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Wendy Carlos: la compositora que revolucionó la música en el cine

Wendy Carlos: la compositora que revolucionó la música en el cine

Eran apenas los primeros pasos del cine como arte cuando Camille Saint-Saëns compuso una de las primeras bandas sonoras originales para una película, El asesinato del duque de Guisa (1908). Muchos años después, en plena innovación tecnológica, Wendy Carlos habría de darle una nueva vida a la música clásica con sus interpretaciones en el sintetizador. Además, sus colaboraciones con Stanley Kubrick, así como en Tron (1982), le dieron un lugar relevante en la historia del cine gracias a su talento musical.

Desde aquella cinta de principios del siglo pasado hasta hoy, la música y el cine han seguido de la mano para conformar la creación cinematográfica. Hay ocasiones en que la música de una película destaca incluso más que su historia, o bien, hay bandas sonoras que se olvidan por completo. Michel Chion señala: “¿Cierta película tiene una música prominente o espectacular? Entonces este filme no es, dicen, auténtico cine, porque no es puro cine”.

En el caso del trabajo de Wendy Carlos, por supuesto, sería difícil desligar su talento de películas como La Naranja Mecánica (1971) o El Resplandor (1980). El conjunto de la cinematografía y la música han marcado para siempre ciertas escenas que permanecen en nuestra memoria.

Wendy Carlos nació en 1939 en Pawtucket, Rhode Island, Estados Unidos. Estudió piano desde los seis años y desde pequeña demostró su ingenio científico al ganar un premio en la Feria de Ciencias de Westinghouse por construir una computadora casera. A partir de ese momento se dedicó a desarrollar conjuntamente la música y la tecnología en la Universidad de Brown y la Universidad de Columbia, donde trabajó junto a Robert Moog, creador de uno de los primeros sintetizadores, el Mini Moog.

El sintetizador en la cultura pop

El lanzamiento de Switched-On Bach en 1968 significó un gran cambio en la percepción general de la música electrónica y del sintetizador como instrumento musical entre el público especializado. Además, según el propio Moog, contribuyó enormemente al éxito de su Mini Moog en la industria musical y dio vida a un nuevo género: la música clásica interpretada con maestría en sintetizadores y grabadoras. Aunque eran piezas ya reconocidas, el nuevo filtro electrónico por el que pasaban esas notas les confería un rostro innovador para la época. Y en el cine representaba una opción ideal para cintas —principalmente— de ciencia ficción, en donde se inventaban ambientes futuristas.

Wendy Carlos: las claves de su éxito con la música electrónica en el cine

El blog personal de Wendy Carlos es un viaje al pasado del internet y ha sobrevivido para compartirnos información valiosa acerca de su trabajo. Ahí, ella misma cuenta que cuando este álbum salió a la luz, la música electrónica y los sintetizadores eran un territorio nuevo del que se conocía poco. Era increíble pensar en melodía, armonía o ritmo respecto a estos aparatos que estaban lejos de parecerse a un violín o a un piano.

Entonces, su objetivo fue demostrar que podía crear música “real” con el Mini Moog, por ello recurrió al prestigioso repertorio del compositor barroco Johann Sebastian Bach. El resultado fue una de las producciones de música clásica más vendidas de la historia.

El reconocimiento que recibió Switched-On Bach puso a Carlos en el radar y dio paso a que pocos años después iniciaran sus colaboraciones cinematográficas. Para entonces, en el cine se tenía la concepción de que optar por música electrónica para las producciones era más barato y se elegía por esa razón, no por la calidad o por una decisión creativa. Wendy Carlos tuvo un papel fundamental para cambiar estas ideas, pues afirmaba, con razón, que la música electrónica sólo era otra manera de hacer música. Comentó lo siguiente en entrevista con Dominic Milano:

Estoy consciente de que muchas personas que se dedican al cine piensan que la música electrónica es un modo más barato de realizar una banda sonora. […] Es barato, y suena barato. Pero si se trata de un músico letrado y es hecha con profesionalismo y es adecuado para la película, entonces es buena. (56)

Conociendo a Kubrick

La artista comenta en entrevista que ella y su productora Rachel Elkind ya eran fans del director de 2001: Una odisea del espacioy antes habían sido contactadas para un proyecto de Hollywood que no se concretó. La suerte las llevó a tener comunicación con una agente, quien fue su vínculo con La Naranja Mecánica y posteriormente con El Resplandor. Wendy Carlos tuvo una buena relación con Kubrick y le respondía todas sus dudas sobre cinematografía.

Sin embargo, también menciona que el director no tenía cerca muchas personas que le negaran sus deseos, por más exigentes que fueran. Carlos pensaba que ese no era un ambiente sano para él. I’m a puzzle solver, and he’s a puzzle person, dijo sobre el director. Disfrutaba estar con Kubrick y admiraba su inteligencia y curiosidad; pero también la volvía loca cuando se apasionaba demasiado en sus desacuerdos sobre detalles que ya consideraban terminados.

