Capítulos de ‘Black Mirror 6’ ordenados de lo peor a lo mejor (sin spoilers)

Black Mirror 6 cuenta con cinco capítulos que exploran temas como el adoctrinamiento religioso y político, la comercialización de la privacidad y el avance tecnológico como retroceso social.
Por: Saúl Morón
El creador de Black Mirror, Charlie Brooker, ya es reconocido por arriesgarse en términos creativos, y en la temporada seis ha reinventado la serie abriendo la posibilidad de convertirla en “Red Mirror”, como se ve en el último capítulo. Brooker es también conocido por anticipar avances tecnológicos de moralidad dudosa que se producen en la actualidad; en Be Right Back (temporada 2), un servicio crea un chatbot a partir de datos de redes sociales para imitar a personas fallecidas, una idea que se refleja en los actuales chatbots de Inteligencia Artificial (IA) y servicios de avatares digitales. En Metalhead (temporada 4) presenta perros robot armados, similar a los dispositivos caninos que Ghost Robotics está probando para el ejército estadounidense.
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También cabe destacar que dicho intento por renovar constantemente la serie ha generado tanto aplausos como abucheos. Por ejemplo, la quinta temporada enfrentó críticas de quienes la consideraron de una calidad menor comparada con las anteriores, debido a que sus tres episodios no eran tan innovadores en sus conceptos o tan agudos en su crítica social.

Ahora, Brooker no ha dejado a nadie indiferente con Black Mirror 6, entrega con la cual nos anticipa que estamos a tan sólo media década y una computadora cuántica de que algunas de las tramas de esta entrega también se tornen realidad. En este ranking (sin spoilers) desglosamos los cinco episodios de la nueva temporada y los ordenamos de los menos valorados hasta los más aclamados.
Ranking de Black Mirror 6 de lo peor a lo mejor
5. Mazey Day
La reconocida actriz Mazey Day (Clara Rugaard) logra ocultar un crimen que cometió; no obstante, el incidente la afecta profundamente y se aísla del mundo del espectáculo. Su inesperada desaparición desata un frenesí entre las agencias de noticias faranduleras, cuyas recompensas llaman la atención de Bo (Zazie Beetz), una paparazzi retirada que da con el paradero de la actriz para desentrañar su verdadero secreto.
El cuarto capítulo de Black Mirror 6, dirigido por Uta Briesewitz, ha sido el blanco de las críticas más duras de esta temporada; de principio a fin los hechos suceden sobre una línea de realismo simplista que propone una mórbida cacería entre lobos y ovejas, encarnados en la figura de paparazzis y estrellas del espectáculo. Se trata de un episodio conciso y directo en el que no importa la sofisticación del entramado; su desarrollo no sugiere el futuro de la historia y retiene información hasta el final. Una propuesta argumental y narrativa muy similar a la de Amateur Night, película dirigida por David Bruckner que pertenece a la antología de terror V/H/S (2012).
La insultante facilidad con la que la protagonista alcanza sus metas es acorde al verdadero tono de la historia que se revela hasta la penúltima secuencia. El desenlace, aunque no se ajuste a la premisa inicial, carece de relevancia; lo realmente importante es la moraleja. Aun así, el episodio resulta entretenido y especialmente crítico con la idea de que el periodismo auténtico y el mundillo de la farándula no son tan lejanos como se podría pensar, y que la monstruosidad inherente al ser humano está siempre a un click o un apretón de gatillo de revelarse.
4. Loch Henry
Dirigido por Sam Miller, el segundo capítulo de Black Mirror 6 cocina a fuego lento la historia de una joven pareja de cineastas: Davis (Samuel Blenkin) y Pía (Myha´la Herrold), quienes llegan a un pintoresco pero desértico pueblo irlandés con el objetivo de hacer un documental sobre un tema poco prometedor. La trama toma impulso cuando ambos arriban a la posada ‘Lochside’, el único bar que queda en el pueblo. Es ahí donde Pía se entera sobre Iain Adair y sus atributos criminales que llevaron al pueblo a la quiebra, lo cual incita a la pareja a investigar el caso para su documental.
