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Edgar Apanco y las claves para hacer periodismo de cine en México

Entrevista con edgar apanco

 

La carrera de Edgar Apanco inició en el campo de la investigación numérica enfocada a CEOs y altos ejecutivos de industrias distintas a la cinematográfica. Sin embargo, el tiempo le enseñaría a unir su pasión por las cifras y el cine para dar rienda suelta a su labor como crítico y analista de la taquilla mexicana y estadounidense.

Un buen números de estrenos desfilan cada semana por las carteleras de cine, pero ¿te has preguntado cómo es el desempeño de estas?, ¿cómo se mide o qué se califica? Pues has de saber que existe una rama del periodismo cinematográfico que se encarga de ello: el análisis de taquilla. Pocas son las personas en México que se dedican a analizar y explicar el número de salas asignadas a cada película, la cantidad de personas que acudieron a verla, su recaudación y demás indices que ofrecen instituciones como la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (CANACINE).

Uno de ellos es Edgar Apanco, cuyos análisis de taquilla se pueden leer en Paloma y nacho, un sitio web de la exhibidora más grande en México, Cinépolis. En entrevista con ZoomF7, el periodista mexicano, quien también colabora en Cine Premiere, Heraldo de México TV (Tiempo de negocios), W Radio (En Fin) y La Octava TV (El Octágono), nos cuenta cómo decidió entrar al mundo del cine desde la visión numérica.

Pero no sólo eso, Apanco también habla de cómo ha sido abrirse camino en una industria difícilmente valorada por los medios, el surgimiento de críticos a partir de las redes sociales y de la importancia de generar conversación sobre el cine mexiacano. 

¿Cómo fue tu acercamiento al cine? 

Te empiezo a contar la historia… Estudié periodismo en dos universidades: empecé la carrera de Periodismo en la UNAM, en la FES Acatlán, que tuve que dejar a la mitad porque me tocó una época de huelgas y muchos cierres, por lo que me desesperé, me salí y terminé la carrera de Ciencias de la Comunicación en el TEC de Monterrey. Cuando estudias comunicación de forma muy poco consciente entras a este medio sin tener capital social, sin tener un solo contacto que te pueda abrir camino, guiar o recomendar de alguna manera, entonces, yo me metí y fui dejando que la profesión me fuera llevando.

Los primeros trabajos que conseguí fueron en revistas de negocios, en una revista que se llama Inversionista y después en Alto Nivel, donde tuve diferentes puestos editoriales en mesa de redacción, nunca como reportero, pero siempre tuve la inquietud del cine. Sabía que no iba a ser director de cine…mi personalidad y mis intereses no me daban para ello, pero sí me gustaba la crítica cinematográfica, siempre me gustó, desde los 15 años que vi Pulp Fiction en el cine y me voló la cabeza, entonces dije “como que ahí está lo mío”, pero no sabía cuál tenía que ser ese abordaje.

Ya estando en la carrera, escribía en los medios internos de la escuela, y algún profesor vio mis críticas y me dijo “usted debería dedicarse a escribir sobre algo relacionado con el cine”, pero desde siempre tuve muy claro que había un exceso de críticos (más ahora con medios digitales), y más hacia películas comerciales o películas de cine de arte, y también noté que siempre había una subrepresentación y un desdén hacia el cine mexicano. Desde esas épocas de estudiante me empezó a llamar la atención el cine mexicano, estamos hablando de los 90, cuando se producían 10 películas al año, entonces había oportunidad de ver todas las que se estrenaban.

pulp fiction

¿Por qué decidiste abordar el cine desde los números?

Aunque en mis primeros años profesionales me dediqué al periodismo de negocios, siempre estuvo esa espinita de “podría hacer algo de cine mexicano”. Entonces, dio la casualidad que la editorial de la revista Inversionista tenía como vecinos a Cine Premiere, y en alguna ocasión platicando con uno de sus editores comenté que me gustaba mucho el cine, por lo que me empezó a encargar algunas críticas de películas que eran en VHS todavía. Veía la película y hacía la crítica. Desde luego que en esas primeras revistas que publiqué las críticas eran de un párrafo, porque era la extensión que me encargaban, yo casi, casi quería enmarcar mi revista, ¿no?, porque tenía una crítica publicada en Cine Premiere, que era la revista que leía de estudiante.

