Michel Franco: un realizador mexicano desprendido del molde

Cuando eres consciente de la muerte,
acabas asumiendo tu propia soledad.
-Rosa Regàs
Michel Franco ya no hace cine mexicano. La expresión refiere no sólo a que Chronic se realizó en Estados Unidos, también denota la capacidad del cineasta de crear un sello; una impronta inefable que no se adhiere a nacionalidad alguna. El mexicano trascendió la barrera y con orgullo puede enunciar que hace su cine.
El filme, flamante vencedor en la categoría a “Mejor Guión” en el Festival Internacional de Cine de Cannes 2015, retrata el periplo de David, enfermero que se encarga del cuidado de pacientes terminales y quien al mismo tiempo busca retomar la relación con su familia. La base del argumento es el realismo, artífice sorprendente pero tedioso, sin embargo, en ambas circunstancias con un impacto emocional desolador y destacable. Los personajes se desplazan en una cotidianeidad apabullante, lo normal se transforma en siniestro y de la mano con el protagonista atestiguamos la muerte de los pacientes, que contagian al practicante del dolor que antecede a la despedida.
Otra virtud del guión es hacer de David (brillantemente interpretado por Tim Roth) un ser camaleónico, dispuesto a mutar el carácter dependiendo del enfermo con quien coexista. La complejidad de cada personaje es un atributo a la trama, la película se mueve cómodamente dentro de los lineamientos de la tragedia. El conflicto y su resolución final provocan preguntas al aparecer la secuencia de créditos.
Franco domina con maestría su técnica, que mezcla lo normal con lo tétrico. Crea con facilidad escenarios donde lo cruel se entremezcla con la situación común. La puesta en cámara se nutre de la composición al interior del plano, es decir: no basta con elegir una posición, ésta debe sugerir siempre a través del empleo de marcos de ventanas, puertas o de objetos que dirigen la mirada del espectador y que al mismo tiempo ocultan e impiden que la gente observe por doquier, al mexicano le gusta limitar la visión, clausurando como alguna vez lo hiciera Lubitsch para evitar la censura.
El trazo favorece siempre la contención, los actores jamás hacen rabietas o se expresan a la manera teatral, se podría decir que el cineasta dirige al actor a la manera bressoniana y construye la interpretación a partir del montaje, que se caracteriza por el ritmo lento, el plano largo cuyo sentido es sumergirnos en el soporífero mundo del enfermero. El director logra a diferencia de muchos usar ese ritmo sin ser presuntuoso, con una causa más que por el simple hecho de hacerlo, hace funcionar esa métrica tan de moda entre los cineastas tarkovskianos wanna be.
Chronic es sin dudarlo, un filme interesante y propositivo. Su importancia radica en ser la consolidación de un realizador mexicano desprendido del molde, en términos simples Franco hace eso que los “expertos” llaman: Cine de autor.
Gerardo Herrera
Guionista, cofundador y editor de Zoom F7
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