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‘Oaxacalifornia: el regreso’, reconstrucción de la identidad dividida | Entrevista

Oaxacalifornia: el regreso

Por: Carlos Carrizales

Un altar de muertos en Fresno, California. Un happy birthday cantado en un cementerio de Oaxaca. Un vestido de danza folclórica que se cuelga en un armario de Estados Unidos. Imágenes que dan cuenta de la vida dividida de la familia Mejía, entre su amor y nostalgia por México y los muchos años que llevan viviendo en California, donde han echado raíces y expandido su árbol familiar.

El cine documental mexicano, aunque de trayectoria sólida, en pocas ocasiones puede darle seguimiento a los fenómenos que lo motivan. Oaxacalifornia: el regreso se erige como una excepción al ser una especie de “secuela” del documental homónimo que hace 25 años siguió a los miembros de la familia Mejía, quienes buscaban un nuevo lugar en territorio estadounidense. Ahora, Trisha Ziff (El hombre que vio demasiado, 2015; Witkin & Witkin, 2017) vuelve a hacer un retrato de su vida familiar, concentrándose en las tres generaciones que hoy conviven en la dinámica hogareña.

Temas como la identidad, la indecisión de volver al país natal, el progresivo abandono del español en las nuevas generaciones y retornos que confrontan los orígenes son los núcleos entre los que se mueve la narrativa de este proyecto que, a decir de la directora, es más una reelaboración del documental original, una reconstrucción, que una segunda parte.

Oaxacalifornia: el regreso

Todo fue posible gracias a que la familia Mejía y la directora no dejaron de mantener contacto durante estos 25 años. Felicitaciones de cumpleaños, mensajes cálidos de navidad e invitaciones a eventos familiares mantuvieron encendida la llama de la amistad y la estima mutua. Cuando la directora propuso una nueva incursión fílmica en sus vidas, la familia aceptó de buen grado.

Oaxacalifornia: el regreso por fin se estrenó en México tras una gira por varios festivales que incluyeron el Festival Internacional de Cine de Morelia, el Portland Latino Film Festival o el New York Latino Film Festival, donde ganó el premio a Mejor Documental. En esta entrevista, directora y protagonistas, nos platican sobre el diálogo con el pasado, el impacto de ver la vida reconstruida desde el cine y las reacciones que quisieran ver en el público.

Entrevista con la directora y protagonistas de Oaxacalifornia: el regreso

Existe en tus películas un diálogo muy fuerte con el pasado. Siempre hay un abordaje de hechos anteriores que contrastas con lo que pasa ahora. ¿De dónde surge tu interés por establecer una genealogía de los temas que abordas?

Trisha: Pienso que hay que aprender del pasado porque impacta mucho en lo que sucede hoy. En el cine no hay muchas oportunidades para ver el presente con relación al pasado, aunque este no es el primer documental que regresa a la vida de una familia; en Inglaterra existe la serie Seven Up, donde el cineasta Michael Apted regresó cada 7 años a la vida de un grupo de personas durante varias ocasiones y que es parte de la cultura documental en el país. La construcción de Oaxacalifornia es diferente, pero la idea es similar.

Has reconocido al cine como un trabajo comunitario, más el documental. ¿Cuál fue la interacción entre la producción y los protagonistas en la construcción de esta película? A fin de cuentas son los Mejía quienes ponen su vida para que se haga una obra creativa, y a la producción le corresponde hacer está reconstrucción para la obra cinematográfica.

La participación de la familia se da desde la confianza que nos dan, pero la historia es completamente mi responsabilidad, aunque tampoco estoy sola, soy parte de un equipo. Por ejemplo, mi editor, Jorge Márquez, también está acreditado como guionista, porque ayudó mucho a construir la historia después de filmar.

Este proyecto fue más complicado que otros porque todos trabajamos la postproducción durante los años más duros de la pandemia, entonces yo no los vi durante ese tiempo, todo fue virtual. Fue casi un milagro terminar, siempre recordaré a esta película como la película del Covid, aunque eso contribuyó a realizarla con mucha creatividad.

Mercedes, Leonardo ¿cuál fue su reacción al ver su vida reconstruida desde una mirada narrativa? ¿Esto impacta en la percepción que tienen sobre su propia familia, sobre sus reconfiguraciones tras 25 años?

Leonardo: Para nosotros es algo bien hermoso porque ni siquiera soñamos que íbamos a pasar por esto. Lo más bonito fue la experiencia de llevar a mis hijos y nietos a Oaxaca. Para ellos fue una sorpresa, porque primero los asusté, les dije: “¿saben qué? Llegando a Jaltepec los voy a tener que bañar con la manguera, a pura agua fría” y se espantaron, pero ya llegando allí estaban emocionados. Fue una experiencia muy hermosa ver cómo reaccionaron, eso no se paga con ningún dinero del mundo.

