Voraz: oscuro, cruel y erótico horror

Con arriesgados paralelismos a David Cronenberg, Julia Ducornau aprovecha la publicidad y despega con su primer largometraje con Garance Marillier como protagonista: Voraz (Raw, 2017). Un Hogwarts sangriento, un todo explicito para poner a prueba el nervio de la audiencia. Psicodramas de adolescente es la alternativa para empatizar con la nueva ola de espectadores.
Un triller emocional que utiliza toda la gama de las sensaciones humanas para provocar discusión sobre la dificultad de navegar en la emergente adolescencia. Ducornau usa un amplio rango de escenarios para generar reacciones extremas de disgusto, para reflejar que tan dañina y conflictiva es la común relación de los estudiantes en la universidad.
Justin (Garance Marillier) es una adolescente de 18 años que ingresa a la carrera de veterinaria en la universidad donde ya la espera su hermana Alexia (Ella Rumpf) de quien aprende lo que parecen rituales en la nueva vida universitaria.
Voraz se centra en los cambios de roles de las relaciones carnales, el poder de las mismas y los efectos sexuales de la inducida hambre que sufren los jóvenes en ciertas etapas. Es un oscuro, cruel y erótico horror en el que los eventos son indetenibles; todo funciona por un verdadero e inspirador guion que corre tras la inteligente alegoría sobre la débil sexualidad en un ambiente represivo.
Quizá lo más interesante es que toca en diferentes emociones complejizando la adolescencia; devora la precaución, manejando las percepciones. La directora francesa entrelaza intensamente ese disgusto emocional en las escenas con situaciones cercanas a la realidad para mantener al espectador enganchado. Aunque se considera una de las mejores cintas del presente año, todavía es muy temprano para definirla como tal.
La película está grabada en su mayoría con telefotos, tratando de encajar al personaje en una realidad poco convencional que se va deformado. El encasillamiento del personaje en este aspecto cumple, y logra transmitir ese ambiente de creciente hostilidad aunado a la locura que va desatando el personaje. Los efectos y el maquillaje, así como los prostéticos son un gran trabajo de la producción de Petit Film.
Con un trailer lo suficientemente provocativo, y un perverso sentido del humor, el público responde a la expectativa. La fórmula del éxito no es el éxito en sí. Ya veremos si el tiempo juzga con la misma consideración una cinta que hasta ahora ya la han comparado con Martyrs de Pascar Laugier.
Un guiño de la provocación, del decadentismo actual. Las películas se aproximan a la sensación, a vivir un realismo explicito, para llenarse de cumplidos. Una prometedora cineasta sin duda, pero se espera que los medios no endurezcan la percepción del espectador, ya que el filme que se perfilaba como la nueva obra maestra del horror posmo francés, al llegar a la sala atiborrada y en su transcurrir, se llega a la sensación que una película como un aperitivo, queda hambre de más. Aunque su realización es redonda, Raw es de esas cintas que en el papel cumplen con casi todos los requisitos, pero que aun uniéndose, deja un sabor agridulce y no termina de gustar.
Luis Zenil Castro
Productor audiovisual y dibujante.
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