Holy Spider: mujeres atrapadas en la violencia | Crítica

Cualquiera que vea el póster de Holy Spider podría imaginar que está a punto de adentrarse en la historia de una mujer fatal, vengadora, quizá en el tenor de A girl walks home alone at night (2014) de Ana Lily Amirpour. Sus primeras escenas nos llevan a pensar lo mismo; que alguien o algo llegará a salvar a la mujer que está a punto de morir a manos de un hombre en una oscura ciudad de Irán. Sin embargo, lo que nos depara Holy Spider es lo contrario.
El director de origen iraní Ali Abbasi, pero residente de Dinamarca, sorprende con su estilo al retomar una idea que rondó su mente desde sus tiempos estudiantiles. En sus trabajos anteriores, sus intereses en las problemáticas sociales se disimulan detrás elementos fantásticos y del terror; la pornografía infantil en Border (2018) y el dilema de los embarazos subrogados en Shelley (2016).
Para su tercer largometraje se despoja de todo elemento fantástico, pero pervive el terror. Abbasi por primera vez ubica a sus personajes en su país de origen, sin embargo, tuvo que filmar en Amán, Jordania, debido a que retoma los hechos reales ocurridos entre el 2000 y el 2001 en la ciudad de Mashhad, razón por la cual Holy Spider ha sido condenada por el gobierno iraní.
La película se presentó el año pasado en el Festival de Cannes, donde Zar Amir Ebrahimi se llevó el premio a la mejor interpretación femenina por su papel como Arezoo Rahimi, una periodista que llega a investigar una serie de asesinatos cometidos a mujeres trabajadoras sexuales. Su personaje no sólo destaca porque carga con la responsabilidad de resolver el misterio que plantea la película, sino por la actuación que se lleva las miradas al conducirse como una mujer que no se doblega ante la violencia, que la acecha desde todo el sistema patriarcal: el acoso por parte de la policía, la forma en que la juzga su colega y en cómo es observada por la ciudad misma que la ve llegar como una extranjera. Dicha violencia también recae en “la araña sagrada” del título; el nombre que los periódicos le otorgaron al asesino en serie de las prostitutas, mismas que son llamadas arañas, mujeres perdidas entre las drogas y la violencia.
La historia de Holy Spider no necesita de eventos fantástico para que el espectador sienta la incomodidad y el terror detrás de sus imágenes. Saeed Hanaei, interpretado por Mehdi Bajestani, nos da el retrato perfecto que desmiente que todo asesino es un monstruo, puesto que detrás de su brutalidad se encuentra la figura cotidiana de un padre de familia, quien se muestra amoroso y comprensivo. Un hombre torpe, sin escrúpulos, pero con la misión clara de acabar con lo que considera el mal que sepulta a su ciudad.
Este retrato convierte a Hanaei en el otro protagonista. La necesidad exorbitante que tiene de ser el mártir que la lucha en el frente durante la guerra entre Irán–Irak no le permitió ser, lo lleva al estado mental necesario para matar, uno en el que la locura no es la causa, sino el pretexto para que el arrepentimiento no llegue al culpable. La frialdad con la que se cometen y se muestran los asesinatos es aún más chocante cuando veamos a los padres de una de las víctimas sufriendo la pérdida de su hija, frente a la tranquilidad con la que Hanaei convive con su familia.Dicha situación se suma a los contrastes, que son una constante visual en Holy Spider. Una oscuridad inusual muestra los asesinatos en los que la violencia no se oculta ni se embellece, y pronto vienen los cambios a secuencias casi idílicas y familiares.
Aunque el imaginario visual compone lo que pareciera ser un thriller sobre un asesino en serie, la historia y la composición viran hacia el drama judicial, donde el juicio del culpable se convierte en un circo mediático. La opinión pública tiene un gran peso en la historia, a la par que el trasfondo religioso, al ser la gran justificación para los crímenes perpetrados. Si bien la película muestra los intentos del poder eclesiástico de abordar los crímenes en una secuencia donde un clérigo local los repudia, segundos después el mismo hombre critica la reputación de Rahimi, dejando claro que la violencia es sistemática en una sociedad donde el gobierno y la justicia pasan por un tamiz religioso.
Holy Spider es una película cuya brutalidad descoloca, enfurece. Y aun con su final, nos recuerda que el gran terror se puede esconder en el hogar y la simpleza de los juegos infantiles.
Holy Spider llega a MUBI el 28 de julio
Categorías
rubynyu Ver todo
Mediadora de literatura y cine. Escribo para ZoomF7, coordino el Círculo de Tertulia y Cinefilia, soy la humana detrás de DogtorenLetras.
Twitter: @rubynyu