Cinco valiosos documentales disponibles en Netflix

Netflix es la plataforma de streaming más poderosa que hay… hasta ahora. Su dominio económico y su presencia en el consumo mainstream son innegables. Es la empresa que encendió la chispa del consumo digital de productos audiovisuales y está lejos de esfumarse.
Su modelo triunfó en grande por los costos que incluía el antiguo esquema de renta de películas, además de la comodidad que supone acceder a contenido con tan sólo unos clics. En un principio el catálogo se distinguió por sus opciones variadas, pero con la llegada de los competidores y el aumento a las tarifas de derechos por parte de las productoras, la calidad del acervo comenzó a bajar, inclinándose cada vez más sólo hacia sus productos originales y a aquellas obras de un corte más independiente que requerían exhibición.
Al examinar la oferta actual, noto que el documental es notablemente la categoría más endeble y menos extensa del servidor; casi todos son Originales de Netflix. Sin embargo, escarbé lo suficiente para encontrar algunos títulos de gran valor y con diferentes temáticas.
Hasta los dientes (Alberto Arnaut, 2018)
La ópera prima de Alberto Arnaut rememora el infame caso de homicidio a dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey por parte del Ejército Mexicano, entidad que justificó su actuar llamando a los jóvenes “sicarios armados hasta los dientes”.
Este documental elabora, alrededor del verdadero perfil de los muchachos, las ridículas explicaciones de la autoridad, las trabas para la investigación y las secuelas de un caso lamentablemente desconocido para buena parte de la ciudadanía.
Dato adicional: consideré esta película dentro del listado a lo mejor del cine mexicano del 2018, (el único documental que entró al conteo).
Invadiendo el mundo (Michael Moore, 2015)
Michael Moore es una figura controversial -por decir lo menos- del escenario sociopolítico estadounidense. Su alineación clara -a veces descaradamente- hacia la izquierda le ha llevado a entregar trabajos interesantes como Fahrenheit 9/11 (2004), pero también otros abiertamente proselitistas y menos virtuosos como Michael Moore in TrumpLand (2016).
El peculiar estilo de este director, quien intercala deliberadamente entre temática y una extraña necesidad de protagonismo, se subvierte en Invadiendo el mundo, producción que se plantea la pregunta: ¿qué debería invadir ahora Estados Unidos?
Moore funge como una especie de colono que recorre diferentes territorios alrededor del mundo en busca de ideas para colonizar en favor de su país. No, Michael Moore no cambió de ala ideológica, sino que en su viaje se topa con maneras para mejorar el sistema de salud, para cerrar los absurdos préstamos universitarios, para crear conciencia sobre la memoria, entre otras.
Este documental realmente no se trata de él y eso es algo para ver.
Get Me Roger Stone (Dylan Bank, 2017)
Probablemente recuerden a Roger Stone porque en recientes fechas fue condenado a más de tres años de prisión, pero fue uno de los principales asesores de Donald Trump. De hecho, revela Get Me Roger Stone que fue el mismo consejero quien vio potencial en la celebridad para convertirlo en presidente de Estados Unidos e hizo suficiente cabildeo para que paulatinamente fuera tomado en cuenta dentro de la política.
La película crea un perfil sobre este asesor: sus inicios, su influencia y su extraña personalidad. Vemos caras, pero normalmente son los genios quienes están tras bambalinas. Otro punto valioso es que el documental sirve como una recapitulación de uno de los días más sorprendentes en la historia moderna: la elección del 45° prez.
La libertad del diablo (Everardo González, 2017)
Elogiado nacional e internacionalmente, La libertad del diablo se construye con una estructura sencilla: testimonios de los diferentes actores de la violencia sistemática presente en México, unificados por una máscara de tela que cubre su identidad. La máscara es un elemento de sumo poder para el discurso de la película: la violencia está omnipresente en este país, convertido en un infierno que no distingue bandos ni edades.
Hay testimonios de sicarios, víctimas, familiares de las víctimas y militares. Cada palabra es más desconcertante que la anterior. Cada sílaba aumenta el agobio de estar viendo algo extrañamente hipnótico, pero sumamente incómodo, triste. Consideré a La libertad del diablo como la mejor película estrenada en México durante 2017.
Los ladrones viejos (Everardo González, 2007)
Otro del buen Everardo. Los ladrones viejos recopila entrevistas realizadas a ladrones de la vieja usanza: carteristas. Aquellos ladrones “de buenas costumbres” que omitían la violencia para realizar su… ¿labor?
Lejos de hacer una apología del delito, el director presenta una mirada claroscura de estos personajes ya en decadencia, pues sus capacidades físicas y la vida en general se ha encargado de alejarles de lo ajeno. Desde el “dos de bastos” hasta complicadas operaciones para “pegarles” a objetivos gigantescos, como cuentan en sus anécdotas tan increíbles que quedan a criterio del espectador de ser creíbles o no. ¿Se extrañan las viejas costumbres en los robos?
Ícaro (Bryan Fogel, 2017)
El dopaje en el deporte profesional es un tema extensamente abordado. Hay muchos documentales al respecto, pero uno de los más virtuosos por la forma y por lo revelador que puede ser es Ícaro, que toma el nombre del antiguo mito griego.
Tal como dioses que caen, expone a aquellos atletas que incurren en estas prácticas fraudulentas y revela el sistema de dopaje ridículamente sofisticado que utilizan, en particular durante los Juegos de Invierno de Sochi 2014.
Colusión de autoridades, atletas desesperados y/o adictos, escenarios turbios… Un día más en el deporte.
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