Pasó el tiempo y me fui a otra editorial, y curiosamente Cine Premiere fue adquirida por esta editorial, ¿qué sucedió ahí? Con mi formación de periodismo de negocios me empecé a interesar por los números de taquilla, y hacía de cotidiano reportajes sobre cuánto cuesta hacer una película mexicana, cuál es el punto en el que una película se vuelve rentable y qué se necesita para que una película la reviente en taquilla. Así me empezó a interesar ese mundo de la industria y dije: “creo que mi camino está por ahí, hay una oportunidad donde yo me puedo hacer un hueco hablando de los números de la industria”. Veía que en Estados Unidos se hacían reportes de taquilla, análisis de cuánto pueden recaudar las películas y yo lo empecé a hacer con la taquilla mexicana, y en particular le empecé a dar seguimiento a los filmes mexicanos, cosa que no se hacía.

Fue así como empezó a suceder que integrantes de la industria, los productores, los mismo directores o los actores, empezaron a consultarme sobre qué sucedía con sus películas. En algunas ocasión los productores de Nosotros los nobles me dijeron que ellos tenían una proyección de 150 millones de pesos, pero que cada semana me estaban siguiendo en Cine Premiere porque confiaban en lo que yo decía por la experiencia que tenía hablando de la taquilla mexicana, entonces así empecé a crear estos vínculos con diferentes actores de la industria. 

¿Qué ha pasado en estos años de pandemia con el cine mexicano y en qué te has concentrado a partir de esto? 

El cine mexicano antes vendía uno de cada 10 boletos del total de boletos que se venden en el país, pero después de la pandemia se ha convertido en tres de cada 100. Puede que este 2023 sea diferente…es una situación crítica. Entonces a mí me importa mucho hablar de números de taquilla, que se hable de la industria y que se hable de cine mexicano, porque si no generamos conversación de cine mexicano no existe.

La ventaja que se tiene ahora es que existen otras ventanas en streaming, y también hay que hablar de eso, porque algunas películas han llegado directo ahí por lo mal que les va en cines. En el caso de México, el fin de semana de estreno es crítico, por ejemplo, en redes, en las clases que doy o con amigos, me la pasé recomendando Huesera, que es una buena película mexicana, sin embargo,  le tiene que ir bien en el primer fin de semana. Así que lo que nos toca es generar esa conversación para que la gente sí la vaya a ver o de lo contrario va a ser una película que va a naufragar terriblemente. 

A mí me toca generar conversación a partir de los números. Si tengo buenos números con Infelices para siempre, le comparto la nota a Adrián Uribe para que le dé retweet porque él no va a estar buscando los números, él va a estar buscando quien hable de esa película. Pues bueno, eso es lo que me ha tocado hacer en esta chamba. 

Hace tiempo dirigiste el contenido de Sector Cine, medio perteneciente a Videocine, ¿cómo fue esa experiencia? 

Hace unos años, el jugador principal de cine mexicano, Videocine, nos contempló en su estrategia de contenidos para trabajar en Sector Cine, que era un sitio en donde se le daba espacio a series y películas blockbuster, pero sí había decididamente una intención de representar al cine mexicano, hablar más del cine mexicano y hablar más en consecuencia de las películas de Videocine. Somos muy buenos para hablar de cine mexicano de arte o de festivales, pero cuando se trata de hablar de Infelices para siempre, ¡qué desdén, qué tragedia!

Yo aprendí a no hablar del arte en sus películas, porque en muchas ocasiones no tienen, pero sí a qué decir de ellas. Por ejemplo, Dulce familia es una mala película, pero ahí hablábamos del gran atractivo que tenía el regreso de Florinda Meza, quien tenía más de tres década inactiva en el cine mexicano. O si estamos hablando de Mirreyes vs Godínez centrémonos en el director o el elenco y por qué es importante ver esta película más que ver una crítica, porque ahí sale perjudicada.

Entonces aprendimos a hablar el lenguaje Videocine, aprendimos a saber qué decir de esas películas. Creo que eso es bien importante; no tenemos que decir que son obras de arte cuando no lo son, pero sí podemos generar conversación de esas películas, por ejemplo el caso de Infelices para siempre yo he llevado de forma constante la conversación de que es la película post pandemia más taquillera.

¿Cómo te diste cuenta que realmente podías dedicarte a esta profesión? ¿Lo veías como un negocio?

