestas que dio Fleming (celebridades internacionales como James Mason o Patrick McGouham). Por lo que en 1961 se llevaron a cabo las audiciones para Dr. No, adaptación de la cuarta novela de Fleming que serviría como debut para James Bond en el cine. Para la desgracia de su autor, quien quedó con el papel fue un fornido actor escocés cuyos rasgos distaban de las descripciones de sus novelas.

Para entonces, Connery ya había protagonizado algunas películas y era particularmente reconocido por su natural carisma. No obstante, en la producción del filme se rumoreaba que Fleming no tenía opiniones muy halagadoras de Connery, a quien incluso se refirió como poco refinado. Y es que el origen del ambos no podía ser más opuesto; mientras que Fleming contó con una educación privilegiada gracias a que su padre trabajaba como diputado, Connery no tuvo la misma suerte: su padre había sido obrero en una fábrica y chofer de autobús a la vez, mientras que su madre se dedicó a la limpieza. El contraste de sus orígenes molestaba particularmente a Fleming, cuyo personaje de James Bond estaba inspirado en sus experiencias personales.

Parece ser que una vez que el rodaje inició, las cosas cambiaron. En el set fue donde escritor y actor se conocieron por primera vez; éste último demostró entonces su capacidad actoral que, en buena medida, había sido potencializada por la dirección de Terence Young. Y no es que Connery se apegará cien por ciento al Bond de las novelas, pero otorgó la emblemática e imante personalidad de un espía irónico que combinaba sorpresivamente bien con los aspectos varoniles que tanto eco tuvieron en la era de la revolución sexual. Como señala el crítico Peter Bradshaw en The Guardian: “Ian Fleming quedó lo suficientemente impresionado como para fabricarle raíces escocesas a Bond en libros posteriores”.

sean connery ian fleming

Fue así que en Sólo se vive dos veces, una de las últimas novelas que escribió Fleming, el 007 comenzó a tener sentido del humor, pues anteriormente contaba con una personalidad mayormente fría y hasta algo simple. Y lo más interesante: en la historia se revela por medio de un obituario que el padre de James, Andrew Bond, es de Escocia, particularmente de Glencoe. De esta manera acercó a su personaje con el de la versión cinematográfica, aspecto que retomarían futuros escritores de las aventuras del agente, así como directores e interpretes en venideros proyectos cinematográficos. En 1964, mismo año en que la novela fue publicada, Ian Fleming falleció a sus 56 años. Otros 56 años después, el 30 de octubre de este caótico 2020, se despidió de nuestro mundo Sean Connery, el actor que cambió a James Bond para siempre.

Categorías

Noticias

Deja un comentario