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Tony Hawk: el documental sobre la estrella del skateboarding que debes ver

tony hawk until the wheels fall off

Un hombre de 53 años se cae varias veces al intentar un 900. Pretende el icónico truco que hizo por primera vez en los X Games en 1999. La escena se corta y quedamos a la espera para saber si lo logrará o no. Pero es Tony Hawk, y claro que lo veremos hacer el 900, aunque se necesiten 20 caídas más. Mientras, descubriremos cómo empezó su aventura sobre las ruedas y por qué se ha dedicado a ella por cuatro décadas.

A un mes de una de las caídas más fuertes de Tony Hawk, y de la cual está en recuperación, Tony Hawk: Until the Wheels Fall Off ha llegado a HBO Max. Y más allá de la emoción que despierta a los fans de la patineta ver el crecimiento de la superestrella del skate vertical, y cómo llegó a esto después de ser un niño ninguneado en los primeros skateparks de California donde se paraba en los años 70, el documental tiene más valor por la radiografía psicológica y emocional que crea del patinador, a su vez que ofrece un rico recorrido por el boom del skateboarding en los 80, su caída en los 90 y su renacimiento hacia el final de la década en los X Games. 

Para acercarnos al Tony Hawk bajo las rampas, el director se vale de entrevistas a personas representativas en la vida del protagonista en dos entornos, el familiar y el profesional (que también resulta su entorno amistoso). La mezcla de cada una de las declaraciones nos da un acercamiento a lo que incluso a Tony Hawk le cuesta hablar en el documental: sus emociones, las cuales quizá no se verbalizan del todo, pero sí se manifiestan con cada caída, con cada abucheo, con cada crisis, pero también con los miles de aplausos, los logros y los retos superados. 

Las intervenciones de Tony funcionan como una reflexión del pasado. Décadas después, ve las cosas de diferente manera a cuando lo entrevistaban al terminar un concurso. Acepta su obsesión por las rampas desde que muy pequeño, cuando —en los bowls del parque Oasis— decidió que serían su vida. Asimismo, vemos a Hawk hablar de las consecuencias y del precio que ha tenido que pagar por seguir su pasión. A la distancia se contempla como una máquina que no paraba de enfrentarse a sí mismo una vez que no hubo más contrincantes, alguien quien ha vivido para reafirmarse lo que en las rampas es posible hacer; aquellos trucos que nacen en esa libertad que sólo el aire da después de un buen impulso. Esos pequeños instantes que se convierten en espacio de creación para tomar la tabla como gustes, para hacer uno o dos giros, y más, y cuyo aterrizaje se convierte en el fin de esa creación. En ese sentido, Hawk nunca ha podido dejar nada incompleto. Lo que comienza en el aire debe terminarlo nuevamente en la rampa. Y con esto nos recuerda que el skateboarding es libertad y perfeccionismo. 

Tony Hawk: el documental sobre la superestrella del skate que debes ver

Y aunque desde el inicio fue consciente que aterrizar dolería, el camino ha sido difícil porque nunca imaginó la fuerza de ese dolor, sobre todo el que vendría fuera de la rampa. Si bien seducen la fama, el dinero y el reconocimiento, el tiempo y el cuerpo no dan crédito que permita, además, tener una vida plena al bajarse de la patineta. “Estaba dispuesto a lastimarme en el camino, pero no me visualicé lastimándome en el camino”, dice Tony Hawk muy al inicio del documental. 

Frustración, enojo, felicidad y libertad es lo que se logra transmitir con la forma en la que se intercalan la voz de Tony Hawk, las entrevistas y el material de archivo. Y aunque hay videos (como el muy conocido 900 en los X Games) que están en YouTube desde hace años, la película hace una notable recopilación y logra fusionarla efectivamente para crear no sólo una historia cronológica al servicio de una biografía básica, sino una trama en la que Tony Hawk es un personaje que se desarrolla desde lo psicológico hasta lo social en un transcurrir lleno de curvas.

Además, es una oportunidad para conocer a otros patinadores cuya edad no ha sido impedimento para entregarse a la tabla. Y eso, despojar a la narrativa de un sentido completamente individual enfocado a Tony Hawk, es también uno de los logros del documental. Quizá, incluso en mayor medida en varios momentos, Stacy Peralta, Lance Mountain, Rodney Mullen y Mike McGill se abren más al hablar de sus sentimientos respecto a lo que el skateboarding representa para ellos, y de hecho es a Mountain a quien le debemos la singular frase que acompaña al documental: hasta que las ruedas se caigan. Este extraordinario acercamiento personal a otras grandes y legendarias figuras del deporte, quienes también fueron claves en el desarrollo del skater principal, es algo que le hace justicia no sólo a Tony Hawk, sino al skateboarding.

Hablar de Tony Hawk es hablar de perseverancia y determinación. Se trata de un hombre cuyo tiempo, energía y pensamientos se han dirigido al skateboarding sin poner por delante las fracturas y peligros que esta pasión le ha dejado no sólo en su cuerpo, sino en sus relaciones personales y familiares.

Finalmente, Tony Hawk: Until the Wheels Fall Off es un acercamiento virtuoso a un deportista que ha hecho todo a su manera (lo cual lo ha llevado a crear más de 100 trucos), incluso, la forma en la que cae.  Un hombre que “siempre ha estado compitiendo contra Tony”.

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Crítica

Lety Arredondo Ver todo

Cofundadora de Zoom F7.

Twitter: @LeetyAV

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