Ese no es el plan que necesariamente todo el mundo sigue. Quienes quieren ser críticos de cine o quienes se quieren dedicar a la industria apuestan muchas veces todas sus canicas a esto…yo no, me gusta, es lo que más he expuesto de mí en redes, pero no vivo de esta actividad, vivo de mi trabajo en la agencia de contenidos ICO, Inteligencia Creativa.

Eso me da un gran colchón y una gran tranquilidad de no estar buscando colaboraciones y que además de todo me paguen esas colaboraciones, porque pareciera que dedicarse a la crítica de cine es por gusto, pareciera el común. En muchos de los medios no se pagan estos trabajos, lo cual hace que todo el mundo quiera o pueda escribir. Es un trabajo poco, o mal o no remunerado, entonces yo me he movido en medios donde no es mi ingreso principal, ese es mi modus operandi en esta industria. 

¿Cómo has hecho contacto con los medios en donde has ido colaborando?

Redes sociales y publicaciones. Por ejemplo, en Videocine se acordaron de mi trabajo por los reportes de taquilla y porque yo de cotidiano hablaba favorablemente de sus películas que hacían buenos números en taquilla.  

¿Bajo qué parámetros elegiste la red social que usarías para dar a conocer tu trabajo?

Con el tiempo aprendí a ser mono afectivo, así que elegí la red en la que sabía que estaba la gente que me interesa, la gente de la industria: me fui con Twitter, la red de la gente enojada. Ahí me di cuenta que estaban los contactos que me interesaban a partir de que sucedió la pandemia, que es cuando me empezaron a buscar para noticieros…algo que yo nunca había hecho, entonces me buscaron para El Heraldo Televisión, W Radio, La Octava Televisión. Es un trabajo que se fue haciendo a partir de productores que veían mis colaboraciones. 

Edgar Apanco sobre cómo hacer periodismo cinematográfico en México
Foto tomada del Twitter @elapanco

¿Cómo has ido generando ese capital social del que carecías al inicio? 

Los he ido generando sobre la marcha. De repente cuando es el cumpleaños de algún actor con el que he tenido contacto a través de una entrevista, lo felicito, se acuerdan de mí y ahí sigue ese vínculo o cuando es el aniversario de alguna película que considero relevante hago el tuit correspondiente. Ahí estoy con esa presencia constante, saludando, recordando que yo soy Edgar, el que habla de los números en taquilla, y creo que eso ha sido una particularidad de lo que he hecho, que todo el tiempo pretendo que me ubiquen como analista de la industria

¿Cómo te organizas para combinar tu labor en la agencia de contenidos y la profesión periodística? 

Hay quienes tenemos la bendición de tener un trabajo que nos permite acomodar nuestras actividades a cómo funciona nuestro día, ¿no? En este caso llegó la pandemia, nos fuimos en la totalidad a un trabajo en virtual, y ya conforme pasaron los años implementamos un esquema híbrido: tres días a la semana vamos a la oficina y otros dos días se trabaja desde casa, entonces, el tener ese esquema flexible me permite manejar mis tiempos.

Todos los días los empiezo dando clases en el Tec de Monterrey de 7 a 9 de la mañana, después tengo el trabajo en la agencia, que queda relativamente cerca del Tec Santa Fe. Mi trabajo son en promedio 8 horas al día, pero nunca me ha extrañado trabajar un poco más noche o un poco más temprano en función del compromiso que tengo al mediodía o por la tarde…ya sé que ese tiempo que me como del trabajo lo repongo en otro momento, sé  que siempre existe esa posibilidad y esa tranquilidad, puedo organizar mis agendas de tal forma que el trabajo que tengo que entregar pueda ser antes o después de ese compromiso que ya quedó ahí a medio camino.

¿Qué consejo le darías a aquellos que se quieren dedicar a esta industria? 

Trabajar mucho, ¿a qué me refiero con trabajar mucho? Cuando estábamos en el proyecto de Sector Cine me tocó contactar a colaboradores por redes sociales, y me llamaba la atención que hacían un buen trabajo con la crítica, pero de repente les queríamos exigir un poco más, pidiéndoles una entrevista o un reportaje y ¿qué sucedía? Eran incapaces de hacer este trabajo, me llamaba muchísimo la atención, porque entonces parecería que es sencillo hacer críticas cuando en realidad es un trabajo que requiere investigar, conocer mucho cine, ver cantidades industriales de cine para encontrar referencias, paralelismos, estilos, saber de géneros y referenciar a otros autores.

