Deadpool 2: Una Masacre al sendero del héroe

Por: Isaac Ávila (@elpinshidiablo)
We’re talking away
I don’t know what
I’m to say I’ll say it anyway
Today’s another day to find you
Shying away
I’ll be coming for your love, okay?…”
–Take on Me. A-ha, 1985
SPOILER ALERT) No quiero reclamos porque no anticipé una lluvia de situaciones y personajes que ayudarán a la crítica de este filme. Ya advertidos, entremos en materia.
Echaré mano de algunos elementos que me ayudarán a desarrollar de forma más objetiva este análisis. ¡Ah, caray! Se preguntarán por qué tanta formalidad y recato. Quiero evitar a toda costa los ataques de los niños rata marvelitas, que seguro dirán que no entendí la película o algo por el estilo, ¿o esos eran los de DC? Bueno, el chiste es ese.
Esta vez comenzaré desde lo visual. El maquillaje, la ambientación y el vestuario nos recuerdan en todo momento que estamos viendo una adaptación al cine de un cómic. Cumplen su papel para hacernos reír sin parar. Por otro lado, los kilos de CGI no son suficientes para darnos la sensación de que algo está ahí y por medio de diálogos, se justifican para tomar este trabajo como algo hecho a propósito. Como si la mala calidad de los efectos especiales fuera un chiste más.
Los movimientos de cámara están cuidados al estilo Michael Bay. Cientos y cientos de momentos en slow motion para resaltar la intensidad de lo que está pasando. El resto de las secuencias de acción son regulares. En algunos puntos, se siente como si los Russo hubieran dirigido las coreografías y escenas donde interviene Cable, casi. Hablando de dirección, las actuaciones son pobres, sólo Reynolds ha encarnado a su personaje y esto debilita la importancia de todos en el transcurso del drama.
Los personajes son básicos, ambivalentes. Muy dependientes de las acciones de Deadpool para que todo suceda. Lo sé, es el protagonista, ¿pero no deberían las circunstancias mover al héroe para que este, en un viaje de auto descubrimiento y pruebas, se encuentre a sí mismo y retorne a casa? Las motivaciones de la mayoría son muy frágiles y no ayudan a definirlos del todo, el malo es malo porque fueron malo con él y los buenos lo son porque se debe ser bueno. Luego los papeles cambian y todo se resuelve por el clásico sacrificio mesiánico que ayuda a comprender que la vida no es tan mala aunque todo esté jodido, sólo hay que verle lo positivo.
La historia se centra en la reconfiguración de prioridades y el sentido de la vida de Wade. Pierde a su esposa como resultado de su trabajo superheróico y con un toque de DEUS y misticismo, su hada madrina le dice que tiene que poner su corazón del lado correcto, el del bien sin importar a quién. Estamos frente a un Guy Flick a todas luces. El hombre debe ser gallardo, osado y despreocupado. Sin perder el toque que define al personaje. Al final, no pasa nada. Toda la prueba no tiene sentido porque, a pesar de los sacrificios hechos, todo vuelve a la normalidad, como en película de los Coen, donde todo aparenta estar igual que al principio, pero los personajes, en su interior han cambiado.
Cine de superhéroes: ¿Una basura?
Musicalmente tiene una selección de éxitos ochentenos bastante buena. En todo momento te conectan con lo qué pasa en pantalla, como el reencuentro con una versión todavía más llegadora de Take on Me que la de A-ha. Bravo por eso. La musicalización y ambientación ayudan en todo momento al ritmo acelerado de la película, la cual desde el inicio nos trae de aquí para allá en situaciones ridículas, peleas cuasi Gore y un montón, pero en serio, un montón de referencias. No te dan tiempo a reflexionar, es un filme de acción muy bien logrado en términos de edición y de atención a lo que está sucediendo.
Lo dicho la hace una película más del montón en esta subcategoría de superhéroes. No sale del molde de las historias de amor y acción. Por otro lado, no paré de reír, había referencias en diálogos, en imágenes, inclusive en los campos. Tantas que el mismo Capi se sentiría orgulloso.
El filme jamás se toma en serio y atendiendo a la farsa, funciona. Logra su cometido, entretenernos, hacernos recordar las viñetas del personaje y sobre todo, aludiendo a su primera parte, sobre explotándola al borde de lo ridículo. Se nota el ingenio y trabajo para lograr que te mantengas atento y aunque no pares de carcajear, entiendas el porqué cada uno hace lo que hace, excepto la X-Force.
La escena post-créditos es una joya. Justifica todo lo que pasa a lo largo de la película y hace un par de chistes grandiosos sobre el pasado de la saga mutante y, el mejor de todos, del pasado de Reynolds. Ahora hasta le han solicitado regresar su anillo de Linterna, pobre. Al final, es una película muy divertida. Si quieres sentarte en la butaca a pasar un buen rato, definitivamente debes verla.
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