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¿Qué harás cuando Dios muera?: cine independiente con espíritu punk | Entrevista

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Por: Eduardo Reyes (@EduardoReyesSer)

Hace unos días arrancó la edición 11 de Festival Internacional de Cine de la UNAM (FICUNAM) y entre sus secciones está Ahora México, una selección de competencia en la que participan 11 películas nacionales, la ópera prima ¿Qué harás cuando Dios muera? es una de ellas. A propósito, platicamos con su  director Hugo Villaseñor, aquella que el crítico Jorge Ayala Blanco describió como “un retrato a la vez emotivo y cruel de la joven pareja amorosa, frágil y vulnerable, atrapada entre sus temores y contradicciones, como la película misma”.

¿De qué va ¿Qué harás cuando Dios muera? ?

Básicamente trata sobre Güero y Ximena, una joven pareja que decide hacer una película porno para ganar un poco de dinero y tener nuevas experiencias, pero las cosas no salen como ellos quieren.

¿Cómo surgió la idea original de esta historia?

Uno de los detonantes principales fue un artículo que leí en Forbes, el cual decía que Europa preparaban un plan económico para hacerle frente al futuro de los millennials, pues en algún momento se van a hacer “viejos” y no tienen seguro social, un trabajo estable, ni casa propia, entonces ello podría generar una crisis. Me pareció muy interesante esa situación, entonces me pregunté si México se estaba preparando para lo mismo… de ahí surgieron ideas y me cuestioné sobre la falsa creencia de que vamos a ser jóvenes siempre, pero ¿qué pasa en la vida real, en el aquí y el ahora?

Al ser una producción independiente y con un crew reducido ¿cómo se conformó este equipo y cómo fue el trabajo con el elenco?

Todos los que participaron fueron unos guerreros, amigos míos que confiaron en este proyecto, independiente en cuestiones económicas, pero con grandes alas.

Por otro lado, Joselyn López estudiaba actuación en la misma escuela que yo, y a Eduardo Eliseo lo conocí en Te prometo anarquía. Me encantó su frescura y energía, así que me puse en contacto con él. Entonces, les enseñé el guion, les gustó y empezamos a platicar; nunca ensayamos estrictamente, salíamos a tomar un café o una chela y se formó una amistad entre los tres. Para mí eso era lo importante: generar un vínculo espontáneo, y fuera de concentrarme en ciertas secuencias o repasar los diálogos, me interesaba mucho más que hubiera química y cierta intimidad, sobre todo en las escenas sexuales, todo con la intención de que se sintieran cómodos y lograr el mayor respeto y cuidado posibles.

¿A qué obstáculos te enfrentaste al dirigir esta ópera prima?

Uno de los primeros fue el económico pues, aunque es una película pequeña, se necesitan recursos, y como no tuvimos apoyo del gobierno o alguna institución, hacíamos cosas sin permiso. Ni siquiera tuvimos la intención de pagar el seguro del equipo.

Además, otro factor importante fue la inexperiencia, una vez terminada la cinta y teniendo todo el material, fue un reto darle forma y vida, de hecho, hay muchos elementos que no venían en el guion y que yo empecé a formar. Así me di cuenta de que la película sigue viva aunque ya esté grabada, y cuando la vas a editar puede seguir creciendo. 

¿Cómo llega el nombre de la película, qué significa para ti la muerte de Dios?

Durante el proceso me sentía un poco perdido, tal como los personajes, estaba deambulando con angustias y me preguntaba si me estaba dedicando a lo correcto. Por otro lado, me parece que todos le hacemos culto a un Dios, seamos creyentes o no siempre dependemos de algo y podemos ser adictos a ello; en ese contexto empecé a cuestionarme: “¿qué harás cuando ya no tengas trabajo, cuando tus papás te corran de la casa, cuando te corte tu novia, cuando te hagas viejo, cuando no tengas dinero?” Básicamente me preguntaba a qué Dios le rendimos culto, de qué dependemos, de qué nos sostenemos y, sobre todo, qué pasará cuando aquello ya no esté.

A lo largo de la película encontramos ciertos elementos gráficos y fotografías experimentales que se aproximan a lo abstracto, a propósito ¿cuál fue tu universo de influencias durante la realización?

A nivel cinematográfico me gusta muchísimo el cine de Harmony Korine, de hecho, Gummo fue una influencia muy clara; y evidentemente también Kids de Larry Clark, incluso me gustaría pensar que este es un homenaje al estilo de Clark. También tomé muchas referencias de Nicolás Pereda y estos elementos de lo cotidiano, saber que lo simple y lo “aburrido” también es digno de contarse. 

Finalmente, durante el proceso, me inspiré en el movimiento punk en México, si bien la película no trata sobre eso, quise apegarme a esa filosofía de hazlo por ti mismo, sé rebelde a nivel artístico, rompe ciertas reglas y muestra tu punto de vista.

La película se estrenará a nivel mundial en FICUNAM, pero después de ello ¿qué camino seguirá?

FICUNAM me parece un espacio realmente interesante para ver cine poco común, aquel que no tiene entrada en el engranaje comercial, así que siempre es refrescante conocer visiones diferentes sobre México y el mundo, no solo la mía, sino muchas más películas súper interesantes, rebeldes y agresivas en un sentido creativo.

Y respecto a la película espero que su camino continúe, de hecho, hay un festival brasileño interesado en ella que se acercó a partir de FICUNAM, y eso que aún no se estrena. También espero que la seleccionen en más festivales, que encuentre algún distribuidor, que tenga conexión con el público y sobre todo que mucha gente la vea, no importa dónde.

¿Qué sigue para tu carrera después del estreno?

Ya estoy trabajando en la preproducción de mi siguiente película, el título tentativo es Almarvolver, y esperamos filmar en abril próximo. Esta vez la intención es invitar a productores, pero manteniendo el mismo espíritu rebelde e independiente que con ¿Qué harás cuando Dios muera?

El estreno mundial de ¿Qué harás cuando Dios muera? es el domingo 21 de marzo a las 13:00 horas en Cinépolis Klic. El acceso es gratuito y estará disponible durante 36 horas.

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