Fotógrafa de la semana | Alejandra Aragón

Las ciudades también se configuran a partir de las ausencias. Alejandra Aragón nació en una ciudad donde éstas son latentes, y se ha acercado a ella a través de la fotografía. Sin embargo, sus inquietudes van más allá de documentar; cada imagen funciona como un campo semántico que se deslinda de la tradicional representación de las marcas de la violencia en la que se envuelven tales ausencias.
Alejandra Aragón fue parte del Seminario de Producción Fotográfica del Centro de la Imagen en el 2017. También participó en el festival Ambulante y el Festival Monat der Fotografie-OFF Berlin en el 2018. Actualmente es becaria de programa Jóvenes Creadores del FONCA 2018-2019.
A continuación la charla que tuvimos con ella:
¿Cuál fotografía o serie ha sido para ti el mayor reto?
Definitivamente Premoniciones, que es el resultado de mi trabajo durante el Seminario de Producción Fotográfica en el Centro de la Imagen 2017-2018. Por un lado porque por primera vez me tuve que enfrentar con los procesos de la institución. Confrontar los discursos de la fotografía de arte actual, con la cual nunca me sentí muy identificada.
A través de él decidí enfrentarme al problema de la representación de las mujeres de mi ciudad. Mi intención era materializar la experiencia de crecer en Juárez en la época del boom mediático de los feminicidios.
Mis reflexiones me llevaron a darme cuenta de que sobre la imagen de nuestros cuerpos se está depositando constantemente la carga simbólica de la ciudad. Y eso es muy fuerte. Es incluso una manera de reproducir violencia, y de victimizarnos.
El proyecto es como mi Frankenstein porque es una amalgama de muchas cosas, un monstruo que aún no termino de crear y el cual transformó drásticamente mi mirada sobre la ciudad y la vida en ella.
¿Quiénes son tus fotógrafas y fotógrafos favoritos?
No sé si te puedo hablar así de mis fotografxs favoritos de todos los tiempos, pero si te puedo hablar de quienes me gustan mucho en este momento. Con todas me identifico, y trato de integrar lo que aprendo de ellas en mis propios intereses y práctica.
Juno Calypso creo que es una de las pocas fotógrafas así mainstream que me gusta. Logra complejizar tantos niveles, la perfomatividad del cuerpo y la imagen, la estigmatización y construcción de los estereotipos de la feminidad, los esfuerzos para lograr la belleza hegemónica, las capacidades de la tecnología y la medicina para modificar nuestros cuerpos, las presiones sobre los cuerpos de las mujeres y nuestras percepciones, nuestra relación actual con las imágenes a través de las redes sociales, su uso del color y los espacios. Todo en ella me gusta, pero creo que me conflictúa un poco que sigue partiendo como desde un lugar muy privilegiado y cuya estética es muy fácil de apropiar por el mercado.
Alguien que creo que lleva al otro lugar muchas de las mismas ideas es Carol Spindola, quien hace una reflexión mucho más politizada y asociada a cómo se construye el conocimiento a partir de la contradictoria relación entre la instrumentalización de los cuerpos feminizados y la invisibilización de los cuerpos no hegemónicos. Creo que sus observaciones sobre la historia de la pintura y las ilustraciones patológicas son súper necesarias para entender los origines de nuestros paradigmas.
Sonia Madrigal porque con ella me siento completamente identificada, su estilo, su sensibilidad para mirar el mundo de las periferias y las fronteras que dividen al Estado y la Ciudad de México, logra de una manera sencilla lo que siempre fue mi objetivo con la foto documental, tratar de abordar nuestras violentas realidades de manera digna y reforzando la vida antes que la violencia, y desde una mirada propia, alejada de la visión colonizadora de las miradas que definen nuestras emblemáticas ciudades. Y sobre todo tratar de develar lo menos aparente, aquello que posibilita las violencias más extremas.
