Paraíso en Auschwitz, ¿un documental más del Holocausto?

Paraíso en Auschwitz (2016) presenta una historia contada por un puñado de sobrevivientes pertenecientes a los “Niños de Terezín”, una población en la actual República Checa de la que fueron deportados gran cantidad de judíos al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. El productor y realizador judío Aarón Cohen realiza este documental en colaboración con Sabina Berman como guionista, ganadora cuatro veces del premio nacional de Dramaturgia del INBA, y su esposa Esther Cohen como productora.
Los realizadores buscan renovar el tema tomándolo desde otra perspectiva: la supervivencia de los niños de Terezín, y Fredy Hirsch, quien protegió a los infantes del campo acondicionando su sección de barraca en un lugar apaciblemente diferente al resto. Su relato se desconoce ya que después de haber muerto, al finalizar la guerra Checoslovaquia se convirtió en una república comunista, y conociéndose la homosexualidad de Hirsch, se le tomó como una figura aberrante y colaboracionista de los nazis. Por su parte, los más pequeños que dibujaban dentro de las barracas del campo de concentración actualmente son artistas en diferentes países.
Aunque han transcurrido 75 años desde el Holocausto, y pueda considerarse un contexto que ya no es vigente, se logra el objetivo: contar una historia conmovedora dentro del campo de concentración polaco.
Lo malo
El relato se pierde ya que el contexto del documental te hace pensar que se centra en las experiencias de un testimonio, el cual es Bedrich Steiner (porque así lo anuncia en el titulo), para después aclarar que se trata de una serie de testimonios que se refieren a otro personaje, quien es trascendente para la historia. Entonces Bedrich Steiner actúa como una especie de McGuffin, ya que adquiere un protagonismo (fue compañero y conocido de los Cohen) pero su participación no llega a ser sobresaliente como para considerarlo un eje del relato, y al fin termina siendo uno más de los entrevistados.
Lo bueno
Es un acierto retomar el tema del holocausto desde la perspectiva del paraíso en el infierno, debido a que genera un contraste interesante. Hay una escena que cumple con el ambiente de la época, y pretende recrear la atmósfera de lo que era un campo de concentración. Por otra parte los dibujos son un apoyo argumental importante, ya que son diseños originales recuperados de los niños de Tezerín durante su estancia en Auschwitz.
Paraíso en Auschwitz trata de redimir la imagen de un personaje muerto hace más de 70 años. Hablar del olvido de un personaje por ser homosexual también puede ser importante. Finalmente la historia se renueva generando sustancialmente una idea que no se tenía de los campos de concentración y de un contexto gastado pero alterno, que en unos años, se dejaran de contar de primera mano.
Para concluir, uno entiende que la comunidad judía quiera renovar el testimonio de su llamado Segundo Éxodo, convirtiéndolo en un tema de reflexión por siempre, tomando la intolerancia y el racismo como temas vigentes, no obstante incluir testimonios sin dirección y porque sí, puede derivar en un problema de síntesis.
Hay elementos ajustician directamente al documental de Áaron y Esther Cohen en el discurso, hay razones suficientes para considerarlo relevante al mostrar una faceta diferente de esa historia, pero lamentablemente se queda en un documental más del holocausto.
Luis Zenil Castro
Productor audiovisual y dibujante.
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