La isla siniestra, tierra amarga

“Did you know that the word “trauma” comes from the greek for “wound”?
And what is the german word for “dream”? Traum. Ein Traum.
Wounds can create monsters, and you, you are wounded, Marshal.
And wouldn’t you agree, when you see a monster, you… you must stop it?”
Dr. Jeremiah Naehring.
Martin Scorsese ha desarrollado una de las carreras más fructíferas en la historia de la cinematografía estadounidense. Es junto con Francis Ford Coppola, George Lucas, Brian De Palma, Peter Bogdanovich y algunos más, uno de los cineastas que refrescaron la industria hollywoodense falta de ideas a través de la realización personal. Estos artistas redefinieron el curso fílmico de su país apelando a la formación académica, a la profesionalización del oficio y ante todo, a la vida propia.
Es por ello que resulta complicado elegir una de las películas del neoyorkino, dada su versatilidad dramática, de género y musical. Marty ha entregado maravillosos filmes, en donde la soledad, la redención, la decadencia y la locura forman una constante. Ésta última, es la base de una de sus cintas “menores”, según la crítica: La isla siniestra, basada en la historia homónima escrita por Dennis Lehane, en colaboraciòn con Leonardo DiCaprio, el italoamericano narra la historia de Teddy Daniels, un agente federal a quien se le asigna el caso de la desaparición de un paciente en el hospital de Aschecliffe, junto a su recién conocido compañero Chuck Aule (Mark Ruffalo) el detective deberá resolver el misterio.
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La trama resulta ser un rompecabezas que emerge de la mente del protagonista. ¿O es acaso el espectador quien terminará por definir el destino de Daniels? Quien con el paso de las escenas va demostrando cierta inestabilidad, resultado de su estancia en tierras alemanas, durante la segunda guerra mundial. La música se presenta como elemento fundamental para establecer el tono de cada secuencia. De Mahler a Richter, el director norteamericano se caracteriza por la meticulosa selección de cada melodía. Krzysztof Penderecki, uno de los compositores del soundtrack nos advierte del peligro que subyace en una isla, en apariencia controlada, pero que en el fondo, esconde los más profundos secretos, al igual que el personaje interpretado por DiCaprio.
Una secuencia se destaca por el acompañamiento musical, el cual llega de súbito, emergiendo casi literalmente de las cenizas de un departamento a punto de incendiarse. Es, el encuentro entre Daniels y su fallecida esposa, Rachel Solando. Durante un sueño, el agente ingresa a un mundo de pesadilla, Scorsese emplea varias herramientas del discurso cinematográfico, entre las que destaca el simple corte, para sumergirnos en el lenguaje onírico, los diálogos, el trazo escénico, los movimientos de cámara y la melodía de Max Richter titulada “On the nature of daylight” hacen de esta secuencia se aproxime a la perfección.
Hago un salto hacia los créditos, en los cuales se presenta la misma canción, aunque ahora contiene la voz de Dinah Washington, desgarradora, suplicante. La letra, es un perfecto cierre, para todo lo que presenciamos en aquella isla.
La isla siniestra destaca por la selección de los temas, los cuales más que crear una atmósfera tétrica, nos invitan a sumergirnos en la psique de su protagonista, cada tema parece reafirmar aquello que se revela hacia el final del filme, ahí donde la locura se mezcla peligrosamente con la realidad.
Gerardo Herrera
Guionista, cofundador y editor de Zoom F7
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