El último baile: el deporte con cliffhangers | Capítulos 1 y 2

En 2018, ESPN anunció una serie documental que abordaría el camino de los Toros de Chicago, equipo profesional de la NBA, de la temporada 1997-1998, la última ocasión en la que su dinastía quedaría campeona. En diciembre de 2019 salió el primer tráiler de El último baile (The last dance) el cual reveló una mancuerna con Netflix, especialista en series y principal distribuidor en streaming, lo que aseguraría el éxito en consumo. Irónico, pues “el líder mundial en deportes” es hijo de Disney.
Una producción así no es algo extraño para este gigante de la cultura televisiva. Si ustedes no lo saben -no los culpo porque estos programas tienen más difusión en Estados Unidos-, para contar historias alrededor del deporte, crearon la serie 30 for 30 (tómenlo como una recomendación, hay capítulos excelentes). Originalmente sólo se haría una temporada con treinta episodios para celebrar el trigésimo aniversario de ESPN, pero ha sido renovada hasta la actualidad, incluso llegando a obtener un Oscar por la excelente OJ: Made in America. Es decir, hay experiencia y, más importante, una estructura a seguir para enganchar al público general, aun si no se es aficionado al deporte.
El capítulo uno comienza con Michael Jordan, la figura principal del meollo -aunque se dice que es sobre la escuadra completa, sabemos que se trata mayormente sobre él-, de espaldas. Ahí se introduce al espectador sobre la situación de los Bulls en esa época. Terminó la temporada 96-97 con el quinto título para este equipo, pero el offseason (término para definir el periodo entre campañas) traería mucha incertidumbre porque la gerencia estaba indecisa de seguir con ese núcleo de jugadores por su “avanzada” edad. Desde esta presentación breve se elabora la trama de la serie: la crónica de la muerte anunciada de, posiblemente, el conjunto profesional más importante de la historia.
Podría pensarse que sería complicado crear picos dramáticos alrededor de un relato muy conocido y abordado antes en múltiples formatos. O sea, ya todos sabemos que esos Toros ganaron el sexto anillo, que MJ terminó por consagrarse como el mejor de la existencia en su deporte y que de ahí se disolvió la pandilla. ¿Cómo le harían para la tensión?
La diferencia primordial cae en la utilización de grabaciones obtenidas durante todo ese año por un crew dedicado especialmente a seguir al equipo en sus últimos rebotes. El material no había sido usado antes y, de hecho, sirvió para publicitarse como valor agregado de este documental. Las grabaciones, que incluyen ciertos momentos íntimos del grupo como pláticas de vestidor, días en el autobús, llegadas al aeropuerto de París y demás, se intercalan con testimonios de los protagonistas, principal y obviamente, a Jordan; sin embargo, también hay palabras, entre otras figuras, del entrenador Phil Jackson y de periodistas especializados para contrastar las declaraciones.
Este esquema es común en el documental deportivo por la gran cantidad de archivo que hay. ¿En dónde se ve la mano narrativa de Netflix? En cómo se meten los ganchos.

En el episodio inicial se alza -con justa razón- a “su aérea majestad” como el fenómeno más impresionante en el deporte moderno y se menciona la gran conjunción que había con su reparto; al mismo tiempo, se antagoniza al gerente general Jerry Krause, encargado de las decisiones administrativas de la plantilla. El sujeto malvado de traje cuyo gran ego le impedía ver los diamantes que poseía. El remate viene con los jugadores en la motivación antes de un encuentro. El cliffhanger de la emoción de ver un reloj suizo -deportivamente hablando- por última vez.
El segundo capítulo es similar. Hay un gran segmento que habla de una lesión de Jordan al inicio de su carrera, la cual le impidió estar a toda potencia por buena parte de la campaña de 1985, así como de su gran regreso en las eliminatorias. El resto es sobre las disputas entre Krause y Scottie Pippen, el mejor compañero de Mike y el mejor jugador “secundario” de la historia.
Es en esta segunda parte en la que se observan claramente los colmillos de esta mancuerna ESPN-Netflix. De inicio, vuelven atractivas unas peleas contractuales que datan de más de 20 años atrás y las hacen relevantes para, insisto, un cuento con final cerrado. Fíjense en el desenlace: otro cliffhanger descarado, pero extrañamente efectivo.
A pesar de sus jugarretas narrativas que denotan las formas de consumo del entretenimiento actual, es imposible decir que este inicio de El último baile no fue sumamente potente. Los registros inéditos suman mucho a una historia llamativa ante cualquier óptica.
Netflix irá liberando dos capítulos cada lunes hasta completar la decena el 18 de mayo.
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