Sí veía que faltaba periodismo de investigación en cine. Se hacen pocos reportajes sobre industria o sobre los procesos de filmación de las películas, se hacen pocos reportajes sobre temas que tiene que ver con la representación geográfica de las películas, ese tipo de estudios, de crónicas…no nos enteramos de la filmación de películas mexicanas y por tanto hace falta conversación. Hace falta que se trabajen otros géneros, pareciera que todo es la crítica, que no hay un universo más allá cuando se pueden hacer un montón de cosas que serían bien valoradas por los medios especializados y generales.

Y también hay que explorar otros formatos que van más allá del texto, creo que en México todavía somos muy dados al texto o a la videocrítica en comedia, si la video crítica es “jajaja que simpática” la premiamos con likes y views, pero si es más profundo, no lo premiamos de la misma forma. Parecería  que en México heredamos la comedia como género rey en la taquilla y lo queremos trasladar a todo, incluyendo la crítica, ¿si la crítica no es divertida entonces no es buena crítica? No, las críticas pueden ser serias y también hay que consumirlas.

¿A qué formatos les encuentras más valor? 

Valor y posibilidades, al podcast y videopodcast. Creo que si algo nos enseñó la pandemia es que podemos aprovechar nuestros tiempos de una forma maravillosa escuchando información, que podemos utilizar nuestros trayectos escuchando información de valor. Entonces, encontrar en podcasts, entrevistas, reportajes o análisis temáticos es algo de muchísimo valor. Son canales valiosísimos que se pueden aprovechar para presentar todos estos géneros, es el lugar perfecto porque podemos contar historias que la gente puede escuchar, puede recordar y seguirnos, seguir nuestra conversación.

¿Qué experiencias, buenas y malas, te ha dejado esta profesión?

Me ha dejado muchas más experiencias buenas que malas, experiencias malas la verdad ni las recuerdo, creo que todas han sido buenas experiencias porque al final de cuentas los que crecemos enamorados del cine, y que tenemos contacto con los creadores…híjole, nos cambia la vida y nos da una emoción bárbara, tan sólo ver nuestro nombre escrito, reflejado en los medios que leíamos de estudiantes o de chicos, también ¿no? Entonces creo que hay muchas satisfacciones de por medio. 

¿Qué le dirías a aquellos que desean dedicarse a hablar de cine?

Creo que hay dos vías bien válidas, una es la que yo utilicé de tener un plan b, tener un trabajo ahí al lado y no descuidar esta pasión que lo decían en el Secreto de sus ojos: la gente puede cambiar de cara, de religión, de todo, pero no puedes cambiar de pasión, entonces si la pasión es el cine, ahí va a estar siempre, hay que buscar la forma en la que siempre esté presente, con un podcast, con unas videocríticas, con colaboraciones que hagamos de cotidiano, creo que la frecuencia es muy importante.

La frecuencia y la constancia…si nos queremos dedicar a tiempo completo o a tiempo parcial a esta profesión tenemos que ser bien constantes, publicando en redes sociales, haciendo nuestras colaboraciones lo mejor posible y especializandonos, conociéndonos , tomando cursos, tomando carreras relacionadas con el cine en la medida de lo posible, porque a veces somos muy holgazanes y creemos que ya con lo que vimos es suficiente para poder hacer una crítica, y no: siempre es bueno seguir viendo, consultando a los expertos sobre cómo hacer criticas, cómo redactar diferentes géneros periodísticos, nunca dejar de estar aprendiendo.

Siempre es estar buscando contactar a las personas indicadas, a las personas que nos puedan llevar más allá de lo que queremos, y ser muy constantes en nuestras publicaciones en los medios en los que ya hemos encontrado un huequito, ahí seguir porque seguramente después, si nuestro trabajo es de calidad, alguien notará que ahí estamos  y nos llevarán a otro lugar.

Al final de nuestra plática, Edgar Apanco me regaló una reflexión sobre lo pequeño del mundo cinematográfico. Nunca sabes cuándo ni cómo conocerás o te encontrarás con alguien clave para abrirte una puerta, de ahí la importancia de realizar una buena labor, desde el lugar en donde estemos, para hacer carrera en esta industria. 

Sigue a Edgar Apanco en Twitter y no te pierdas detalle de la taquilla mexicana

Yetla_GM Ver todo

Periodista apasionada por el cine, marketera apasionada por el contenido de cine.

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