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¿Hacer cine en Durango? Retos y experiencias de una joven cineasta | Entrevista

Hacer cine en durango

¿Cómo es hacer cine en Durango? Paola Chavira Leyva nos cuenta su experiencia como directora en uno de los estados de México donde menos cine se produce.

Por: Luis Carlos Pérez

En 2022 se mantuvo el récord de producción de cine mexicano, 258 largometrajes —uno menos que el año anterior—, según datos del Anuario Estadístico del Cine Mexico del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) 2022. El territorio donde se produjo más cine fue en la Ciudad de México (54.9 %), seguido de Jalisco (9%). Aunque al hablar de locaciones el porcentaje de centralización es menos (la capital figura con el 22.8 %), la brecha significativa entre la cantidad de cine que se hace en la ciudad de México y en el resto de la república es evidente.

¿Qué hay sobre la realización de cine en Durango? El mismo documento indica que en 2022 en Durango se grabaron seis largometrajes, el 2.4% del total producidos. En cuanto a producción, la cifra es menor; es decir, no todas las películas filmadas se produjeron ahí, en dicho año sólo un largometraje se produjo en el estado, lo cual representa el 0.4% del total. La película fue Columbus. En busca de Los Dorados de Villa, de Marcos Almada.

¿Hacer cine en Durango? Retos y experiencias de una joven cineasta | Entrevista
Porcentaje de producción por estado en 2022. IMCINE

Tales cifras colocan a Durango entre los estados con menos producción a nivel nacional, al igual que Tlaxcala, Coahuila, Chihuahua y Baja California Sur. Este 2023 la situación no apunta a ser diferente. En 2022 hubo cambio de gobierno: José Rosas Aispuro Torres (PAN) cedió la gubernatura a Esteban Villegas Villarreal (PRI) envuelto en acusaciones de corrupción que dejaron vacías las arcas del estado, lo que provocó el anuncio del gobierno entrante promoviendo un discurso de austeridad.

Siguiendo esa línea, el Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED) anunció que retiraría su apoyo financiero al Centro de Cinematografía y Actuación Dolores del Río (CCAD), asociación civil creada en 2018 que impulsa la formación artística cinematográfica a través de diplomados y cursos. Instituciones como la Universidad Juárez del Estado de Durango (Ujed), a través de su Filmoteca, consideró fundamental el apoyo al CCAD para el futuro del cine en Durango. “El despropósito es enorme cuando de esa escuela han surgido cuatro generaciones de cineastas, mujeres y hombres, con un nivel de profesionalización que requiere impulso, no cancelación”, se expresó en un comunicado.

El CCAD, cuyas actividades están en pausa, es una de las pocas instituciones que existen en el estado donde se pueden estudiar disciplinas relacionadas al cine; además de la Universidad Autónoma de Durango, que ofrece la licenciatura en cine y producción audiovisual, y del Centro Estatal del Conocimiento y las Artes (Cecoart), donde se imparten algunos talleres, los jóvenes de todo el estado que desean abrirse camino en el cine no cuentan con más opciones.

Según el director del Instituto de Cultura del Estado de Durango (Iced), Francisco Pérez (vía El siglo de Durango) más que retirar completamente el apoyo, lo que se busca es analizar el presupuesto a partir de su viabilidad, costo, beneficio e impacto social, pues afirma que el 80 % se iba en pago de nómina.

En este contexto entrevistamos a Paola Chavira Leyva, egresada de la primera generación del CCAD, escritora, directora y productora del cortometraje El camino de la izquierda (2018), además de colaboradora frecuente del Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango. Además de contarnos sobre su experiencia estudiantil —dentro y fuera del estado—, comparte sus impresiones sobre la escena de cine en Durango y cómo dichos cambios en el estado afectan la educación cinematográfica local.

Retos de hacer cine en Durango: entrevista con Paola Chavira Leyva 

¿Por qué decides hacer cine y quiénes son tus principales influencias?

Decidí hacer cine a partir del momento de vivir mis primeros rodajes como claquetista. Encontré un lugar donde me sentí libre, en el cine puedes ser quien eres y decir tus ideas, encontrar una comunidad muy bonita. En cuanto a las influencias, siempre siento que me falta cine por ver, pero de cine mexicano admiro a Amat Escalante, la forma que tiene para contar injusticias y hacerlo interesante. De cine internacional me gusta lo atrevido e innovador de Gaspar Noé…siempre muestra lo que se le hincha un huevo y le sale, y también Lars von Trier, por loquito y logrado. Me gusta mucho la sangre y los temas perturbadores.

¿Cómo ha sido tu camino en el mundo del cine en Durango?

Empecé en la primera generación de Polos Audiovisuales (proyecto extinto del IMCINE) en Durango, lo que se juntó con la Semana del cine en Durango, que es cuando el IMCINE trae películas y talleres al estado. Fue importante porque Polos Audiovisuales se trata de documentales, y la semana del cine me permitió acercarme a la ficción.

Un parteaguas fue que la secretaría de turismo del estado, junto con la Facultad del Cine de la CDMX, armó una beca para el rally de cortometrajes que se organizaba en el Oaxaca FilmFest (también extinto). La gané y me fui a grabar un cortometraje en tres días. Me enamoré de un chavo de Campeche, que entonces tenía 19 años y ya había grabado varios cortometrajes…justo había terminado uno que logró financiar a través de Fondeadora. Conocerlo, saber que era dos años menor que yo y que ya había hecho tanto me inspiró a dirigir, pues nunca me había animado.