Wendy Carlos: las claves de su éxito con la música electrónica en el cine

Por otro lado, en la producción de El Resplandor las cosas fueron más complicadas para Carlos y Elkind. La obsesión característica de Kubrick fue una pesadilla para el trabajo de ambas y el director les pedía cambios constantes en las composiciones que realizaban. Al final se sintieron engañadas porque sólo se utilizaron unos minutos de sus grabaciones, cuando en total eran al menos siete horas de música no utilizada en la película y que, además, pertenecía a Warner Bros.

En una entrevista de 1982, Wendy Carlos dijo sobre Kubrick: “Después de dos años siento que no lo conozco en absoluto. Para mí es un final triste para un proyecto que inició con sinceridad y emoción. Te sientes resentida y usada”. A pesar de todo esto, entendía lo que significa en su carrera haber trabajado con Kubrick en dos ocasiones.

El legado de Wendy Carlos

En la entrevista con Milano, la compositora hablaba sobre sus expectativas acerca del futuro del vínculo entre música y tecnología. Creía que las innovaciones tecnológicas y el acceso a estos nuevos medios eran una forma de democratizar el arte y dejar de lado el elitismo en la música. Wendy Carlos reflexionaba: “Sólo espero que las cosas no se detengan. Espero que se siga moviendo en la dirección correcta, porque quiero estar viva para ver los resultados finales de algunos de estos descubrimientos”. Es significativo que décadas después, Disney estrenara la secuela Tron: El legado (2010), ahora con la colaboración de Daft Punk, ícono contemporáneo de la música electrónica cuyos integrantes conocían el trabajo de Carlos en la primera cinta.

Después del trabajo de Wendy Carlos la música electrónica siguió su propia evolución y ya no hubo dudas para emplearla en el cine. En otro sentido, aunque fuera de su labor creativa, también dejó otro tipo de legado al declararse públicamente como mujer trans en una entrevista con Arthur Bell para Play Boy en 1979.

En esta extensa charla la compositora cuenta abiertamente su proceso y todas sus emociones desde la infancia, su paso por la escuela y su interés por la música hasta 1972, cuando se decidió al fin por la operación de reasignación de sexo. Con temor (y algo de pena) revela el sufrimiento que vivió durante la mayor parte de su vida en que odió su propio cuerpo y ansiaba su liberación. “Siempre sentí que funcionaba como una mujer espiritual, psicológica e intelectualmente”, confesó.

Wendy Carlos: las claves de su éxito con la música electrónica en el cine

Finalmente, el trabajo y la figura de Wendy Carlos representaron momentos importantes en varios aspectos de la cultura. Fue una innovadora de la música electrónica, y aportó técnica y creativamente para la popularización del sintetizador. Sus colaboraciones en el cine dieron paso a una profesionalización de la música electrónica en las producciones cinematográficas.

Ella misma deduce una síntesis que engloba su trabajo cuando Arthur Bell le pregunta si existe alguna analogía entre su música y la transexualidad. A esto, Wendy Carlos responde que Switched-On Bach representó un barómetro musical en 1969, mientras que su transexualidad fue un barómetro social sexual y actitudinal en 1979. Ambos eventos polarizaron a las personas y quienes se sintieron abiertos a la innovación amaron el álbum tanto como amaron a Wendy.

Referencias 

Bell, Arthur. Playboy Interview: Wendy/Walter Carlos a Candid Conversation with the ‘Switched-on Bach’ Composer Who, for the First Time, Reveals Her Sex-Change Operation and Her Secret Life as a WomanPlayboy Magazine (May 1979): 75–109.

Bond, Jeff. A clockwork composer. Wendy Carlos switches back on sountracks and revisits her premiere score. Film Score Monthly (Mar. 1999): 18-23.

Carlos, Wendy. Biographical notes. Wendy Carlos. https://www.wendycarlos.com/biog.html

Chion, Michel. La música en el cine. Trad. Manuel Frau. España: Paidós, 1997.

Milano, Dominic. Defying Conventions, Discovering New Worlds. Keyboard (Nov. 1986): 50-82.

Moog, Bob. Wendy Carlos. New Directions for a synthesizer Pioneer. Keyboard (Nov. 1982): 51-63.

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Édgar Rodríguez López Ver todo

Édgar Rodríguez López (Chihuahua, 1997). Ha publicado cuento y ensayo en revistas digitales como Marabunta, La Colmena, Tintero Blanco y Tenso Diagonal. Admirador de lo fantástico y las historias de la infancia.

Instagram: @edgaryep

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