Chantal Ackerman y Miyazaki: inspiraciones de Céline Sciamma en su nueva película

Petite Maman, el quinto largometraje de la directora francesa Céline Sciamma, llegó al Festival Internacional de cine de Berlín. A propósito de su estreno, la revista IndieWire sostuvo una charla sobre el proceso creativo detrás de la película, las dificultades que le trajo grabar durante la pandemia y la razón por la cuál apresuró su producción.
La también guionista comenzó a escribir la historia antes que Francia estuviera en confinamiento por causa de la pandemia, cuyo rodaje terminó siendo más extenso de lo que había planeado. Sciamma puso manos a la obra y comenzó a grabar en noviembre. Cuatro meses después, la historia formó parte de la selección oficial de la Berlinale. “Los festivales necesitan películas. Por eso quisimos ir rápido, queríamos estar ahí para los festivales. Son muy importantes culturalmente, tanto como mi propia vida”, expresó la directora de Retrato de una mujer en llamas (2019).
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Petite Maman cuenta la historia de Nelly, una niña de ocho años quien, luego de morir su abuela, visita junto a su familia el hogar donde antes vivía. En este lugar, la pequeña se encontrará con la versión infantil de su madre. La trama, específicamente en el inicio, pone el foco en la vida de los adultos mayores dentro del asilo. La cineasta confiesa que se preguntaba “¿cuántas abuelas han muerto en hogares de ancianos sin poder despedirse?”, a lo que agregó: “Se sintió válido, y aún más urgente, tener esta película que lidiaba con la pérdida. Fue una herramienta para la imaginación; la necesitamos para pensar en el futuro”.
Entre las referencias que la cineasta tomó como inspiración se encuentran Hayao Miyazaki y Chantal Ackerman, “sus largometrajes tienen este extraño mosaico de ideas. Hay mucha frontalidad en sus películas”.
Con respecto a los protocolos sanitarios que h dejado la pandemia, Sciamma compartió que no resultaron un problema, pues a lo largo de su carrera se ha acostumbrado a trabajar con un equipo pequeño. En está ocasión el personal se redujo a seis personas, “la película fue muy consciente ante la pandemia. Sabemos cómo lidiar con protocolos en los estudios. Esto fue una oportunidad perfecta (para ponerlo en práctica)”.
Durante la entrevista se mencionó que mientras sus actrices estaban grabando en una habitación, la realizadora monitoreaba todo desde otro cuarto, “se sentía como si estuviéramos encerrados juntos”. La realizadora dijo: “sientes que todos los días tienes que pasar por esto” refiriéndose a los posibles contagios que afortunadamente resultaron en falsas alarmas. “Es muy muy frágil, pero creo que es bastante hermoso. Siempre he sentido que la locación es muy sagrada y esto lo convirtió en algo más sagrado”.
Y sobre los cambios que vendrán para la industria cinematográfica, Sciamma confesó no estar preocupada. Considera que “ahora que las salas de cine ya no están en nuestras vidas, la gente lo extraña. Entonces, tal vez ahora, serán más sobre por qué les gusta y serán más honestos al respecto. Siempre tengo esperanzas”.
Por último, a la directora de Water Lilies (2007) se le cuestionó sobre las declaraciones que hizo durante una conversación en línea dentro de la Berlinale, en las que mencionaba a Wandavision como uno de los eventos culturales que le habían llamado la atención en las últimas semanas, “(…) no soy una persona que vea Los vengadores. No tengo mucho de esa cultura, pero puedes disfrutar totalmente de Wandavision sin tener eso (…) pero creo que es una excelente manera de hablar sobre el dolor y la perdida. Me siento conectada a eso”.
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“¿cuántas abuelas han muerto en hogares de ancianos sin poder despedirse?”, me llamo la premisa que intenta explorar, espero este pronto disponible, la verdad es que Retrato de una mujer en llamas, me gusto, pero no me llamo tanto la atención, es algo que vería muy ocasionalmente a la larga.