Leto: ficción post-punk

A finales de la década de los setentas, el rock vivió una de sus transformaciones más celebradas. El epicentro fue Reino Unido, donde el escandaloso punk viró hacia lo experimental, hacia lo poético, hacia confines melancólicos de reflexión. Este nuevo sonido no tardó en encontrar adeptos dentro y fuera de territorios ingleses, época que retoma Kirill Serebrennikov desde Rusia con su película Leto (2018).
Los protagonistas son Viktor Tsoi y Mike Naumenko, músicos soviéticos reales a partir de los que el director construye una suerte de biografía sin preocuparle demasiado la exactitud de los acontecimientos personales o sociales que les rodearon. Más bien hablamos de la juventud que se escurre, de amistad, vínculos y experiencias musicalizadas por David Bowie, T. Rex, Lou Reed, Talking Heads y Blondie.
Con el blanco y negro, Serebrennikov inventa la historia de sus dos héroes unidos gracias al talento. Mike lleva el aura de Lou Reed, la elegancia del glam rock. Viktor, en cambio, está descubriéndose, augurándose un camino con el que dejará atrás a su nuevo compañero. Otros chicos les siguen en sus tocadas, corean sus canciones, participan de la rebeldía reprobada por los viejos y por la censura de Leningrado a comienzos de los ochentas.
El color interviene para filmar al grupo de amigos en súper 8, dotando a las imágenes de nostalgia, insertándolas en la libertad que un día de verano en la playa puede traer. A propósito, ‘Leto’ significa ‘Verano’, temporada fugaz y presta para la aventura en que Viktor se enamora de Natalia, esposa de Mike, lo que no detona un conflicto claro en este último, sino que complica progresivamente sus inseguridades, amplía la sombra de estar atrapado y reprimido sin oportunidad para su sueño.
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Es por eso que Mike se empeña en producirle un disco a Viktor pese a todo, sabe que tiene visión como letrista que no debe desperdiciar, aunque su propuesta instrumental inicialmente no es tan atractiva. Sintiéndose derrotado más adelante tratará de invadir el éxito del muchacho, así como descargará su frustración sobre un amigo que le aconseja llevar su propia carrera más lejos. Pero qué puedo ofrecer, pregunta Mike iracundo, si el mundo ya tiene a Joy Division y a Blondie, líderes de la nueva música.
Acomete el momento más agridulce de la cinta cuando Mike se imagina replicando las portadas de grandes álbumes de rock junto a sus amigos, mientras que del otro lado de la pared se interpreta una versión casi industrial de All the Young Dudes de David Bowie. Es sombría la atmósfera, el público delirante y nuestro protagonista se sabe incapaz de franquear la entrada como simbólicamente expresándonos que el tiempo de sus ídolos ya terminó, al igual que el suyo.
Viktor Tsoi reaparece en otro escenario acompañado de su novia Marianna, una chica acoplada al estilo del post-punk y new wave. Comparados, Natalia y Mike están en el ocaso de su juventud, él resignándose a ya no ser el centro de los aplausos. El presentador anuncia a Kino, la banda con que Tsoi compuso ocho álbumes y que lideró hasta su fallecimiento en 1990 debido a un accidente de automóvil.
Leto es conocida principalmente por sus fragmentos surrealistas. Con el ritmo de Psycho Killer o The Passenger, los personajes resisten ambientes que no corresponden con sus ideales, entornos que los rechazan y culpan de traición, que los devuelven a su gris cotidianidad. Destacan las animaciones que electrifican dichos números musicales. Por otra parte, también destaca la actuación de Irina Starshembaum (Natalia) por su sutileza para comunicar mediante gestos.
El filme recibió el Premio al Mejor Soundtrack del Festival de Cine de Cannes. Compuesto por Roman Bilyk (Mike) refleja la ternura de la amistad, también el duelo de ver la juventud pérdida ante obligaciones de las que no hay regreso. Con respecto al entramado, los guionistas Mikhail Idov y Lily Idova expresaron que trataron de escribir la película de una manera interesante para aquellos que no conocieran a los artistas retratados, por lo que es innegable la intención de ficcionalizar las vidas de Viktor Tsoi y Mike Naumenko.
Leto está disponible en MUBI.
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Miguel Sandoval Ver todo
Me gustan las películas de Éric Rohmer y de Robert Bresson. Escribo en un intento por expresar lo inexpresable.