Aunque se sospecha que no alcanzarán el descubrimiento importante que su película necesita para lograr una fama similar a la de Jeffrey Dahmer y demás asesinos seriales explotados en Netflix y otras plataformas, el giro en la historia se hace predecible debido a las pistas que revelan. Sin embargo, las actuaciones deslumbrantes, el suspenso y la tensión del entramado enganchan y perturban, especialmente después del clímax.
Quizás lo más inquietante de este capítulo referente a la —a veces incómoda— relación entre la tecnología y las personas, es la exploración de la necesidad humana de registrarlo todo en pro del interés morboso por ver y mostrar los aspectos más oscuros de nuestra naturaleza. Además de esto, el episodio ofrece una crítica contundente a la obsesión por convertir a los asesinos y sus crímenes en productos estelares del espectáculo.
3. Joan is Awful
El primer capítulo, dirigido por Allin Pankiw, gira en torno a Joan (Annie Murphy), una directora de recursos humanos que el mismo día despide del trabajo a su amiga y empieza una aventura con su ex novio. Cuando regresa a casa para descansar con su actual pareja, descubre que una plataforma de streaming ha recreado su vida, revelando todos sus secretos a través de una serie televisiva generada por inteligencia artificial en la cual Salma Hayek interpreta a la ¿verdadera? Joan .
Es uno de los episodios sobresalientes de Black Mirror 6. La premisa de convertir la vida de alguien común y corriente en un mundo semi ficcional, exagerando sus debilidades y defectos para transmitirlo de manera masiva, evoca a obras célebres como The Truman Show (Peter Weir, 1998), Synecdoche, New York (Charlie Kaufman, 2008) y The Show About the Show ( Caveh Zahedi, 2015). Asimismo, el episodio indaga en el control de la tecnología sobre sus consumidores, la comercialización de su privacidad y el camino siniestro que la industria del entretenimiento podría seguir si aprovecha la inteligencia artificial, para seguir explotando lo obsceno y lo miserable con el fin de mantener a sus espectadores pegados al espejo negro.
2. Demon 79
En el quinto episodio, bajo la dirección de Toby Haynes, vemos el regreso de la actriz Andana Vasan, quien tuvo su primera aparición en la serie en el episodio inicial de la tercera temporada. Ahora se roba el protagonismo al interpretar a Nida Huq, una inmigrante de la India, vendedora de zapatos, que se ve aislada socialmente por el racismo británico de finales de los 70. Mientras es maltratada en el trabajo, así como acosada por los fanáticos nacionalistas y los esposos y padres de familia depravados, libera sin querer a Gaap, un demonio interpretado por Paapa Essiedu.
Los personajes establecen una tumultuosa conexión ¿de amistad? Él es un demonio novato que debe corromper a Nida para completar su iniciación, por lo que la convence de realizar una serie de asesinatos. Después de resistirse, Nida acepta y descubre cómo aprovechar esta misión para contrarrestar la hostilidad opresiva de su entorno y prevenir que el nacionalismo evolucione hacia el fascismo.
Esta epopeya sobre el adoctrinamiento religioso y político, con tono de terror existencial de los años 20, tipo Tales From The Crypt (William Gaines, 1989), aborda con doble perspectiva el radicalismo como producto del miedo a lo desconocido y, al ser abiertamente sobrenatural, se contrapone a las tecnopesadillas futuristas de la serie. No obstante, en las visiones del futuro de Nida encontramos un guiño a The Entire history of You, el tercer capítulo de la primera temporada.
Dos aspectos hacen destacar a este episodio de Black Mirror 6; el primero es la interpretación de Vasan como Nidia, un personaje complejo, oprimido pero furioso. La actriz retrata con autenticidad y potencia su turbulencia emocional, fluctuando entre la necesidad de conformarse y el anhelo de liberar su verdadera naturaleza. Su actuación enfatiza la incertidumbre y agiganta la intriga de la trama. Y segundo, el capítulo es presentado por “Red Mirror”, una pista de que la serie pondrá más foco al terror y a la sangre en vez de a las pantallas.