Iris Díaz, una artista de aquí de Juárez que creo que está usando la foto de manera súper interesante, como ella misma lo dice, “tuve que usar la foto sobre mi experiencia y dejar a un lado la gráfica y otros medios porque la maternidad no me dio tiempo de hacer arte de otra manera”. Esto creo que habla de nuestra relación actual con la foto y las condiciones en que muchas mujeres tienen que hacer arte. Iris documenta su experiencia de la maternidad desde la particular mirada de su condición de joven fronteriza, que por lo general tienden a ser las sujetas de otros fotógrafos. Especialmente en esta frontera. Se me hace un ejercicio de autorrepresentación que le roba al fotodocumentalismo de otros su lugar privilegiado.
Richard Mosse y las puntuales observaciones que hace a partir de la técnica sobre colonialismo, sobre la invisibilidad de las estructuras de poder que finalmente desembocan en las circunstancias que el fotoperiodista cree estar denunciando. Su trabajo revela muchas capas sobre el poder, la guerra, y el rol que tiene la fotografía como instrumento que si bien puede ser un catalizador, también perpetúa la violencia.
Liza Ambrosio, y esta maravillosa idea que desarrolla en su proyecto La Ira de la Devoción de exorcizar todo lo arrastrado por las generaciones pasadas y cortar de una manera violenta pero lúdica con su historia personal y aquello que la determina. Algo así como un hechizo echado desde las imágenes, un ritual de rompimiento. Es una bruja de la foto.
¿Qué posibilidades creativas y personales te ha dado la fotografía?
La fotografía y la imagen audiovisual en general han sido medios que me permiten vincularme y tratar de hacer sentido del mundo.
Tiendo a ser ensimismada y aislada, impaciente, y la foto me ha enseñado a salir y afrontar mis miedos e inseguridades para mejor interactuar con las personas.
Lo que intento ahora es tratar de no ser víctima de ellas.
¿Cuáles consideras que son actualmente los retos y posibilidades de la fotografía mexicana?
Pues creo que algunos de los retos los señalo en mis comentarios sobre las fotógrafas que me gustan; el hacernos conscientes de la foto como instrumento que reproduce violencia y perpetua las estructuras mismas de las condiciones que pretendemos develar o denunciar. Encontrar las mejores formas de abordar los temas que nos atañen, preguntar si la fotografía es realmente el mejor medio para hacer esto.
También están los retos del gremio, la precarización laboral en la que estamos muchos. Yo veo que las y los fotógrafos mejor establecidos son precisamente aquellos que se ciñen a formas documentalistas que son las imágenes que mejor se pueden vender en medios y que son reconocidas o validadas por las grandes agencias.
Pero también está el lugar de la fotografía de arte que ficciona o usa otras estrategias de manera puntual, pero que a veces termina estatizando y por ende anulando su mismo discurso. También esta sólo se puede uno validar por medio de un sistema muy antiguo, el del “maestro”, curador o institución que te vincula y te hace famoso y especula con tu trabajo.
Por eso muchos confiamos solo en la terrible autodifusión en redes sociales como instagram.
Los artistas más establecidos tendrán otros retos. Yo por el momento sigo en la incertidumbre de saber qué va a pasar con el FONCA y la supuesta reestructuración bajo la cual se está sometiendo. Hicieron todo de manera muy abrupta y desorganizada, sin informarnos de nada durante varias semanas. Sólo nos mandaron avisar que se cancelaba el primer encuentro, como si no encontraran valor a que artistas como yo, tan alejados de la centralidad de la cultura podamos viajar y dialogar con otros artistas. Tampoco los veo cuestionando convenios o gastos de manera más puntual.
En el discurso se decidió simplemente tacharnos como privilegiados, cuando la realidad de muchos de nosotros dista mucho de ser eso. Porque finalmente mis circunstancias me llevan a establecer una relación paralela entre instituciones y la autogestión. Como dijo un amigo, “la nueva administración no sabe que tengo que trabajar en un call center para poder hacer arte.”
Si sueno confundida es porque realmente lo estoy. Creo que estamos en un momento crucial en el que las imágenes dominan nuestro entorno y capitalizan nuestras vidas y tenemos que preguntarnos seriamente para dónde ir con ellas.
Para conocer más del trabajo de Alejandra Aragón visita su página web: https://cargocollective.com/alejandraaragon y síguela en Instagram: https://www.instagram.com/aleprendelaluz/
Leticia Arredondo
Cofundadora y editora de ZOOM F7. Escribo sobre cine y fotografía.
Categorías