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Broker: la familia se construye en el camino | Crítica

Broker: la película de Hirokazu Kore-eda llegará a México

Con Broker, Kore-eda logra entregar una película valiente, cuyos cuestionamientos no se resuelven…eso, al igual que el final abierto, le corresponde al espectador.

Durante la Edad Media en Roma, el infanticidio era parte del día a día en la sociedad; aunque todavía los historiadores se debaten entre las causas, la más aceptada parece ser aquella que apunta a un control de la natalidad y una proto-planificación familiar previa a los anticonceptivos. Tal fue la permisión de dicha práctica que el Río Tiber —sí, donde arrojaron a Rómulo y Remo— se llegó a atiborrar de cadáveres de neonatos, abandonados por sus madres a plena luz del día.

Dicho suceso obligó al Papa Inocencio III a instaurar los pesebres giratorios en algunos conventos, donde las mujeres podían abandonar a sus bebés para que las monjas cuidaran de ellos. Dicha idea prevalece hasta nuestros días con las llamadas ‘baby boxes‘, usadas en distintos países, como Estados Unidos y en algunas regiones de Europa o incluso Asia. Su principal propósito es que a los bebés no deseados se les pueda abandonar sin que su vida corra algún riesgo.

Es justo es a partir de una ‘baby box’ donde arranca historia de Broker, dirigida por Hirokazu Koreeda. En una noche lluviosa y oscura, una mujer camina hacia una iglesia con un bebé en brazos. Ante ella se encuentra la posibilidad de abandonar a su bebé recién nacido. Lo que no sabe es que del otro lado del muro de la iglesia hay un par de voluntarios que aprovechan a los bebés recién abandonados para venderlos a parejas, cuyas condiciones biológicas o legales no les permiten ser padres. Pasada la noche, la joven madre que decidió dejar a su hijo, se arrepiente y vuelve por él, descubriendo el extraño negocio.

A partir de ello la película se convierte en una road-movie tragicómica, que cuenta con un elenco excepcional conformado por aclamados actores: Song Kang-ho, recordado por su participación en Parasite (Bong Joon-ho, 2019); Bae Doona, conocida por su papel en Lady Vengeance (Park Chan-Wook , 2005); Lee Ji-eun (UI), la famosa cantante de K-pop UI, y el Gang Dong-won. Es gracias a las magistrales interpretaciones que se perciben los dilemas morales que aquejan a los personajes, quienes, mediante cortos pero profundos diálogos, externan sus pasados tristes y sombríos.

El cine del japonés suele rondar por los mismos temas, rupturas y familias que se construyen desde la ausencia. Sus personajes se desarrollan como piezas de rompecabezas que, aunque hayan perdido su complemento original, encuentran dónde encajar. Y aunque esto podría parecer el cultivo perfecto de un feel good movie, en su primera película coreana va más allá al sembrar cuestionamientos sobre diversas prácticas y planteamientos morales.

Es así como resaltan temas como la familia tradicional, el comercio de infantes, las condiciones de los orfanatos y, quizá el más complicado de tratar, el aborto: las mujeres en Broker no sólo lo omiten como una opción, sino que se molestan cuando este es mínimamente sugerido, tildándolo de infanticidio, lo cual, evidentemente, corresponde a una cuestión moral y cultural. En este sentido el discurso parece sugerir que es mejor crecer como huérfano, que no nacer.

Otra muestra de lo anterior lo vemos en la detective Su-jin (Bae Doona), quien, al igual que el espectador, comienza juzgando a la distancia a la ‘falsa familia’; a la madre por ser la que abandona, y a los otros por ser traficantes de personas. Sin embargo, conforme se revelan las causas de las acciones, empatiza hasta llegar al punto de colaborar en su conformación como familia, una familia que incluso se refleja en la camioneta donde viajan los personajes: destartalada y extraña, pero funcional, pues sus miembros se aceptan tal y como son, agradecen su existencia y no se permiten lugar para los secretos.

Broker: la película de Kore-eda ya está en cines de México

Por otro lado, es evidente una división del papel de los personajes según su género. Las mujeres son las que ejecutan, las que juzgan y las que son juzgadas, las que cargan con las consecuencias de sus decisiones, mientras que los hombres viven de acuerdo a las condiciones que los han forjado y no hacen más que adaptarse a ellas.

Finalmente, cabe mencionar cómo Kore-eda dota a la ciudad de un carácter prosopopéyico al hacerla partícipe de la historia. Ahí está la madre  encontrándose con una cuesta arriba mientras se dirige a dejar en el abandono a su recién nacido. La primera secuencia, donde los personajes, frente a un campo que comienza a florecer, juegan a ser familia. La rueda de la fortuna como escenario para el cuestionamiento hacia lo que depara el futuro; la ambivalencia entre arriba y abajo.

Fiel al estilo que lo caracteriza, Kore-eda logra entregar una película valiente, cuyos cuestionamientos no se resuelven…eso, al igual que el final abierto, le corresponde al espectador, quien a través de lo propuesto por la cámara del cineasta deberá poner a prueba sus convicciones y su empatía para con los personajes.

Broker está en cines de México 

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