1. Beyond The Sea
El tercer capítulo de la serie destaca sobre los demás. Ha recibido elogios tanto de la crítica como de los fans, porque además de que logra recuperar la esencia de las primeras temporadas, su trama es cruda y cierra con un final más sádico del que se vislumbra en su desarrollo engañosamente previsible.
Dirigido por John Crowley, nos transporta a una versión retro futurista del año 1969, marcada por notables progresos tecnológicos. Los astronautas Cliff y David, interpretados respectivamente por un magistral Aaron Paul y un catatónico Josh Hartnett, cumplen la misión de custodiar una nave en su travesía de seis años por el vasto cosmos. Ambos tienen la posibilidad de transferir sus conciencias a sus réplicas mecánicas en la Tierra mediante enlaces de llaves personalizadas, permitiéndoles disfrutar de tiempo junto a sus familias.
El matrimonio de Cliff es frío y monótono, y el vínculo con su hijo es distante. Su hogar es una vieja casona alejada de los ajetreos citadinos (estrategia para proteger a su familia de los fanáticos extremistas). Contrariamente, David y su familia viven en un ambiente urbano, donde él disfruta del reconocimiento y los elogios por la misión que lleva a cabo. Es afectuoso con sus hijos y muestra un cariño efusivo hacia su esposa. Sin embargo, su mundo se desmorona tras una tragedia.
A partir de ese suceso de pesadilla, Cliff, preocupado al ver las nuevas tendencias suicidas de su copiloto, teme por su propia vida y la integridad de la misión, razón por la que ofrece su réplica a David para que salga del confinamiento de la nave y se recupere. David acepta, pero queda cegado por la envidia y el egoísmo; se obsesiona por sustituir todo aquello que perdió, poniendo en riesgo la supervivencia de ambos y el éxito de la misión.
En este episodio, Brooker rinde nuevamente tributo a Ray Bradbury, el autor estadounidense más destacado en el género de la ciencia ficción en Estados Unidos, pero esta vez lo hace de manera más directa. No sólo se muestra la antología de cuentos The Illustrated Man (1959) cuando Cliff lee su portada, sino que se incorpora la atmósfera de The Concrete Mixer y la premisa de Marionettes, Inc., relatos pertenecientes a dicho libro.
Del primer título, Brooker toma prestada la idea de la primera nave terrestre que viaja a Marte y se convierte en responsable de una futura invasión marciana. Pero, principalmente, a partir de este relato se ilustra una sociedad consumista que se agarra del fanatismo religioso; los sentimentalismos y la falsa idea de romance como bases del matrimonio. En el caso de Marionettes, Inc, Bradbury distribuye de manera equilibrada el egoísmo, la envidia y la maldad entre los seres humanos y las máquinas, mientras que en Beyond the Sea Brooker reajusta la premisa: rebaja a las réplicas robóticas como meros medios sin voluntad propia, dejando como única fuente la maldad a los humanos.
El mejor capítulo de Black Mirror 6 explora la soledad en medio del luto y el temor al desamparo, entrelaza emociones como el amor, la frivolidad, los celos, el deseo y el abandono, para empujarnos a empatizar con ambos protagonistas. Beyond the Sea también rescata la esencia de las primeras temporadas, porque se repite la moraleja sobre el retroceso social como consecuencia del avance tecnológico.
En esta nueva temporada nadie es protagonista de su propia vida; todos viven o buscan vivir una réplica de los deseos inalcanzables, impuestos por un sistema que convierte lo nefasto en espectáculo. Atormentados por sus pérdidas irremplazables, consolados por sus demonios, consumidos por sus obsesiones y entregados al trance de una libertad condicional, todos, exceptuando la serie misma, se convierten los autómatas que los adictos al morbo les obligan a ser.
Análisis de Black Mirror
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