Cinco documentales sobre músicos

Mirar documentales de músicos siempre me ha resultado muy emotivo. Los artistas que dejan todo en el escenario esconden gran cantidad de penas que solo la música puede sanar. Son personas brillantes con el don de llegar a la gente a través de una de las formas de expresión más sinceras.
Buena vista social club (Wim Wenders, 2002)
Wim Wenders se embarca hasta Cuba para grabar a un grupo que ha quedado en el olvido. Lo curioso de los personajes es que son adultos de entre 60 y 80 años a los que nada les impide seguir tocando sus amados ritmos tropicales. La vitalidad y alegría de estos hombres contagian al espectador y lo invitan a querer bailar.
Es interesante la introducción de cada uno de ellos: sus personalidades y el instrumento que tocan en la banda, son jóvenes atrapados en el tiempo, como aquella ciudad que los escucha y los resguarda llamada La Habana.
El productor Ry Cooder grabó con ellos un disco que dio la vuelta al mundo y con el cual revivieron su arte: Buena Vista Social Club, que les permitió salir de su amada isla para conocer una de las ciudades más importantes en el mundo: New York.
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¿Qué pasó, señorita Simone? (Liz Garbus, 2015)
En los barrios pobres de los Estados Unidos se escondía un inmenso talento atrapado en una pequeña niña negra, a quien la segregación racial marcó y determinó su futuro. Sus habilidades para tocar el piano comenzaron a dar frutos desde muy temprana edad.
A través de notas parecidas a un diario de la propia Simone, la directora Liz Garbus aborda la vida profesional y personal de Nina, una de las artistas más grandes de mediados de los años 50 y 60. Conocemos su sentir hacia la música, las vivencias con su esposo y su activismo ante el tema de la discriminación racial.
Su música fue única; piano y voz eran las armas más poderosas para expresar lo que sentía ante las problemáticas. Las de ella fueron letras siempre muy sinceras y personales, le cantaba a la pobreza y a los problemas sociales, así como a la violencia. Era la portavoz de la lucha por los derechos civiles de la gente negra.
Su activismo creció, pero su carrera fue en picada: su búsqueda de igualdad condenó su carrera musical. La violencia que vivía por parte de su esposo está plasmada en sus párrafos y su enfermedad provocó que quienes la amaban se alejaran de ella.
Amy (Asif Kapadia, 2015)
Era el 2011 cuando a la lista del “club de los 27” se le agregaba uno de los nombres que recordaremos gran tristeza: Amy Winehouse. Su potente voz le permitió una fama rápida pero fugaz, con una combinación entre blues, soul y jazz, Amy encantó a las audiencias alrededor de todo el mundo.
Asif Kapadia, director también del documental Senna (2011), ganó el Oscar a Mejor Documental por esta producción. Footage de los comienzos de la cantante y de cuando era una adolescente con un don único, ilustran el sentir, los inicios y la decadencia de una mujer que solo buscaba ser amada.
Todo alrededor de Amy era caos y destrucción. Las drogas la engancharon y su entorno no le permitía un escape seguro. En la película, su ex pareja Blake Fielder-Civil narra las experiencias vividas mientras ambos se encontraban bajo el efecto de las drogas y su destructiva relación. La prensa la destrozó afectando su vida íntima y su carrera hasta llevarla a la muerte.
Janis: Little Girl Bue (Amy Berg, 2015)
Una adolescente empoderada fue capaz de cambiar los estereotipos de género en una época bastante difícil para la juventud: Janis. Para ella, encajar era una tarea difícil, sus ideas eran singulares y su actitud despreocupada provocaba el aislamiento por parte de sus compañeros de clase; era constantemente objeto de burlas y rechazos.
Su rebeldía también se reflejaba en la áspera y gruesa voz que le ocasionó que la corrieran del coro, pero Janis quedaría grabada en la memoria del mundo. La música fue su refugio y en ella lo encontró más que en cualquier ser humano.
Amy Berg enmarca desde una mirada femenina la vida y obra de una de las cantantes más polémicas, quien también forma parte del “club de los 27”.
Janis aparentaba ser una mujer fuerte y decidida, pero en realidad era una chica frágil a quien le afectaba ser rechazada y abandonada. A través de sus cartas, solía desprenderse del dolor, y sus letras estaban llenas de experiencias, sobretodo de desamor. Todo en su cabeza era un desastre, la depresión la rodeaba. Así, Janis buscó hasta el día de su muerte algo que nunca encontró.
Buscando a Sugar man (Malik Bendjelloul, 2013)
El mito alrededor de un músico desconocido llevó a uno de sus más grandes fans a una travesía por descifrar los secretos que rodeaban su existencia y su desaparición. Las pocas pistas dejadas en sus álbumes fueron suficientes para crear un sitio web dedicado a buscar al ídolo. Diez años después, la tarea se convirtió en una misión cumplida.
Decían que Sixto Rodríguez se había inmolado en pleno escenario, pero otros aseguraban que una noche al término de un concierto, un disparo en la cabeza provocado por él mismo fue lo que acabó con su vida.
Sus rimas de protesta se volvieron un icono para toda una generación rebelde, muchos de sus temas fueron prohibidos, por lo que se convirtieron en aun más atractivos. El disco Cold fact había sido un inesperado éxito con millones de copias vendidas en Sudáfrica. Pero en Estados Unidos no tuvo la misma suerte, y prácticamente en éste país Rodríguez no existía.
La atmósfera que rodea a tan enigmático personaje es todo el tiempo melancólica. La vida no le hizo justicia en su carrera musical, pues Rodríguez quedó en el olvido y vive en los suburbios de Detroit trabajando como obrero. Buscando a Sugar Man sin duda te hará derramar algunas lágrimas.
Fan Valdés
Pedagoga de formación pero cineasta por convicción, artista plástica en el tiempo libre.
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