John Wick 2: Otro pretexto para matar

El cine de acción de los ochenta y noventa podría recibir muchas críticas por vacío, pobre y absurdo. Realmente tiene mucho contexto y razón de ser. Las nuevas guerras auspiciadas por los E.E.U.U. estaban en auge. Se debía demostrar que eran necesarias, y que las invasiones estaban justificadas en pro de la justicia, la democracia y el heroísmo.
Por eso tuvimos un desfile de filmes (que además se volvieron franquicias) dedicados a los hombres de acción norteamericanos. Ya fuera que viajaran en el tiempo, pelearan a mano limpia en otros países en venganza de los caídos, o se tratara de grandes comandos del ejército, outsiders, justicieros de una corte futurista sin procesos legales claros, espías, hombres con desventaja física pero gran intelecto, y un sin fin de contrastes más, dieron a estos héroes una personalidad y ayudaron a quedarse en el corazón (sediento de sangre) de los espectadores.
En la actualidad seguimos viendo secuelas, remakes, precuelas, spin offs y muchos, muchos homenajes a este cine de violencia. Bueno, lo interesante es que volvió, en forma de fichas. Pero no sólo con los refritos, sino con nuevos (ni tanto) agentes del caos y el bienestar común. Jack Reacher (McQuarrie, 2012), es una mezcla de Ethan Hunt y John McClain de Die Hard (Moore, 1988) y el imponente John Wick (Stahelski, 2014) (Spoiler Alert, ni tanto porque la primera parte ya salió hace tres años, no hay que ser) quien posee un pasado desconocido trabajando como “the Boogeyman” para la mafia rusa y sólo sabemos que se retiró para estar con su enamorada.
No le funcionó tan bien porque murió tiempo después y un acontecimiento con un chamaco que resultó ser hijo de su anterior jefe (sí, que coincidencia, carajo), lo hace regresar a las andadas. Un asesino profesional a quien todos temen por su reputación y evitan a toda costa el confrontamiento. Bueno, todo resulta en una masacre hermosa y una pelea con el jefe final.
Este segundo capítulo revela un poco más de su pasado, pidió un favor para salir y debe pagarlo. Es la premisa de esta película. Debo agregar que el resumen ofrecido en las primeras escenas es excelente, sirve para contextualizar a aquellos que osaron no ver la primera e ir a chutarse ésta sin recato alguno. Un par de frases y las expresiones de miedo bastan para entender a qué se enfrentan.
Pero pasemos a la carnita. Empecemos con lo visual. Si usted apreciable lector se ha metido al mundo de los cómics, le encantará este aspecto de la película. Está cuidada al extremo para que la narrativa parezca salida de las viñetas, lo cual no es un simple azar del destino ni un tributo cualquiera. Se ha anunciado que John tendrá su propia serie de tiras para ahondar en su historia (#quemoción), lo que sirve para ponerlas en el mismo plano visual y discursivo. Se nota que le metieron más presupuesto pero esto afectó bastante. No son los mejores efectos visuales y se percibe cuando tenemos demasiado CGI en la sopa. Recuerdo que en la primera entrega se notaban los trucos para mejorar las secuencias de acción a la antigua. Movimientos de cámara, centrar la atención en el personaje principal o secuenciar las escenas para que no fuera necesario ver tanta sangre.
El desarrollo de personajes es casi nulo, lo que importa es que sabe matar y lo hace de forma espectacular. Tenemos muy poco de su pasado y de lo que ronda su mente todo el tiempo. Se devela un poco de cómo funciona la organización a la que se encuentra adscrito pero muy poco de las personas en sí. Se nos plantea parte de lo que seguramente explicarán en los cómics y próximas secuelas. Así es tendremos John para rato. Con los rumores corriendo para una Matrix 4, cualquiera que sea el resultado es divertido ver a Reeves y Fishburne teniendo una conversación donde es ahora el personaje de Keanu el que presenta la claridad y opciones que tienen.
El diseño sonoro es apto para una película de acción de este tipo, donde cada disparo, golpe, tajada y caída se hacen sentir en el pecho. La música no es espectacular, digamos que sólo acompaña pero no es tan importante en la narrativa. La edición es común y nada que aporte algo nuevo. Sólo debemos reconocer que tiene un buen ritmo (claro, golpes y muertes en casi todo momento), aunque decae en el momento álgido.
Es una película simple bien lograda. No requiere mucha ciencia hacer de un personaje así algo sumamente profundo, eso puede ser desarrollado en los cómics, acá venimos a ver sangre y secuencias de acción crudas y entretenidas. Como fan del género debo decir que es una buena entrega pero no esperes profundidad ni un análisis existencial profundo. Si bien el personaje hace un giro inesperado (ni tanto), habrá que esperar a ver qué más tienen por decirnos y eso es una tortura para los espectadores.
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