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Sin nada que perder: el western no está muerto

hell or high water pelicula

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Si trabajas para vivir, ¿por qué te matas trabajando?

-El bueno, el malo y el feo

En 1903 Edwin S. Porter presentaba al mundo una pequeña parte de la vida del sur de los estados unidos con El gran robo al tren, así se iniciaba un nuevo género cinematográfico, en donde se plasmaba la historia vista desde los ojos de los americanos. Bandidos, pueblos sin ley, indios y vaqueros, dinero en juego y justicieros eran, o siguen siendo la esencia del “viejo oeste”.

En el sur, lugar que  ha sido condenado al olvido, la tierra se levanta con cada pisada, con cada llanta que se ha atrevido a visitar un espacio sin reglas, el sol abrasador quema sin piedad e ilumina las calles con un amarillo cegador que rebota  en los suelos y empapa a los lugareños, los somete a una  eterna sudoración y a un desarreglo constante, (elementos cliché en las películas “western” pero no por eso falsos en la vida real) Texas, uno de los sitios más olvidados de los Estados Unidos, se renueva junto con el género que ha evolucionado, sin embargo los habitantes no han corrido con la misma suerte.

Sabemos que el western no está muerto, y Sin nada que perder (DavidMackenzie, 2016) lo ha hecho suyo: a su estilo le ha dado un giro interesante, concreto, brutal y fresco. Es fiel al género pero ensalza con contemporaneidad y no se olvida de la potencia de su historia. Es verdad que el western cuenta con una presencia importante en las taquillas cada año, como la memorable Sin lugar para los débiles (2007) o Los siente magníficos (2016), Temple de acero (2010) entre otras.

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En el “nuevo” oeste la situación no ha cambiado mucho y los bandidos acechan los pequeños pueblos y a su escasa población. Mackenzie va al grano desde los primeros cinco minutos de la cinta, al espectador no le da tiempo ni de buscar su bote de palomitas cuando la acción ya está frente a sus narices.

Los perseguidos son los hermanos Howard, Toby es el menor (Chris Pine) y Ben Foster interpreta al hermano mayor y ex convicto Tanner. Ambos, a punta de pistola asaltan el primero de una lista de bancos, su objetivo es recaudar el dinero con lo que resolverán sus problemas financieros y al mismo tiempo salvar la granja herencia de su madre. Los intereses en juego son grandes cuando se ha encontrado un pozo lleno de petróleo en la propiedad que les asegura una estabilidad económica y más que eso.

Toby es un hombre divorciado, padre de dos hijos a los que pretende ceder la jugosa herencia, su misión por recuperar la granja hipotecada lo llevará a cometer actos ilícitos. Tanner es su hermano, mejor amigo y compañero en esta hazaña. Marcus Hamilton (Jeff Bridges) el ranger texano se hace presente desde el primer atraco registrado, siguiendo las pistas de estos dos bandidos.

El segundo banco asaltado pertenece a la misma firma que el primero, el ranger y su asistente recolectan los rastros en el austero pueblo tratando de atraparlos. La pareja motivada por la avaricia es muy  diferente entre sí, uno disfrutando de la misión, el otro, preocupado por recuperar lo que es de él.

El camino obliga a los hermanos a cambiar los planes, pero cualquier error los llevará a un destino con pocas posibilidades. La fuerza y construcción de los personajes  encaja con el ambiente, Toby busca la redención al velar por su familia, mientras Tanner no tiene nada que perder.

Este thriller texano muestra los problemas locales y una cultura muy diferente a la del resto del país. Retrata ambos lados, y demuestra que todos estamos dispuestos a buscar justicia o a ejercerla.

Fan Valdés

Pedagoga de formación pero cineasta por convicción, artista plástica en el tiempo libre.

 

 

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