Japoneses bajo la sombra | La fotografía de Shiho Fukada

En la tierra del sol naciente hay una agobiante sombra para una parte de la población. El modelo dicotómico que impera en las estructuras de producción y económicas modernas se manifiesta día a día en habitantes que están muy lejos de la percepción de un Japón próspero; de una de las grandes potencias económicas mundiales y de la tercera mayor economía de acuerdo a su PIB.
A la par del avance del país nipón como potencia económica a partir de los 90, se transformó el sistema de empleo de por vida a uno de trabajadores desechables. Esto, aunado a la escasez en la mano de obra y a un modelo altamente productivo, totalmente ajeno al mínimo cuidado humano, ha traído consecuencias en detrimento de la salud física y emocional de jóvenes y adultos. Esto ha sido el detonante en el trabajo de Shiho Fukada, documentalista que destaca en la escena actual por desmitificar y deconstruir un territorio envuelto por la excentricidad y el progreso, mostrando a una población latente: los que prefieren el suicidio antes de continuar con una jornada extenuante de labores, los que no tienen suficientes recursos para tener un hogar, las mujeres que padecen desigualdad en salarios y prefieren pasar las noches acompañando a hombres como anfitrionas, y los ancianos ex asalariados que viven en la pobreza y la soledad.
Dichas problemáticas han sido abordadas en el proyecto Japan’s disposable workers, que agrupa series de fotografías y cortometrajes documentales en los que Fukada nos acerca a diversos personajes a partir de una propuesta visual basada en una dinámica combinación de planos, así como un contundente uso de las líneas y del espacio negativo como activos narrativos. Todo a partir de la luz natural que distingue a las ciudades japonesas.
En la primera entrega, Overworked to suicide vemos casos de trabajadores que han vivido con depresión derivada de jornadas extenuantes de 19 horas, así como a personas que han perdido a un familiar a causa del suicidio.
“Ya no puedo trabajar. No sé por qué. Lamento mucho causarle tantos problemas a la empresa”
Nota de Koichi Nanbu, encontrada en el lugar donde se suicidó a los 58 años.
El estado de postración de Nanbu que lo llevó a la muerte se une al fenómeno del “karoshi”, término que se comenzó a popularizar a causa de los ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares que sufrieron los japoneses a partir de los 90 debido a largas horas de trabajo.
Otra problemática que emerge de la decadente cultura laboral es la desigualdad entre hombres y mujeres, quienes ganan sólo el 69.8 por ciento de lo que perciben los hombres, lo cual ha derivado en que una considerable cantidad de mujeres decidan ser anfitrionas: jóvenes que entretienen a hombres en bares o clubes. Los clientes pagan grandes sumas de dinero por el placer de su compañía, por el coqueteo, pero no por el sexo.
“Hay muchas chicas que sueñan con ser anfitrionas en estos días, pero también hay mujeres que eligen ser anfitrionas porque no hay otro trabajo para mujeres”
Eriko Fuse, representante del sindicato de trabajadores del club de cabaret.
Los efectos de la falta de estabilidad en los trabajos también se observan en los derechos básicos como la vivienda. En el caso de Internet cafe refugees conocemos a hombres que habitan en un café internet con alojamiento; son espacios que han surgido como una opción para personas que el hecho de alquilar un departamento es más de lo que pueden permitirse.
“Necesitamos un lugar como un café internet. Sin él, habría muchas más personas que tienen trabajo pero no hogares”
Fumiya, habitante de un café internet.
Una más de las preguntas incómodas a las que responden las fotografías de Fukada es ¿cuál es el futuro del joven asalariado? En Lonely planet: Kamagasaki nos dirigimos al territorio que se distinguía por ser una ciudad próspera de jornaleros y el cual hoy es un lugar de ancianos que viven la pobreza, la muerte callejera y la soledad.
Las imágenes de Shiho forman un indispensable mapa de contrapuntos. Ejemplo de ello es el diálogo que ofrece entre la soledad en la vejez, vivida desde la precariedad en Kamagasaki, y los ancianos que tienen la oportunidad de hacer frente a esa condición a partir del uso de robots y realidad virtual. La soledad es irremediable, pero la forma de enfrentarla remarca a una población divida a partir del tema económico, más allá del humano.
A esto se suma el diálogo generacional: es inevitable ver reflejados a aquellos jóvenes de los cibercafés en los ancianos de Kamagasaki, con un futuro todavía más precario. Pero ¿qué hay en el extremo? Hombres que no se caracterizan por una situación marginal, pero que sí están al borde del suicidio. Basta recordar las palabras de uno de los personajes de Overworked to suicide. “Tenía miedo de que una vez que perdiera mi trabajo de tiempo completo, mi vida se destruyera. Es muy difícil conseguir puestos de tiempo completo. Con un trabajo temporal de baja remuneración, pensé que me hundiría en la pobreza y llegaría al fondo de la sociedad. Ese es el final de mi vida”
A través de esta variedad de imágenes impetuosas, Shiho Fukada toca no sólo un problema del territorio japonés, sino del panorama laboral que se padece globalmente, distinguido por la frustración y por el futuro incierto que ofrece.
PÁGINA WEB DE SHIHO FUKADA, DONDE ENCONTRARÁS CADA UNO DE SUS TRABAJOS.
Leticia Arredondo
Cofundadora y editora de ZOOM F7. Escribo sobre cine y fotografía.
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