Mercedes: Te voy a decir algo: dicen que uno que se va a Estados Unidos para cumplir el sueño americano, pero nuestro sueño estaba en regresar a México. Nosotros por ningún lado hubiéramos imaginado todo esto y mis nietos ahorita ni pueden creer que están en el cine, si para nosotros es algo grandísimo, para ellos es algo que jamás van a olvidar.

Me imagino que debe ser extraño confrontarse con uno mismo en sus palabras, sus dichos, sus ideas previas, porque hay dos testimonios fílmicos que los atestiguan. Su propia historia de vida. ¿Cómo se ve impactada por esa precisión con la que pueden recordar ciertas cosas, como el acento al hablar, cómo se veían hace años y cómo era la vida en ese entonces?

Mercedes: creo que eso impactó más a mis nietas. En el documental, una de ellas nota el acento de su papá cuando era joven o hacen bromas de cómo se peinaba. Evidentemente ellas no estuvieron en el documental de hace 25 años, entonces ver en esa pantalla a sus papás, como que les llegó el gusanito de “si ellos lo pudieron hacer, nosotras también”. Y también se dieron cuenta de que es posible seguir conservando las costumbres, por lo que les llegaron esas ganas de seguir los pasos que nosotros seguimos.

Trisha, me gustaría que me contarás cómo sirven los recursos del cine para reconstruir la memoria, tanto la personal como la colectiva. ¿Qué tiene de particular el lenguaje fílmico que ayuda a hacer esta reconstrucción?

La manera en la que hoy se construye la película en relación con antes, con el primer documental, cambia mucho por la forma de hacer cine. Esta vez pudimos utilizar un dron y ver todo el pueblo, por ejemplo; o utilizar celulares, que son otros recursos. La construcción de la película cambia porque la tecnología cambió, hoy es más barato filmar algunas cosas porque todo es digital, en la primera película teníamos poco presupuesto para rollos de 16 mm, por ejemplo. Ahora, esta película tiene una forma diferente porque tuvo diferentes oportunidades. No es posible separar lo narrativo de la tecnología y lo técnico, los dos funcionan juntos.

En Oaxacalifornia existe una sensación de volver sobre los pasos pero, al mismo tiempo, avanzando. Cuando se ven desde un trabajo creativo, ¿como se gana perspectiva sobre ciertos temas como la identidad o la migración?

Trisha: La película cuenta específicamente la vida de la familia Mejía, pero al mismo tiempo es la historia de muchas familias mexicanas. Para mí esto es importante porque no quería un enfoque narrativo trágico, sino que fuera sobre una vida cotidiana que encuentra paralelos en diferentes personas y en diferentes culturas. Siempre trato de que, en mis películas, se reflejen cuestiones difíciles a las que se le buscan soluciones.

Para Oaxacalifornia tratamos de evocar el estilo y la intimidad de una película casera. Para lograrlo casi no usamos tripié y Felipe (McGarvey), el fotógrafo, se movía con ellos, así que yo espero que cuando la gente la vea en los cines les dé la sensación de ver el documento casero de una familia…mejor realizado y más interesante, por supuesto.

Leonardo: Desde la experiencia, puedo decir que a nosotros nos tocó la suerte de que nunca tuvimos problemas tan grandes en cuestiones de discriminación. Cuando llegué a Estados Unidos trabajé como 5 años para alguien más y luego hice mi negocio. No tuve tantos problemas de agresión o actitudes violentas, pero creo que tiene que ver mucho con la gente con la que te juntas o platicas, rodearte de actitudes amables

¿Cuáles quisieran que fueran las reacciones que se suscitaran en el público? ¿Qué les gustaría que la gente viera en el documental?

Leonardo: Para nosotros sería muy hermoso que la gente se quede con un mensaje de que hay que vivir felices, cultivar el amor en la familia.

Trisha: Quisiera que vieran que es un documental diferente. Muchas veces el documental mexicano es pesado, refleja la realidad dura de los feminicidios y la violencia. Aquí tratamos de presentar una película familiar, para diferentes generaciones; en la historia misma hay tres generaciones con la que distintas personas pueden identificarse.

Por otro lado, es diferente la audiencia de México que la de Estados Unidos, aquí hay mucha gente con familiares viviendo allá. Ahorita en las entrevistas he tenido una fuerte impresión, ya que muchos periodistas, más los jóvenes, encuentran una relación con la historia porque su familia no es tan distinta. También quisiera que encontraran un mensaje de tolerancia porque, en mi experiencia, mucha gente piensa que los migrantes se van del país y abandonan su cultura, y esta película da un punto de vista contrario, el de una familia que continúa las tradiciones, reconociendo sus raíces.

Oaxacalifornia: el regreso está en Cinemex, Cinépolis y en la Cineteca Nacional 

Tráiler de Oaxacalifornia: el regreso

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