El Ensayo: la serie de HBO Max que simula la vida

El Ensayo juega con la posibilidad de predecir nuestro futuro y las consecuencias de nuestras acciones.
Sentirlo todo de todas las maneras,
vivirlo todo por todos los lados,
ver una misma cosa de todos los modos posibles y al tiempo,
realizar en mí toda la humanidad de todos los momentos
Fernando Pessoa
El Ensayo, la serie creada por el comediante Nathan Fielder, pasó algo desapercibida entre el polémico anuncio de la disolución de HBO Max. Sin embargo, detrás de su inocente fachada de reality show propone ideas que nos enfrentan a un miedo puramente humano: el futuro y sus posibilidades.
El propio Fielder presenta este programa en el que se dispone a ayudar a personas comunes con la incertidumbre de lidiar con un escenario futuro en sus vidas y así prepararlas para la contingencia. A través de los seis capítulos de esta primera temporada descubrimos un entramado de situaciones simuladas, metaficción y un absurdo similar al desarrollado por Charlie Kaufman en Synecdoche, New York (2008), uno de los referentes más inmediatos de El Ensayo.
El primer capítulo nos presenta el dilema de Kor, un hombre en la encrucijada de confesar una mentira a su mejor amiga Tricia: nunca ha tenido el grado de maestría que afirmó tener años atrás. Nathan le explica su método para lograr que la confesión suceda de la manera más favorable. Primero, construye un set en el que replica a la perfección el bar donde ocurrirá esta conversación, además de conformar una simulación completa del escenario con extras platicando en las mesas, una cocina funcional y un ambiente realista. Por supuesto, una actriz representa fielmente a Tricia.
En esta ficción Kor tiene la oportunidad de elegir distintos caminos por los que podría acontecer su revelación y prueba todos ellos para eludir cada eventualidad que pueda destruir su amistad. Nathan es su guía para enseñarle a comportarse de la forma indicada con la finalidad de llegar a ese futuro ideal en donde Tricia acepta la verdad tranquilamente y sin consecuencias graves.
Fielder se convierte en un artífice casi omnipotente, indagador de todos los porvenires y guarda la inquietud de descubrirse a sí mismo a través de ser todos los demás. Kor sufre ansiedad por imaginar el mañana y se refugia en el simulacro de la vida, donde todo puede detenerse y volver a comenzar. Estas características los hermanan con dos personajes: Truman Burbank de The Truman Show y Caden Cotard de Synecdoche, New York.
Truman descubre gradualmente la mentira de su mundo prefabricado y desea salir a toda costa de esa ficción para vivir en la realidad. En cambio, Kor se adentra voluntariamente en esa existencia controlada para prevenirse frente a las casualidades adversas de la vida. “Aquí nada es falso. Nada de lo que se ve en el show es falso. Sólo está controlado”, dice Marlon, el amigo de Truman. Kor quiere ser Truman al menos por un momento para que ese control le ayude a anticipar su futuro.
El Christof de Kor es Nathan, quien acondiciona todo a su alrededor para que él sólo juegue a ser él mismo y encuentre la vía perfecta para su objetivo. Con apoyo de Fielder, Kor realiza aquello que en la vida cotidiana sólo sucede en nuestra imaginación. Cuando nos asalta la angustia de pensar en la infinidad de rumbos que puede tomar nuestra vida somos un poco como Kor e intentamos visualizar cada situación para calmar nuestro desasosiego.
La metaficción y la manera en que Nathan se involucra cada vez más en su propio juego lo emparentan con Caden, el personaje de Kaufman. Para Cotard se trata de una obra de teatro dentro de otra obra de teatro. Por otro lado, Nathan parece lograr el deseo del poeta Fernando Pessoa: vivir todo desde todas las perspectivas, desde todas las miradas posibles para conocerse enteramente a través de la visión ajena. Nathan recrea su futuro para anticipar las acciones de los otros y a su vez desenvolverse con la intención de obtener la mejor versión de la realidad. Pero estas simulaciones también le sirven para volver a situaciones pasadas y tomar distintos roles. Por ejemplo, recrea conversaciones en las que él mismo es interpretado por un actor y él interpreta a su interlocutor.
En el transcurso de lo que parece un show sobre la vida común de otras personas nos damos cuenta de que realmente el protagonista es Nathan, cuyo trabajo como simulador lo adentra más en su propio conflicto interno: la paternidad. Fielder es también aquel gobernador chino Ts’ui Pên del cuento de Borges El jardín de senderos que se bifurcan que rehuyó al poder para escribir una novela en la que suceden simultáneamente todas las posibilidades, todos los escenarios, cada futuro probable.
En El Ensayo, sin embargo, esta búsqueda infinita gira finalmente en torno a la vida de Nathan y su deseo de ser padre. Pero pronto es confrontado por su propia ficción. Angela, una actriz dentro de una recreación del pasado, le reclama: “¿Por qué estás aquí? ¿Por qué estás haciendo esto? […] Eres un mentiroso porque si esto fuera real tú tendrías algún tipo de emoción en lugar de quedarte ahí como una roca. ¿Quieres sentir algo? ¿Quieres sentir algo real?”. Y cuando Nathan responde que sí ella resalta: “Eso es triste. Nunca lo harás. No importa cuánto te esfuerces, nunca lo harás.”
El Ensayo juega con la posibilidad de predecir nuestro futuro y las consecuencias de nuestras acciones. La tragedia de Nathan es saber que eso nunca será real y está condenado a lo impredecible, a las reacciones de los demás, a ser solamente él mismo. Nos recuerda que por más que intentemos adelantarnos al tiempo sólo nos revelaremos en el momento justo y real de esa situación que nos preocupa. Nathan reflexiona en la narración final del primer capítulo: “Tal vez es más fácil elegir un camino cuando se puede vivir el futuro primero. Para liberarte de dudas y arrepentimientos, para siempre saber las respuestas”, aunque esto queda más allá de lo humano.
La serie de Fielder conecta en varios niveles con otras obras del cine y más artes. Nos queda más por ver en la segunda temporada que ya fue anunciada en agosto; sin embargo, también tendremos que esperar el lanzamiento de la plataforma donde podremos verla. Por ahora, esta primera entrega sigue disponible en HBO Max.
Tráiler de El ensayo
Édgar Rodríguez López Ver todo
Édgar Rodríguez López (Chihuahua, 1997). Ha publicado cuento y ensayo en revistas digitales como Marabunta, La Colmena, Tintero Blanco y Tenso Diagonal. Admirador de lo fantástico y las historias de la infancia.
Instagram: @edgaryep