Cry Macho: una película tibia y descafeinada de Clint Eastwood

Por: Eduardo Carrasco Díaz (@drfarabeuf)
A los 91 años de edad, Clint Eastwood ha entregado al público su nueva obra: Cry Macho; esta película cuenta la historia de Mike Milo, cowboy venido a menos que debe viajar a México para buscar al hijo de su exjefe y llevarlo de regreso a casa. Es también una road movie que habla de la búsqueda de redención de manera escueta, ya que cae en demasiadas fórmulas que el propio Eastwood había filmado y actuado con anterioridad.
A primera vista, los seguidores de la obra del realizador de The Mule (2018) encontrarán que Cry Macho está muy emparentada con Gran Torino (2008); en ambas cintas se observa la figura del hombre duro y solitario en el ocaso de su vida, que debe enfrentar su última aventura al lado de un joven con quien establece una relación paternal. Aunque la repetición de temas en el cine es algo constante en algunos directores y la crítica especializada en ocasiones alaba, este nuevo relato de Eastwood no se siente como algo orgánico que aporte perspectivas inéditas sobre un tópico ya tratado.
Quizás esto se deba al guion del largometraje escrito por Nick Schenk, colaborador habitual de Eastwood, quien parece reciclar sus historias. A este libreto mal planeado habría que agregarle las actuaciones de los protagonistas que por momentos rayan en lo inverosímil: Rafo, Leta y el propio Eastwood no encajan de manera natural con los papeles que representan. Además, esta cinta deja mucho que desear en los escenarios que muestra, ya que retrata a un México imaginario, lleno de estereotipos, el cual tiene aires de un desdibujado Viejo Oeste. Tal situación le resta profundidad a la historia que quiere contar su realizador.
Otro de los puntos débiles del filme es su intento fallido por cuestionar la masculinidad —Cry Macho exhibe al hombre y su reflexión sobre su propia condición de tipo duro—. Clint Eastwood llega a la conclusión de que ser macho está “sobrevalorado”, sin embargo, esa idea se contradice a lo largo de la película con las acciones de Mike Milo, pues a pesar de no ver a un personaje violento, si observamos a un individuo sabio, incorruptible ante el deseo de la femme fatale, domador de bestias salvajes que llora en silencio con la mirada oculta, enamorado de la mujer viuda dedicada a su familia y conductor implacable de carreteras áridas (elementos reconocibles en la historia del cine que han identificado a los arquetípicos personajes masculinos). Se podría decir entonces, que, aunque Clint Eastwood haya querido subvertir su propia obra de décadas anteriores —en que creó modelos de individuos rudos y violentos— este filme no pudo eludir el contexto de su director, porque cae en la simplicidad del hombre arrepentido al final de su vida.
No obstante, no todo está mal en este título. En términos visuales, tiene eficacia narrativa por la sencillez de las tomas que presenta; en ellas se puede encontrar a un cineasta maduro que no pretende realizar ningún tipo de aspaviento para demostrar su gran talento fílmico. Muchos consideran que esta película es la última de Eastwood debido a su edad, de forma equivoca ven un testamento cinematográfico. Habrá que esperar a que sea el propio cineasta quien le ponga punto final a su fructífera carrera.
Ve aquí el trailer de Cry macho
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