“Puede ser muy impactante cuando el amor llega”: Alma Pöysti, protagonista de ‘Fallen Leaves’

Conversamos con Alma Pöysti, protagonista de Fallen Leaves. La nueva película del cineasta finlandés Aki Kaurismäki llega a cines de México el 07 de diciembre, gracias a la distribución de MUBI Latinoamérica.
En un karaoke de Finlandia, las miradas de dos almas perdidas se encuentran en medio de un mundo desolado: jornadas laborales que ponen en riesgo a sus trabajadores, jefes incomprensibles, empleos mal pagados y un entorno sociopolítico desalentador. De esta forma, el amor representa la única posibilidad de los personajes para trascender –o por lo menos sobrevivir– a la dura realidad de la vida de la clase obrera.
Esa es la premisa de Fallen Leaves (2023), la película de Aki Kaurismäki que retoma su trilogía del proletariado, conformada por Shadows in Paradise (1986), Ariel (1988) y The Match Factory Girl (1990). Cuando el director estrenó The Other Side of Hope en el 2017 durante el Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale), aseguró que sería su última película; sin embargo, tardó seis años para entrar al grupo de realizadores que han anunciado su retiro sólo para, afortunadamente, incumplir su palabra.
A propósito de su estreno en la vigésima primera edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), y en MUBI Latinoamérica el próximo diciembre, Alma Pöysti charló con ZoomF7 sobre los temas que explora Fallen Leaves, la importancia de la sala de cine y aquello que debemos cuidar en tiempos de oscuridad, como lo hace el personaje al que da vida.
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Ansa (Alma Pöysti), quien trabaja en un supermercado, apenas habla a lo largo del metraje. Después de que la sorprenden guardando un sándwich con la fecha de caducidad vencida, su superior decide despedirla y sus compañeras se unen a ella en solidaridad. Por otra parte está Holappa (Jussi Vatanen), un trabajador de construcción y un gran bebedor. Un día, decide ir a un karaoke bar con su compañero de cuarto, pero se niega a pedir el micrófono porque “los hombres duros no cantan”…o eso le dice a su amigo, quien, por el contrario, presume tener talento para el canto. En este escenario con luces tenues, Ansa y Holappa intercambian miradas y, eventualmente, superan su timidez para salir a tomar un café. A partir de ese momento, sus encuentros se vuelven inalcanzables y su deseo de cambio se ve contrarrestado por malos hábitos.
En ese vaivén de tragedias amorosas, ambos parecen haber renunciado a la felicidad o a la posibilidad de encontrar el romance. Para Alma Pöysti, esto se debe en gran medida al pasado que arrastramos. “Pienso que eso puede pasarle a las personas cuando han estado solas durante mucho tiempo. Comienzas a renunciar a la posibilidad de conocer a alguien y construyes un muro, una burbuja de soledad”. En el caso de Ansa, su soledad se debe al alcoholismo y a las adicciones que le arrebataron a seres queridos; estas pérdidas conllevan caer en un estado de resignación. “Puedes entrar en un círculo de decepciones en el cual aceptas que así van a ser las cosas y que no mereces algo más”.
Esta situación que rodea a su personaje, cuenta Alma Pöysti, así como su encuentro fortuito con Holappa, son factores en los que se apoya la película para contar una historia de esperanza en medio de la oscuridad. “Puede ser muy impactante cuando el amor llega y ofrece algo más, que la vida puede ser algo más, y puede que te pase a ti”. Para la actriz nacida en la capital finlandesa, lo que Fallen Leaves sugiere es que las oportunidades llegan en cualquier momento, incluso cuando piensas que tus mejores días ya pasaron.

A lo largo de la película observamos cómo el color rojo se va complementando a la vida de Ansa: lo vemos en su ropa, en su sofá, en el vestido que decide usar para comer con Holappa. De acuerdo con Pöysti, es el color que brota cuando su corazón comienza a latir de nuevo. “El rojo aparece cuando comienza a sentir que pertenece a algo o cuando despierta la pasión en ella. Quizá es la esperanza por el encuentro”. Ese optimismo se mantiene hasta en los momentos en los que el amor se tambalea a través de Ansa cuidando del hombre que ha llamado su atención, cualidad que Alma Pöysti considera vital en tiempos modernos.
