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La muerte de Mozart, el artista

amadeus 05

pleca luis

Una frase, y la estructura caería, era claro para mí.

El sonido que escuchaba era excelente, estaba…

ante la misma voz de dios.

Antonio Salieri

El director Miloš Forman presenta la historia ficticia de un genio que falleció ignorante de su legado. Wolfgang Amadeus Mozart, un hombre que lidió toda su vida con problemas financieros y pocas remuneraciones a su trabajo. A veces odiado y repudiado, empero cuyas misas y operas repercuten en toda la música como lo más grande de lo clásico. La introducción de los solistas en las obras y las marchas, alcanzando la cumbre de la expresión sinfónica hasta nuestros tiempos.

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En Amadeus (1984) apreciamos al gran compositor austriaco (interpretado por Tom Hulce) en plena época de las revoluciones. Retoma los roces que tuvo con otros compositores, así como la oscura motivación que inspiró sus últimas obras. Todo esto como recurso narrativo, para dar un final legendario, que funciona y estremece.

La película comienza con la Sinfonía n°25 KV 183 de Mozart y las trágicas confesiones de aquel que lo envidiaba en todas sus facetas: Antonio Salieri (F.Murray Abraham), mientras éste es llevado a un manicomio por un intento de suicidio y grita: “Yo acabé con la criatura del señor, si yo lo hice, estaba celoso… lo reconozco”, y refiriéndose a sus anhelos, expresa “Yo le pedí a dios que me permitiera ser el mejor compositor de la historia, pero me indultó el deseo como una lujuria en el cuerpo, y después me lo quitó”.

En el contexto de la vida del personaje, vemos las dificultades que Mozart tuvo para simpatizar con sus colegas y con el mismo Emperador José II (Jeffrey Jones), así como el poder escribir óperas sobre burdeles o las bodas de Fígaro, las cuales estaban prohibidas en ese entonces por meras cuestiones religiosas y políticas. No obstante, Wolfgang luchó en este sentido contra la Iglesia. Todas las nulidades “odian” a los genios; los mediocres aprovechan cualquier oportunidad para rebajar al prodigio a su nivel: pequeño y mezquino.

Mozart siempre aprendía vorazmente de otros músicos y desarrolló un esplendor que abarcó desde la luz y la elegancia, a la oscuridad y la pasión. Igualmente creó una conexión armoniosa entre un ejecutante-compositor impaciente y una audiencia encantada.  La muerte de su padre le causó tal impacto y conmoción que escribió -según Salieri en la cinta- la opera de Don Giovani; “así se levantó el espantoso fantasma de su siguiente y más negra opera. Wolfgang había llamado a su propio padre, para que acusara a su hijo ante todo el mundo.  Era aterrorizante y maravilloso de ver y escuchar”.  Una obra que inspira a Salieri a realizar su maquiavélico plan, y así acabar con Mozart.

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La cinta ganadora de ocho premios de la Academia, entre ellos mejor dirección, exhibe la muerte del artista envuelta en un misterio, cuando terminó de componer su obra más fúnebre, Lacrimosa Dies lla, que como su antagonista Salieri confiesa: “es una armonía de tal belleza y melancolía. El sonido que escuchaba era majestuoso, y estaba aquí otra vez, presente, ante la voz de Dios. Aquella que me hizo mudo, y me obligo… a matarle”.

Lo que es un hecho es que Mozart fue un genio incomprendido, aquel  que a los 10 años ya había escrito su primera ópera y dado varios conciertos, cuyo legado se extiende a más de 600 creaciones. Su trabajo ha perdurado 200 años después; él decía de sí mismo: “Soy un hombre vulgar, pero le aseguro que mi música no lo es”. Del que se dice no fue solo el más grande compositor, si no el más grande artista de todos los artistas.

Luis Zenil Castro 

Productor audiovisual y dibujante.

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