Saltar al contenido

La tirisia | Crítica

15

pleca luis

El hecho que da el significado a la narrativa de La tirisia es como si fuera una muerte lenta que lleva la desesperanza como principal bálsamo. La Tirisia (Jorge Pérez Solano, 2014) es quizá un poco la consolidación de Gustavo Sánchez Parra como actor principal (aunque sigue siendo una especie de antagonista en la cinta de Pérez Solano). En todo caso, por primera vez desde Rabia (2009) por la cual fue premiado en el Festival de Málaga, Gustavo figura en los papeles principales.

Jorge se centra una vez más en los problemas sociales de una zona desolada y alejada en el estado de Oaxaca. Como ya lo había hecho con Espiral (2009) construye una escenografía propia de un real y regional ambiente que se desarrolla lejos de la urbanización actual, sin trabajo y sin condiciones propias; donde una vez más las mujeres son la fuerza de tolerancia y carga en un ambiente misógino, pero que al mismo tiempo son víctimas del entorno y sus propias decisiones.

FOTO: BORIS GRUSHENKO

Cheba (Adriana Paz) es una mujer que se encuentra en una decisión crucial para tratar de mantener todo en orden, lo cual es imposible. Dentro de la trama pareciera que Canelita (Noé Hernández) es el único que comprende más o menos la situación y se desarrolla como el Oráculo, (siendo un coadyuvante de tendencia gay), que da un toque irónico y sutil. A través de este personaje, como podría esperarse, llegan los tintes de gracia (que evitan el tedio) y figura como mediador de los acontecimientos que van surgiendo. Como se sabe, Jorge es un director que desarrolla un cine social crítico, que nos da una cierta crudeza distante y una mirada del contexto en el que vivió siendo muy chico.

tirisia1

El egresado del CUEC que viene despegando (ya su filmografía cuenta con dos largometrajes y tres cortometrajes) nos trae La Tirisia como una película que técnicamente es soberbia, pero que quizá la trama tiene escasos giros argumentales y emocionales. Asimismo, la mayoría de sus giros son simbólicos en su contexto. El final es el único toque esperanzador que nos muestra el único bien que puede existir dentro de la mente de cada uno de los personajes, acrecentándolo con objetos arquetípicos regionales y con costumbres rurales.

la_tirisia3

La Tirisia es un largometraje de apreciación que nos hace reflexionar sobre las clases más bajas y el desarrollo de esa condición alrededor de las fechas simbólicas, que se vuelven como un parteaguas. La dificultad del día a día, de sus carencias, y las complicaciones más rudimentarias mezcladas con las humanas. Es un llamado al tema que conocemos hasta el cansancio, pero que para muchos sigue pasando desapercibido.

El problema puede ser el epílogo, un tanto insípido, dado el distanciamiento que surge entre los personajes, y lo que esto puede evocar para el espectador. De los cabos que quedan sueltos, sólo cada quien podrá juzgar o dar la significación suficiente del largometraje, de la Tirisia, de la desesperanza y no superarla, solamente tolerarla.

Luis Zenil Castro 

Productor audiovisual y dibujante.

 

 

Deja un comentario