“Tengo que volver a la bondad, a la capacidad de preocuparse y cuidar de los demás. El amor viene de muchas formas y el cariño es una de ellas”, contestó la actriz cuando le preguntamos por aquello que considera valioso en tiempos de incertidumbre. “Puedes cuidar a tus compañeros o a un colega que está pasando por un momento complicado (…) si no hacemos las cosas valiosas, nadie lo hará”. Además, contó que, desde su punto de vista, Fallen Leaves es un ejemplo perfecto de que si los demás te importan y te preocupas por cada detalle, eso será perceptible; por lo tanto, será valioso. “No puedes perder nada si eres bondadoso”.
La bondad que describe también la encuentra en Ansa: “Es decir, no tiene familia, una vida amorosa, pero tiene a sus amigos y se cuidan entre ellos de una forma muy preciosa y poderosa; especialmente cuando el sistema en el que están no cuida de ellos”. Agregó que este valor es, precisamente, una lucha contra el cinismo y la indiferencia que se presenta en el relato de 81 minutos de duración.
En la historia de Kaurismäki, el cine sirve como uno de los primeros encuentros formales entre ambos protagonistas. Eligen ver The Dead Don’t Die (2019) de Jim Jarmusch, quien es amigo del propio realizador finlandés y actor en algunas de sus obras, como la comedia Leningrad Cowboys Go America (1989). Al salir del cine, una conversación entre dos espectadores, además de que deja entrever el humor seco pero eficaz del cineasta, también hace referencia a su conocimiento enciclopédico del séptimo arte: uno de ellos menciona Diary of a Country Priest (Robert Bresson, 1951) de Robert Bresson; el otro dice que la película de Jarmusch le recuerda más bien a Breathless (1960) de Jean-Luc Godard.
En este sentido, le preguntamos a Pöysti lo que significa el cine para ella como espacio físico, a lo cual remarcó lo valiosa que es la sala como experiencia colectiva. “La pandemia me enseñó cuando estaba sola viendo películas en línea lo mucho que extrañaba el espacio físico. Me di cuenta de que era algo que quería mantener. Quiero ir al cine y mantener las salas vivas, quiero que estén en mi vida. Son un espacio importante en nuestra sociedad para estar juntos, para estar rodeados de filosofía, humor, historias sobre lo que significa ser humano o simple entretenimiento”.
En Fallen Leaves la importancia del cine es tal, que Holappa, después de perder la esperanza de volver a encontrar a Ansa por un descuido, se planta afuera del lugar en el que vivió momentos de felicidad. Detrás de él hay un póster de Brief Encounter (1945) de David Lean, película que cuenta un drama sobre una mujer llamada Laura que espera a su amado todos los jueves en la estación de tren. Las salas de cine como espacios de felicidad están regresando a la nación de la protagonista de la cinta. “No sé cómo sea aquí (México), pero en Finlandia están comenzando a regresar a los cines y es maravilloso. Cuando la pandemia nos quitó esos espacios, te das cuenta de lo que has perdido”.
Para terminar, le preguntamos a Alma Pöysti sobre el estudio que realizó para encarnar a Ansa. Si bien le fue prohibido ensayar antes del rodaje, pasó mucho tiempo en bares y supermercados para empaparse del trabajo de su personaje y contó que se dio el tiempo de hacer una playlist, pero también revisó toda la filmografía de Kaurismäki porque “tienes que saber de lo que eres parte y entender que eres un pequeño eslabón en una cadena muy larga que está hecho de muchísimos otros eslabones”.
Para los segundos finales de la charla, describió su preparación como “aprender a entrar en la mente y corazón de Aki (Kaurismäki)”. Sin embargo, confesó que se encuentra en un constante proceso de búsqueda, porque “hay demasiado ahí adentro”.
Fallen Leaves (Hojas de otoño) llega el 7 de diciembre a salas de Cinépolis
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