Cujo: el mata-hombres de los 80

Por: Rodrigo Márquez
En agosto de 1983, las vacaciones de verano terminaban y los cines se paralizaban con la llegada de un San Bernardo, y no precisamente amoroso y entrañable como Beethoven, sino sanguinario y mata-hombres llamado Cujo.
La novela escrita por Stephen King llegó a la pantalla grande gracias a la dirección de Lewis Teague y el guion adaptado por Don Carlos Dunaway y Lauren Currier. Cujo se desarrolla en un pueblo de Estados Unidos, donde viven el publicista Vic Trenton (Daniel Hugh Kelly), su esposa Donna Trenton (Dee Wallace) y su hijo Tad (Danny Pintauro).
Un día, uno de sus automóviles se avería y lo llevan al taller de la familia Camber, quienes tienen a Cujo, un perro San Bernardo (del cual en un principio Donna desconfía) pero Brett Camber (Billy Jayne), hijo del mecánico, asegura que es manso. Conforme pasa el tiempo, el mismo Brett nota un cambio en el comportamiento de Cujo, pues éste ha sido mordido por murciélagos.
Por otro lado, los problemas en la casa Trenton se hacen presentes. Se trata de asuntos laborales y personales entre la pareja, los cuales modifican la cotidianidad de la familia y exhiben que están lejos de ser una familia ideal.
El trabajo cinematográfico logra mantenernos en suspenso la hora y media que dura la película, asimismo, provoca una “claustrofobia mental” gracias a dos personajes indefensos, como lo son una mujer con su hijo pequeño, ante una situación en la que el calor y la desesperación juegan a favor de Cujo. Vale la pena hacer una mención especial a Dee Wallace, quien con su actuación genera un nudo en el estómago y demuestra lo que cualquier madre haría por su hijo frente a cualquier adversidad.
Si bien es cierto que no se trata del mejor largometraje basado en algún libro de Stephen King, recordemos que es los pocos relatos del autor norteamericano que no utiliza elementos sobrenaturales, característica que genera un mayor impacto en la audiencia, pues el conflicto del climax es una situación que puede suceder en la vida real.
La crítica del momento estuvo dividida; una gran cantidad apuntaba poco éxito al filme, al tildarlo de predecible y considerarlo una adaptación de baja calidad en comparación con El Resplandor y Carrie; mientras que para muchos seguidores, el trabajo de Teague pasó a la historia como una película de horror de culto.
Tres décadas después, replanteamos la pregunta, ¿qué les parece esta película, de, tal vez, el alumno más adelantado de Lovecraft?
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