Cha Cha Real Smooth, ¡a bailar!: el “eterno” adolescente centennial | Crítica

Recién egresado de la universidad, Andrew (Cooper Raiff) se encuentra en una crisis emocional causada por la partida de su novia a España y la dificultad para conseguir empleo en una ONG. Durante un bar mitzvá conoce a Domino (Dakota Johnson) —madre de Lola (Vanessa Burghardt), una adolescente en el espectro autista—, quien tampoco está en su mejor momento. La diferencia generacional entre Andrew y Domino, lejos de ser obstáculo, se convierte en un placebo que los ayudará a encaminar nuevamente sus vidas. Cha Cha Real Smooth, ¡a bailar! ganó el Premio del Público en Sundance y fue adquirida por Apple tras el triunfo de CODA (2021), la cual ganó el mismo reconocimiento un año antes.
El “síndrome” del eterno adolescente se ha convertido en estereotipo recurrente del cine contemporáneo; ya sea en dramas (La peor persona del mundo, 2021), comedias (The Kid Detective, 2020) o suspenso (Promising Young Woman, 2020), la primavera tardía es un pretexto para hablar sobre la destrucción del individuo por la incertidumbre que genera el “no sentar cabeza”, ni asumir responsabilidades, como lo hicieron nuestros padres.
En Cha Cha Real Smooth, ¡a bailar!, Cooper Raiff transpola la crisis de los 30 a los 20, logrando una versión deconstruida de El Graduado (1967) que retrata la insatisfacción del adulto-joven (demasiado joven) en los tiempos de Euphoria, pero con la atmósfera (aún) fresca de Perdidos en Tokio (2003). Como sucede en Lady Bird (2017) y otras coming of age indie encumbradas por la crítica estadounidense, el journey del protagonista es propio de un contexto donde tener acceso a buenas oportunidades sólo depende del impulso a la acción y no de adversidades socioeconómicas. La urgencia de Andrew por abandonar el hogar familiar podría interpretarse como “problema fantasma”, dramáticamente forzado para generar un conflicto que no se siente con la misma intensidad a los 22 que a los 30 o viviendo en un país subdesarrollado.
Lo interesante de la película es la reflexión sobre la apatía y los miedos compartidos por las últimas generaciones de adultos, en parte, emociones alimentadas por expectativas no logradas con la llegada de la madurez temprana. Resumido en la frase “abrazar la vida que realmente no imaginaste para ti”, el director plantea que la aceptación y la resignación (es decir, “tirar la toalla”) no son escenarios tan negativos, también pueden ser procesos liberadores en cierto punto de la vida. Sin caer en el conformismo, Cha Cha Real Smooth, ¡a bailar! sugiere dejarse llevar por el sistema hasta encontrar al “verdadero tú” más adelante.
En segundo plano, Raiff integra el autismo, la bipolaridad y la depresión en el entorno de Andrew. Lejos del retrato crudo de la “discapacidad”, los personajes con dichos trastornos (apenas reconocibles) son quienes brindan el apoyo emocional al protagonista, motivándolo a amarse a sí mismo en soledad, sin importar los problemas del exterior. Gracias a la colaboración de Dakota Johnson, el autor alinea el filme con el “it’s ok to not be ok” de Michelle Obama, el cual se ha convertido en un refugio generacional contra el violento y poco empático pensamiento positivo del pasado.
Por las buenas críticas que ha recibido, el director es considerado el pequeño Noah Baumbach del momento. Similar al ascenso y caída de Jim Cummings o Xavier Dolan, la personalidad extrovertida de Cooper Raiff se desborda, convirtiendo a cada escena con él a cuadro en un irritante intento por agradar a todo el mundo. Si bien el título se vende como la brillante creación del autor Gen-Z en boga, el producto final es un “chico conoce chica” sin colores ni emoción, con humor desfasado, carente de inteligencia y simpatía. Como él mismo lo menciona en entrevista con Sean Hayes, Cha Cha Real Smooth, ¡a bailar! es una película sobre la incerteza y el desasosiego, donde Cooper Raiff se puso a sí mismo en medio de todo, en su versión más intrusiva y molesta, sin oportunidad para mirar a otros lados. Hay elementos rescatables, por lo que será interesante descubrir qué nos ofrece el realizador en proyectos fuera de sus ensimismadas primeras propuestas fílmicas.
Cha Cha Real Smooth, ¡a bailar! está disponible en Apple TV+
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