En el Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango empecé como jurado joven con un taller (ahora se llama Encuentro Korián) en el que cada año se reúnen entusiastas del cine para fomentar el intercambio de ideas y experiencias del quehacer cinematográfico. Después fui voluntaria y participé en la selección oficial. Una vez dentro te das cuenta que aún con el apoyo del FOCINE se hace con poco presupuesto…siempre faltan manos.

¿Cómo fue tu experiencia estudiando cine en CCAD?

Fue bastante enriquecedora. Me hubiera encantado que durara más, ya que era un diplomado de dos años. No contaba con demasiado presupuesto, y aunque había muchas prácticas y buenos maestros, no siempre se podía usar el equipo, que de por sí era escaso. Eso, aunado a mi personalidad (por momentos me sentía insegura, con miedo a equivocarme y que me vieran) me dificultó el aprendizaje. El CCA buscaba inculcar la precisión y la puntualidad, y a comparación de mis compañeros tuve varias faltas, por lo que no pude dirigir ningún proyecto final. Eso me pegó bastante en el ego, pero a la vez me impulsó a grabar un cortometraje saliendo del diplomado.

Con el retiro del apoyo financiero del gobierno al CCA, ¿cómo vislumbras la realización de cine en Durango?

Trabajé en gobierno durante un mes, y estando ahí me di cuenta que los políticos de aquí son la gente rica de Durango, personas que siempre han sido ricas porque les viene de familia. Por lo tanto, se preocupan en mantener su poder, en gobernar para ellos y darse los puestos importantes.

Considero que la existencia del CCA les molestaba porque no tenían las manos metidas. Se argumentó que sólo hay un millón de pesos de presupuesto, y que mejor se empleará para formar gaffers: lo que quieren es que vengan producciones de la Ciudad de México o el extranjero, y que aquí en Durango sólo se contraten asistentes, todo lo contrario al enfoque del CCA. Yo creo que el CCA no va a morir, está en pausa hasta que encuentre la forma de autofinanciarse y subsistir.

Sin embargo, al final importa más la parte industrial que el arte. Lo sé porque en una ocasión discutí con Sergio Gutiérrez, figura importante en Durango del cine por el lado gubernamental. Una vez hizo un comentario directo y malintencionado; mencionó que por comprar cámaras profesionales para la escuela le quitamos fondos para poder traer películas comerciales. Nos lo dijo en la cara…no me quedé callada y le dije que era más importante formar artistas reales a traer películas tan básicas y que se hacen en cualquier lado. Me contestó que lo importante es la industria y que las películas comerciales son las que dejan varo. Con gente así al mando estamos jodidos.

¿Hacer cine en Durango? Retos y experiencias de una joven cineasta | Entrevista
‘El camino de la izquierda’, cortometraje de Paola Chavira

¿Dirías que hay escena de cine en Durango?

La verdad es que se hace más cine del que uno creería. Lamentablemente no se exhibe demasiado, hay muchos cortos que se quedan guardados en discos duros. Poco a poco hay más generaciones que se interesan por lo audiovisual. Para eso funcionaba bien el CCA; Durango es una cuna de muchos artistas, hay muchísima variedad de temas y visiones, a pesar de ser una ciudad pequeña.

¿Cómo crees que podría mejorar el panorama?

Aquí el cine se hace si ganas un fondo o si tienes varo. Me encantaría que se apoyara más a producciones locales y no sólo a las extranjeras, que hubiera más fondos estatales. Las producciones que graban aquí casi nunca usan cineastas locales. Me encantaría que se le regresara el financiamiento al CCA y poder estudiar en una escuela pública con buenos profesores, lo cual ayudará a descentralizar el cine.

¿Qué tipo de cine haces y cómo has podido exhibirlo? 

Me gusta tanto la ficción como el documental. A veces parece inverosímil o poco importante tomar fotos o videos en lugares que con el paso del tiempo desaparecen, pero lo único que queda es el registro visual. En cuanto a la ficción me parece una forma de evadir la censura, al menos en relación al periodismo, que en México si quieres tocar ciertos temas como periodista, te matan. Me di cuenta que mis primeros trabajos eran muy tristes, así que últimamente he tratado de tener un enfoque más positivo, de salud mental.

La exhibición es un trabajo de tiempo completo, se requiere que el director o productor esté al pendiente de cualquier convocatoria…hay que mandar constantemente. Mi primer corto, El camino de la izquierda, ganó el festival de Durango; a partir de ahí empecé a mandarlo a diferentes convocatorias, y así es como pudimos exhibir en el Vancouver Latin American Film Festival, el Festival Dulcísimo Ovario y en el Festival Internacional de Cine con medios Alternativos.

¿Qué proyectos tienes a futuro?

Estoy desarrollando mi primer largometraje, un documental low budget (de bajo presupuesto). He tenido dos etapas de filmación. Hay una frase muy cursi: “el documental te encuentra”. Y fue así…no estaba muy planeado. Después de un ejercicio en un taller con la documentalista experimental Elena Pardo me decidí a empezar a grabar por grabar. Hice un voluntariado en Puerto Vallarta, grabé por grabar y me encontré con material para una película, aunque carecía de narrativa, por lo que empecé una segunda etapa de. Con este trabajo quiero retratar lo que es ser una artista joven provinciana.

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Video dirigido por Paola Chavira 

¿Qué opinas del panorama de la realización de cine en Durango?

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